El vicepresidente tiene la responsabilidad de sustituir al presidente en caso de enfermedad o muerte, pasar reportes a directores, y dar algunas instrucciones. Estamos acostumbrados a que esta figura no resalte en el día a día de la administración, llevando a algunos a pensar que es poco efectiva.
Sin embargo, ha habido vicepresidentes que se han destacado por su papel protagónico, como Theodore Roosevelt, quien antes de convertirse en presidente, fue vicepresidente bajo el mandato de William McKinley. O Al Gore, vicepresidente durante la administración de Bill Clinton, quien se destacó por su enfoque en el cambio climático y hasta ganó el Premio Nobel de la Paz en 2007. Hasta el mismo Joe Biden, vicepresidente bajo de mandato de Barack Obama, fue clave en la formulación de políticas domésticas y extranjeras, y terminó convirtiéndose en presidente de Estados Unidos. Y ahora está Kamala Harris, quien había tenido “un papel discreto” desde que Biden asumió la presidencia.
Kamala ha demostrado ser una figura poderosa y efectiva en su papel. Resolvió, atendió, muchas cosas, que quizá los que estamos fuera de Estados Unidos no vemos.
Al principio, pensábamos que Kamala no tendría la fuerza para ganar las elecciones, pero ¡oh, sorpresa! Sí la tiene, y los eventos recientes lo han demostrado. En su último encuentro en Milwaukee, se mostró como una mujer convincente, poderosa y con un gran apoyo dentro de su partido, con una sonrisa de oreja a oreja.
Kamala es una mujer de acción y toma decisiones firmes y, aunque dicen que no tiene buen carácter y no trata bien a sus allegados, eso no ha frenado a los donantes, porque han soltado lana para apoyarla.
Sin embargo, en los 100 días decisivos que le quedan, no sé si Kamala Harris podrá ganarle a Trump, pero de algo sí estoy seguro y es que “está en la pelea” y “le está echando ganas.”
Puede que en algún momento hayamos pensado que el papel de Kamala había sido subestimado, pero no es cierto. Durante su vicepresidencia, ha negociado en nombre de Biden, ha tomando acciones internacionales importantes, incluyendo algunas que han impactado en México en cuestiones de seguridad; y ha resuelto múltiples problemas no tan visibles para quienes estamos fuera de Estados Unidos.
También trabajado en temas que el presidente no siempre puede abordar, demostrando que su papel ha sido más activo de lo que parece. Y ahora, en su candidatura presidencial, sí que está demostrando su verdadera capacidad.
Por supuesto que hay desafíos y comparaciones. Comenzando porque la situación en Estados Unidos está muy dividida: más o menos un 40% ya tiene claro a quién apoyar, y el resto está en una verdadera batalla campal. Principalmente, porque Kamala se ha convertido en una candidata muy fuerte, a tal punto que Trump y su equipo están bastante preocupados y enojados porque “ya no dominan las primeras planas” como antes, cuando la salud física y mental de Joe Biden estaba en duda. Ahora, Biden se ha retirado y apoya a Kamala, quien a su vez, cuenta con el respaldo total del partido demócrata.
Por otro lado, aunque Trump tiene seguidores leales, no se sabe cuál es su límite. Estaba totalmente confiado en que Kamala “no había demostrado competencia”, pero esta líder “sacó la garra” y destila talento en su campaña. Es una verdadera contendiente.
Puede que en algunas entrevistas, Kamala haya cometido errores verbales y críticas como todos, pero en eventos recientes como los de Milwaukee y Houston, se mostró poderosa, respaldada por un buen equipo, y dando discursos claros.
Kamala dijo NO al retroceso y al caos del 6 de enero que causó Trump, y prometió avanzar hacia algo mejor. Rechazó las viejas injusticias y afirmó que es momento de avanzar hacia algo mejor. Casualmente, este es el discurso que están prometiendo las mujeres que aspiran a la presidencia, entre ellas Claudia Sheinbaum, porque siguen la política de cerca, al igual que nosotros, el público.
Kamala ha demostrado que tiene todo lo necesario para ser una candidata presidencial. Pero todos nos preguntamos cuál será la estrategia a futuro. ¿Acaso se centrará en temas y posiciones específicas o encontrará la manera de romper barreras y escalar montañas de hielo? ¿Será cierto que tendrá ese ímpetu todos los días?
Kamala y Trump: como David y Goliat
Es una realidad que la política en Estados Unidos está en un estado de volatilidad nunca antes visto. Por un lado seguidores pura sangre de Trump buscan un retorno a la confrontación y al espectáculo, mientras que los de Kamala se acogen a una propuesta de progreso y estabilidad.
Como lo mencionaba antes, Kamala se ha mostrado firme y progresista en sus discursos, apostando por una victoria, en una lucha épica al mejor estilo de David contra Goliat.
Recordemos que esta metáfora de la Biblia, David venció a Goliat con una piedra, la misma piedra con la que Miguel Ángel hizo esculturas, con la que un hombre se sentó a ver pasar el tiempo, con la que los niños juegan, y la que algunos consideran como “la piedra filosofal.”
Entonces, ¿podrá Kamala derribar a Trump como David derribó a Goliat? Esa piedra podría ser la clave, representando la verdad, un nuevo comienzo, o una gran construcción política. Vale la pena preguntarse también: de qué tamaño es esa piedra y qué tan buena puntería tiene Kamala.
La batalla épica se avecina, faltan cuatro meses, se respira incertidumbre, se transpira turbulencia política. Los seguidores de Kamala buscan moderación, mientras que los de Trump exigen un knockout. Kamala se mueve bien, es dinámica y más joven que Trump, aunque no tiene su experiencia en el escenario político y mediático.
Pienso que Kamala tiene que mostrar sensatez y agresividad ante la presión de Trump, porque como decía antes, la política en Estados Unidos parece dinamita lista para explotar. Los ánimos están caldeados, hay incertidumbre, emoción, y los seguidores de Trump quieren ver sangre.
Los seguidores de Trump han tenido que ver a Kamala emerger de la cenizas de Biden como el ave Fénix, convertida en una contendiente seria y poderosa en la carrera presidencial. Acuérdense de mis palabras: la capacidad que tenga para manejar la presión y su habilidad para comunicarse de manera efectiva, serán cruciales en estos días.
¿Qué piensas sobre Kamala? ¿Crees que tiene lo necesario para liderar a Estados Unidos?