¿Te imaginas a alguien jugando con su Nintendo Switch en 1889? Probablemente no, y con razón. Cuando hablamos de Nintendo, lo primero que se nos viene a la mente son videojuegos, consolas y personajes icónicos como Mario, Zelda o Pokémon.
Sin embargo, lo que muchos ignoran es que esta compañía japonesa, que revolucionó la industria del entretenimiento digital, tiene orígenes mucho más antiguos de lo que cualquiera imaginaría. Tanto, que fue fundada en 1889, más de tres décadas antes de la caída del Imperio Otomano, un dato que parece salido de un libro de historia alterna.
Un viaje en el tiempo: De naipes a consolas
La historia de Nintendo es un verdadero viaje en el tiempo que nos lleva a una época que hoy nos parece lejana. Cuando Nintendo nació, el Imperio Otomano todavía era una potencia significativa, gobernando vastos territorios en el Medio Oriente, el sudeste de Europa y el norte de África. La caída definitiva de este imperio, que marcó el fin de una era, no ocurrió hasta 1922, después de la Primera Guerra Mundial. Esto significa que Nintendo vio el declive de uno de los imperios más longevos de la historia.
En sus primeros años, la compañía se enfocaba en un mercado de nicho. El Hanafuda era un juego popular en Japón, y Nintendo se hizo un nombre por la calidad de sus cartas. Sin embargo, para sobrevivir a lo largo de las décadas, la empresa tuvo que adaptarse y reinventarse una y otra vez.
Nintendo y los grandes cambios históricos
Pensemos en esto: cuando Nintendo se fundó, la torre Eiffel llevaba apenas tres meses inaugurada en París. La dinastía Qing aún gobernaba China, y en México Porfirio Díaz estaba en pleno poder, 21 años antes de la Revolución Mexicana. Incluso personajes como Van Gogh, Nietzsche o Tolstói todavía estaban vivos.
Nintendo atravesó momentos de crisis y transformación global que casi parecen sacados de un documental de historia universal. Sobrevivió a:
- La Primera Guerra Mundial (1914-1918).
- La pandemia de gripe española (1918-1920).
- La Gran Depresión (1929).
- La Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Mientras tanto, el Imperio Otomano, considerado en ese entonces el “enfermo de Europa”, se desmoronaba tras siglos de gloria y decadencia. Para cuando Nintendo llevaba 33 años fabricando cartas, el sultán Mehmed VI era depuesto y el mapa político de Medio Oriente se transformaba para siempre.
De naipes a consolas: la reinvención
A diferencia de muchos imperios y empresas que no lograron adaptarse a los cambios de su tiempo, Nintendo entendió que la clave de la longevidad estaba en la reinvención constante. Durante el siglo XX probó con negocios tan diversos como un servicio de taxis, hoteles del amor y hasta una cadena de comida instantánea.
A finales de los 70, Nintendo hizo la transición que la catapultaría a la fama mundial. La compañía se adentró en el mundo de los videojuegos. El primer gran éxito fue un juego arcade llamado «Donkey Kong», que introdujo a personajes icónicos como Mario (originalmente conocido como «Jumpman»). El éxito de «Donkey Kong» no solo salvó a Nintendo, sino que también la preparó para su siguiente gran paso.
El Nintendo Entertainment System (NES), lanzado en 1985 en América del Norte, cambió el panorama del entretenimiento para siempre. En una época en la que la industria de los videojuegos se había desplomado, la NES resurgió de las cenizas. Con títulos legendarios como «Super Mario Bros.» y «The Legend of Zelda», Nintendo demostró que los videojuegos no eran una moda pasajera, sino una forma de arte y entretenimiento que había llegado para quedarse.
Datos curiosos que refuerzan lo sorprendente
Nintendo tiene más de 130 años de historia, mientras que países como Israel (1948) o incluso instituciones como la ONU (1945) son mucho más jóvenes.
Cuando la compañía nació, no existía el cine tal como lo conocemos; los hermanos Lumière no proyectarían su primera película hasta 1895.
En ese mismo año (1889), el famoso Jack el Destripador seguía aterrorizando Londres.
Mientras el Imperio Otomano intentaba modernizarse para sobrevivir, Nintendo ya estaba pensando cómo expandir su negocio en Japón.
Si comparáramos, Nintendo es más vieja que el avión, la televisión y hasta que la teoría de la relatividad de Einstein (1905).
Nintendo como imperio moderno
Hay algo poético en esta comparación: el Imperio Otomano, uno de los más longevos de la historia, desapareció en 1922, mientras que Nintendo, mucho más joven en ese momento, apenas empezaba a escribir su camino. Hoy, un siglo después, Nintendo se ha convertido en una especie de “imperio digital”, con sagas que han vendido cientos de millones de copias y una legión de fans que trasciende generaciones.
La caída del Imperio Otomano marcó el fin de una era. En cambio, Nintendo se convirtió en un símbolo de cómo la innovación, la cultura y la capacidad de reinventarse pueden darle a una empresa una vida más larga que la de muchos estados y sistemas políticos.
Que Nintendo haya sido fundada antes de la caída del Imperio Otomano no es solo una anécdota curiosa: es una manera de recordar lo cambiante y sorprendente que puede ser la historia. Mientras imperios milenarios desaparecen, pequeñas ideas como la de fabricar cartas en un taller de Kioto pueden trascender el tiempo, adaptarse a cada generación y convertirse en gigantes globales.
La próxima vez que enciendas una consola o escuches la musiquita de Mario saltando entre tuberías, piensa en esto: ese sonido viene de una empresa más antigua que la mayoría de los países modernos, una compañía que ya existía cuando el mundo aún hablaba en términos de sultanes, zares y emperadores.
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