Las protestas parecen ser el eco natural de la rebeldía estudiantil. Pero tras las protestas de la semana pasada en los campus universitarios de Columbia, Yale, Princeton, NYU, UCLA, Northwestern y Texas, se entretejió una trama compleja de influencias y manipulación. ¿Será que Trump está detrás de este movimiento antagónico para desbalancear a Biden y a los demócratas?
‘Que lance la primera piedra’ quien no haya protestado alguna vez, expresado su desacuerdo, se haya quejado, o rechace algo que considera injusto. Seguramente muchos han decidido marchar con pancartas, otros han entrado en huelga, otros más han llamado la atención de formas bizarras. Es que el verbo protestar es innato al espíritu de rebeldía de adolescentes y jóvenes universitarios, y así lo hemos visto a lo largo de la historia. Todo bien hasta aquí.
¡Pero cuidado! No caigamos en la ingenuidad ni dejarnos “meter los dedos en la boca”. Detrás de esta ola de protestas que se han estado llevando a cabo en los campus universitarios de Columbia, Yale, Princeton, NYU, UCLA, Northwestern y Texas, no hay solamente chicos idealistas y desinformados que sueñan con una Palestina libre, y con un mundo en paz. Uno que otro es de extrema izquierda, antisemita, hijo de extranjeros que importaron el odio desde sus países de origen. Lo que preocupa es que detrás de ellos se esconden multitudes de hombres enmascarados que ‘saben lo que hacen’. Que cubren sus caras promoviendo el anonimato. Eso no es ni idealismo ni es casualidad. Ya verán por qué
No confundir estas protestas con movimientos estudiantiles
Es un error pensar que las protestas universitarias, llevadas a cabo en varios campus de Estados Unidos, son movimientos estudiantiles, al igual que considerar a los agitadores externos que las protagonizan como parte separada de estas protestas. Lo que ha sucedido es que los activistas estudiantiles han estado trabajando de la mano de esos agitadores externos, con quienes están vinculados a través de redes activistas clandestinas.
Al igual que en protestas como Black Lives Matter en 2020, hay agitadores externos, matones antifa, revolucionarios marxistas-leninistas, radicales palestinos e islamistas, entre otros. Su papel ha sido clave en la organización y escalada de estas protestas, y de campañas anti-Israel, que se han llevado a cabo desde ese fatídico 7 de octubre del año pasado. Y es que esta red de agitadores externos es financiada y respaldada políticamente por organizaciones progresistas sin fines de lucro, ONG y fundaciones lideradas por multimillonarios alineados con el Partido Demócrata. Así como lo leen.
No lo digo yo, lo dice el periodista Park MacDougal quien publicó hace algunos días una aterradora investigación en el Magazín Tablet, muy bien documentada, llamada “The People Setting America on Fire” (La gente que está incendiando a América).
Nos preguntamos de dónde provienen esos agitadores externos. MacDougal habla de “un movimiento» que recluta estudiantes y radicales dispuestos a arriesgar su vida, y que dependen, en gran medida, del financiamiento de donaciones hechas organizaciones sin fines de lucro conectadas con niveles superiores del Partido Demócrata.
Según informes del New York Post, el movimiento de protesta organizado en el campus de la Universidad de Columbia, fue llevado a cabo principalmente por tres grupos: Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), Voz Judía por la Paz (JVP) y Dentro de Nuestra Vida (WOL).
Me detengo en Voz Judía por la Paz (JVP) para explicar que se trata de la rama «judía» de este movimiento de Boicot, respaldado por grandes donantes progresistas como Rockefeller Brothers Fund, quienes facilitaron la venta del acuerdo nuclear que firmó el expresidente Obama con Irán, en 2015.
Estos agitadores externos son anarquistas. Su objetivo es presionar a las universidades a que se desvinculen de Israel. Arman sus tiendas de campaña y se apropian de los campus autoproclamándolos como “zonas autónomas o libres”; buscan chocar con la policía, acosan a estudiantes judíos, prohíben filmar desde el exterior. ¡Lo peor de todo es que muchos de ellos ni estudian en estas prestigiosas universidades!
Resulta que cuando la policía despejó la semana antepasada los campamentos de las Universidades de Texas, Columbia y Nueva York, aproximadamente la mitad de los arrestados (45 de 79 en Texas y 134 de 282 en Nueva York), no tenían conexión alguna con la universidad en la que fueron arrestados. ¡Lo anterior tampoco es casualidad!
No sé si se habrán dado cuenta, pero todas las tiendas de campaña que arman en los campus de las universidades son iguales. ¡Tampoco es coincidencia! Kyle Shideler, director de seguridad nacional y contra terrorismo del Centro de Política de Seguridad en Washington, D.C., y un experto en extremismo de izquierda, menciona que los organizadores les dijeron a los manifestantes que compraran una tienda de campaña y enviaron un documento de Google con un enlace a esa tienda de campaña específica en Amazon. “Así que todos salieron y compraron la misma tienda de campaña».
La verdadera cara de quienes andan detrás de estas protestas
En la investigación publicada en el Magazín Tablet, MacDougal desenmascara una realidad macabra. Expone evidencias de que islamistas, movimientos de extrema izquierda y multimillonarios norteamericanos pro-demócratas -dueños de prestigiosas empresas, ONG y fundaciones-, andan detrás de estas protestas universitarias, que tanto ruido han generado en la opinión pública.
Todo está organizado mis queridos lectores. Detrás de cada acción ha habido tácticas que han requerido de instrucción y entrenamiento por parte de ‘una mano negra’, que el mismo MacDougal desenmascara en esta investigación.
Hay pruebas. Imágenes obtenidos en la Universidad de Columbia, muestran a una tal Lisa Fithian, “consultora profesional de protestas”, enseñando a los estudiantes cómo bloquear accesos con barreras físicas improvisadas, para impedir el paso. También hay videos en UCLA que muestran hombres enmascarados, liderando un entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo.
Estas protestas son una verdadera mezcla de contenido revolucionario y escogieron interactuar en campus universitarios. Una ‘mezcolanza’ de ideologías… El anarquismo ondea banderas palestinas junto al islamismo radical, el nacionalismo árabe, el comunismo revolucionario, ¡hasta han elogiado a Corea del Norte! El factor común es todos se oponen a Israel y a Estados Unidos, visto como “el imperio patrocinador” del “genocidio” en Palestina.
Recordemos que normalmente estas protestas suelen estar encubiertas por movimientos izquierdistas antagónicos y extremistas. Incluso en México, se ven a través de los famosos «porros», y de los Halcones en1968 que aún recordamos.
Shideler asegura que estamos viendo una verdadera mezcla de diferentes tipos de agitación radical, y todo se está activando al mismo tiempo. «En el lado de la izquierda, tienes una amplia variedad de izquierdistas revolucionarios que sirven a cualquiera que sea ‘la causa izquierdista del día’. Y por el otro lado tienes redes islamistas y palestinas como “Americanos Musulmanes por Palestina” y su subsidiaria “Estudiantes por la Justicia en Palestina”, CAIR, el “Movimiento Juvenil Palestino.” Y esto no termina así.
Por eso, no te pierdas el próximo domingo la segunda parte de este artículo de opinión. Te contaré sobre las empresas y multimillonarios famosos involucrados en la organización de estas protestas; en especial, sobre el caso de la Fundación Tides quien aparece en todas las transacciones de dinero oscuro. Se dice que Tides se ha integrado con simpatizantes del expresidente Obama, presentes en el partido demócrata de Estados Unidos. ¿Será que Trump está detrás de este movimiento antagónico para desbalancear al gobierno Biden y preparar el terreno para elecciones presidenciales?