La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una de las enfermedades articulares más comunes y representa un importante desafío para la salud pública a nivel mundial. Se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago articular, lo que provoca dolor, rigidez y pérdida de movilidad en las articulaciones afectadas.
Según datos recientes, aproximadamente 528 millones de personas padecen esta condición, con una prevalencia notablemente mayor en individuos mayores de 55 años y en mujeres. La artrosis no solo afecta la calidad de vida de quienes la sufren, sino que también se asocia con un aumento significativo en los años vividos con discapacidad.
A medida que la población envejece y las tasas de obesidad aumentan, se prevé que la incidencia de la artrosis continúe en ascenso. Esta enfermedad puede manifestarse en diversas articulaciones, siendo las más afectadas la rodilla, la cadera y las manos. Además, su desarrollo puede estar influenciado por múltiples factores, incluyendo lesiones previas, predisposición genética y el estilo de vida.
Claves para manejar el dolor y mejorar la calidad de vida con artrosis
Vivir con artrosis no significa resignarse al dolor. Desde el uso de tecnologías avanzadas como Coolief hasta cambios en el estilo de vida y tratamientos naturales, existen muchas estrategias para manejar esta enfermedad.
La detección temprana y el manejo adecuado de la artrosis pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes la padecen. Consulta siempre a tu médico para desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a tus necesidades.
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La radiografía, una herramienta confiable y económica
Aunque la resonancia magnética es considerada el estándar de oro para muchas enfermedades, estudios de la Universidad de Washington demuestran que una simple radiografía puede diagnosticar la artrosis con igual precisión, pero en menos tiempo y a un costo mucho menor.
Un diagnóstico oportuno permite adoptar cambios en el estilo de vida antes de que las articulaciones, como las rodillas (las más afectadas), sufran daños irreversibles.
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Conoce las limitaciones de los tratamientos convencionales
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno, son los medicamentos más utilizados para aliviar los síntomas. Sin embargo, según la Dra. Kelli Allen, del Centro Thurston de Investigación sobre Artritis, estos medicamentos no detienen el daño progresivo de las articulaciones y pueden ocasionar efectos secundarios graves. Su uso debe ser moderado y bajo supervisión médica.
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Beneficios de los tratamientos tópicos
Geles, parches y gotas con AINE han demostrado reducir el dolor en un 50% durante 12 semanas en la mitad de los pacientes. Además, como estos tratamientos no se absorben completamente en el torrente sanguíneo, disminuyen el riesgo de efectos adversos graves, como hemorragias digestivas o problemas cardíacos.
Sin embargo, deben evitarse si el paciente tiene enfermedades renales o está usando AINE por vía oral.
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Los riesgos de los opioides
Un análisis de 240 pacientes reveló que los usuarios de opioides no solo no experimentaron mejoría significativa, sino que algunos sintieron más incomodidad tras un año de uso.
Dada su naturaleza adictiva y sus efectos adversos, los especialistas desaconsejan recurrir a estos fármacos para tratar la artrosis.
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Cuida tu corazón
La artrosis no solo afecta las articulaciones: también incrementa un 24% el riesgo de cardiopatías debido a la inflamación crónica, la reducción de actividad física y el uso de AINE.
Adoptar un estilo de vida activo y una dieta balanceada puede ayudar a mitigar estos riesgos.
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Complementos dietéticos que pueden ayudar
La curcumina (de la cúrcuma), el extracto de olíbano y el extracto de corteza de pino son los tres suplementos con mayor eficacia para reducir el dolor y la inflamación a corto plazo, según científicos australianos.
Estos compuestos pueden ser una opción natural para complementar el tratamiento médico.
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Precaución con las inyecciones de cortisona
Aunque las inyecciones de cortisona ofrecen alivio temporal, su uso prolongado puede causar mayor daño articular. Según Timothy McAlindon, del Centro Médico Tufts, estas inyecciones no son una solución sostenible para el manejo de la artrosis.
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Maneja el insomnio asociado a la artrosis
La falta de sueño no solo agrava el dolor, sino que afecta la calidad de vida de quienes sufren artrosis. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser eficaz para mejorar el descanso y reducir el dolor en pacientes con esta condición, según un estudio de la Universidad Johns Hopkins.
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Coolief, una innovación prometedora
Este dispositivo utiliza ondas de radio enfriadas con agua para bloquear temporalmente las señales de dolor en la rodilla. Los pacientes que han probado Coolief informan un alivio significativo que puede durar hasta 12 meses, superando a los efectos de las inyecciones de cortisona.
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