Esta semana fueron despedidos cientos de investigadores, médicos y científicos de élite que trabajaban en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en EE.UU, y que lideraban equipos de investigación sobre Parkinson, VIH, trastornos neurológicos y enfermedades infecciosas.
Ojalá Claudia Sheinbaum aprovechara la oportunidad de tener a estos científicos extranjeros en el país porque su conocimiento e investigación daría gran ventaja a la ciencia y la medicina en México y de aquí, al mundo. Antes de continuar me pregunto : ¿por qué en las últimas cinco décadas, los presidentes y políticos, acabaron con el desarrollo científico en México?
Esta sorpresiva movida de “reestructuración” es parte de la devastadora purga de empleados federales que ahora afecta el sector salud de EE.UU. bajo la batuta del secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert Kennedy Jr.; pero que se suma a los recortes liderados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental, de Elon Musk, cuya misión (que decidió aceptar al mejor estilo de “Misión Imposible” ) es “limpiar la burocracia federal”.
Me causa mucha curiosidad descubrir que entre los “damnificados” de esta “cruzada para desmantelar buena parte del aparato burocrático federal” está el Dr. Richard Youle, experto en trastornos neuro degenerativos, quien hace un año recibió el Premio Breakthrough (considerado el Oscar de la ciencia) por sus avances sobre el mal de Parkinson. Un año después, el Dr. Youle ya no tiene empleo ni podrá continuar desarrollando la cura de esta enfermedad que afecta a más de 10 millones de personas de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Me pregunto qué pasará con todos esos datos recopilados durante todos estos años en pro de la prevención y la cura de enfermedades; y qué sucederá con todos estos pacientes que estaban participando en estos ensayos clínicos. La cruda realidad es que el avance y desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades se truncaron en plena administración Trump.
Lanzo esta propuesta: si EE.UU. anda despidiendo a sus científicos, México debería acogerlos. Es una gran oportunidad para que Claudia Sheinbaum aproveche estos talentos, los invite a trabajar y a continuar con sus investigaciones en nuestro país; y convierta a México en punta de lanza de investigaciones médicas y desarrollo científico a nivel internacional, antes de que lo hagan Rusia o China. Estoy seguro de que México se convertiría en un referente mundial en investigación científica y desarrollo médico.
