Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Columna de opinión:

Cabrón, chispa y casual

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Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Cuando unas grúas chinas, sustituyeron al agente 007

Cuando unas grúas chinas, sustituyeron al agente 007

En pleno 2024, cuando hablamos de espionaje, siempre salen a relucir las clásicas y “fabulosas” leyendas de antaño: el caballo de troya, cuando los griegos decidieron que la mejor manera de entrar a territorio enemigo fue construir un caballo de madera gigante (porque, claro, ¿quién sospecharía de un regalo tan «discreto»?) y luego esconderse dentro de él. O la famosa “Mata Hari”, aquella bailarina exótica que supuestamente espiaba para Alemania durante la Primera Guerra Mundial. Ni qué decir de “Garganta Profunda”, el informante del caso Watergate que parecía salido de una película de conspiración al mejor estilo Hollywood. O los agentes de la CIA, el FBI o el MI6, que en lugar de dedicarse a salvar el mundo, fueron acusados de vender secretos a la URSS en plena Guerra Fría. Por último, ¡cómo olvidar a James Bond! El agente 007, con sus martinis agitados (no revueltos), y su capacidad sobrehumana para salvar el día entre películas como “Goldfinger”, “You Only Live Twice”, “Skyfall” o “Spectre”. Pero, como siempre, la realidad supera la ficción, y hace que todas estas historias parezcan un cuento de hadas.

Esta semana, me enteré que esta vieja práctica de obtener información secreta o confidencial “sin permiso”, con el objetivo de influir en asuntos políticos, militares o económicos, sigue tan vigente como en aquellos días…

Ahora, los nuevos «agentes secretos» del mundo no son personas en trajes elegantes, ni super espías con gadgets imposibles. Ahora, los protagonistas del espionaje global son… grúas gigantes. Sí, de esas que mueven contenedores en los puertos, pero hechas en China. ¡Increíble, pero cierto!

Y claro, EE.UU. está más que alarmado porque parece que el simple hecho de que China fabrique, repare y maneje estas máquinas gigantes les da automáticamente un «pase VIP» para espiar todo lo que pasa en los puertos, poniendo en jaque la seguridad nacional. Como si una grúa con módem fuera el nuevo James Bond.

Y es que son miles de millones de datos a los que está accediendo China, al controlar estas labores. Hablamos de recopilar datos y analizar información. ¿Pero para qué los usan? Esa es la preocupación que Gene Seroka, director ejecutivo del puerto de Los Ángeles, le hizo saber a Bloomberg hace unos días.

Resulta que desde hace casi dos décadas, 300 puertos estadounidenses comenzaron a equiparse con grúas elaboradas por la empresa china Shanghai Zhenhua Heavy Industries (ZPMC). Estas estructuras, normalmente se encargan de mover miles de contenedores al día, desde la tierra a los barcos y viceversa, conviertiéndose en herramientas vitales para el comercio estadounidense. Hasta ahí, todo bien.

Pero la novedad es que, de acuerdo con The Wall Street Journal, el comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes y el Comité de la Cámara de Representantes sobre Competencia Estratégica con China, investigaron 200 de estas máquinas, que iban con destino a EE.UU., y encontraron que vienen equipadas de “ciertos componentes, incluidos módems móviles.” Hablamos de sensores inteligentes que pueden registrar y rastrear fácilmente la procedencia y el destino de los contenedores. El informe reitera que dichos “componentes”, poco o nada tiene que ver con el funcionamiento de las grúas como tal; además de no contar con una explicación lógica sobre su rol.

Parece que estas enormes estructuras,  incorporan hardware y “componentes de comunicación”, que sirven para monitorear operaciones de manera remota,  programar tareas de mantenimiento y otros fines, como “espiar”, de acuerdo con los hallazgos de la investigación realizada por los comités.

Pero, ¿qué pruebas tiene EE.UU. para asegurar que se trata de actividades que realiza el gobierno chino para recopilar datos sobre su principal rival, competidor y enemigo?

Comenzado porque estos “componentes de comunicación”, fueron instalados en una fábrica adyacente al astillero de Jiangnan, donde se construyen algunos de los buques de guerra más avanzados de la Armada china. La firma matriz de ZPMC,  China Communications Construction Company, tiene un acuerdo de cooperación estratégica con la Armada, lo que representa un riesgo para la seguridad nacional de EE.UU.

China niega cualquier tipo de espionaje. Por supuesto que ZPMC no se iba a quedar atrás ante tales declaraciones. Así que se defendió diciendo que sus grúas no son un riesgo de ciberseguridad para ningún puerto de EE.UU, en tanto siguen al pie de la letra, las leyes y regulaciones que exigen los países en  donde operan. Además, aseguran que fabrican y entregan todos sus equipos, de acuerdo con las normas internacionales. Asimismo, el el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, indicó que esa idea de que China utiliza grúas en los puertos para recopilar información que amenaza la seguridad de EE.UU es “completamente absurda».

Viéndolo de esa manera, todo parece indicar que los chinos quieren mantener, a como de lugar, a sus clientes norteamericanos. ¿Acaso estas acusaciones de EEUU son una excusa para abusar del poder estatal y perseguir empresas chinas en aras de la supuesta fragilidad de la seguridad nacional?

Pero eso no quiere decir que la Casa Blanca no esté indignada y “haya puesto el grito en el cielo”, con el fin de resguardar esa ciberseguridad marítima que tanto le preocupa, y así evitar la tentación de que los chinos espíen sus puertos.

El gobierno está dispuesto a invertir 20.000 millones de dólares en el transporte marítimo y trabajar de la mano con otras empresas de grúas,  como la japonesa Mitsui E&S; e incluso, comprar maquinaria a otros países (todos menos China), para levantar, mover o transportar sus containers en sus puertos.

La realidad es que espionaje de estos tiempos, llevado a cabo por gobiernos, agencias de inteligencia o incluso empresas, ahora involucra técnicas como módems móviles y quien sabe qué más tecnologías de alta vanguardia desarrolladas con IA, para vigilar cada movimiento que se lleva a cabo en un puerto; para interceptar comunicaciones, e incluso, robar información clasificada, conviertiéndose en una amenaza para la seguridad nacional de un país, que está a puertas de unas de las elecciones más debatidas y complejas de su historia.

Entonces, después de décadas de agentes secretos en esmoquin y villanos de opereta, ahora el futuro del espionaje parece estar en manos de… grúas gigantes chinas. ¡Qué ironía! Quién diría que en lugar de una intrincada red de espías a lo «Misión Imposible», la próxima gran amenaza para la seguridad nacional estaría suspendida sobre los contenedores de carga.

Me pregunto si deberíamos empezar a preocuparnos también por los electrodomésticos Made in China, no sea que resulten ser «agentes durmientes» en nuestras cocinas…

Así que, la próxima vez que veas una grúa gigante en un puerto de EE.UU, tal vez no estés viendo una simple máquina: podría ser la nueva versión china del agente 007.

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