Por: Dr. Héctor Cárdenas Suárez*
*Presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, profesor de la práctica de las políticas públicas, Universidad de California Berkeley, presidente de The Ergo Group.
Los recortes en la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) están dejando sin atención médica, educación y programas de fortalecimiento institucional a millones de personas en los países más vulnerables. El repliegue de potencias como Estados Unidos y Reino Unido, sumado al debilitamiento de agencias clave, pone en riesgo décadas de avances en salud, derechos humanos y desarrollo sostenible.
En un hospital de Puerto Príncipe, Haití, decenas de personas con VIH hacen fila bajo el sol abrasador, esperando medicamentos que ya no llegan. En Mali, el cierre abrupto de un programa de alfabetización dejó a más de 20,000 personas sin acceso a la educación básica. Estas historias reflejan el impacto devastador de los recortes en la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), que han dejado a las poblaciones más vulnerables sin servicios esenciales.
La AOD es una herramienta clave para combatir la pobreza, fortalecer instituciones democráticas y promover la estabilidad global. En 2024, la AOD global alcanzó los 212.1 mil millones de dólares, representando el 0.33% del ingreso nacional bruto combinado de los países donantes.
Sin embargo, solo cuatro países superaron el objetivo del 0.7% establecido por las Naciones Unidas: Dinamarca (0.71%), Luxemburgo (1.00%), Noruega (1.02%) y Suecia (0.79%). Los países de bajos ingresos recibieron el 16.1% de esta ayuda, mientras que África fue el principal destino regional, con el 26.8% del total.(OECD)
Estados Unidos continuó siendo el mayor proveedor de AOD entre los países miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE en 2024, con un total de 63.3 mil millones de dólares, representando el 30% del total de la AOD del CAD. (OECD)
Eso ha cambiado drásticamente este año. Bajo la administración de Donald Trump, Estados Unidos ha desmantelado la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), eliminando el 83% de sus programas y transfiriendo el resto al Departamento de Estado. Estas acciones han afectado gravemente la respuesta a desastres y la asistencia humanitaria global. Además, países como el Reino Unido han reducido su AOD del 0.5% al 0.3% del ingreso nacional bruto para aumentar el gasto militar.
En México, la desaparición de programas financiados por agencias como USAID, el Departamento de Trabajo de EE. UU. (USDOL) y la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) ha debilitado los esfuerzos para fortalecer la democracia y la rendición de cuentas.
Estos organismos apoyaban iniciativas para combatir la corrupción, promover la transparencia sindical, elevar la calidad de la justicia, prevenir la discriminación contra las mujeres y mejorar la seguridad ciudadana. Su ausencia deja un vacío difícil de llenar, especialmente en un contexto de recortes presupuestales y debilitamiento de las instituciones autónomas.
Un destacado artículo de 2023, “Aid effectiveness in sustainable development: A multidimensional approach”, evalúa la efectividad de la ayuda internacional (ODA) en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los autores concluyen que la ODA tiene un impacto positivo y significativo, aunque variable según el país, sector e indicador. En torno a dos tercios de los países receptores experimentaron beneficios claros entre 2000 y 2013, especialmente en salud, educación, agua, saneamiento y fortalecimiento de alianzas.
A pesar de críticas sobre ineficiencia, este y otros estudios muestran que los beneficios netos de la ODA superan con creces los costos. Esto refuerza el argumento de que los recortes, como los impulsados por la administración Trump, tienen consecuencias profundas, especialmente en regiones y sectores vulnerables.
México, por su nivel de ingreso, ya no es uno de los países que más reciben ODA, sin embargo, la asistencia técnica es un elemento fundamental para muchas organizaciones de la sociedad civil y para fortalecer instituciones clave como el poder judicial. Es fundamental que la sociedad mexicana reconozca la importancia de la cooperación internacional y exija la restauración de estos apoyos para construir un futuro más justo y equitativo.
También puedes leer: Hijos de la mafia: “yo no soy mi padre”
