Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Columna de opinión:

Cabrón, chispa y casual

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Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Mientras yo veía cómo me colaba en las fiestas a los 14 años, Siddhartha inventaba…

Mientras yo veía cómo me colaba en las fiestas a los 14 años, Siddhartha inventaba…

¿Qué hacías cuando eras un adolescente y tenías 14 años? La verdad es que yo era bastante mal portado y andaba con mis amigos viendo a qué niña nos ligábamos y cómo nos colábamos en fiestas para que nos saliera gratis la bebida. Por otro lado, ya quería ser periodista y andaba con mi cámara para arriba y para abajo. También hice de todo: cociné, compré radios CB de corto alcance, autoestéreos y hasta jeans en Tepito, para luego revenderlos en la escuela. Gracias a esa compraventa me ganaba unos pesos para poder salir con mis amigos, porque mi papá se había dado la vuelta después del divorcio y no me mantenía.

Bueno, esos éramos los adolescentes “promedio” que nos creíamos superhéroes, y que además siempre teníamos un amigo “nerd” o “geek” de la tecnología —ese que no jugaba nada de lo que hacíamos, que era pésimo para los deportes pero brillante para álgebra—; que prefería desarmar y luego volver a armar el radio del papá, y pasar el fin de semana diseñando algún adefesio robótico con lo que había en el garaje y en la caja de herramientas…

Hablando de mini genios —a quienes admiro profundamente—, quiero compartirles la historia de un niño de 14 años oriundo de la India, que lleva el nombre del mismísimo Buda: Siddhartha.

No solo ha diseñado prótesis de brazos que cuestan apenas 150 dólares —en comparación con las tradicionales que pueden superar los 30,000 dólares—, sino que ya fundó su startup, que crea y vende kits de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para estudiantes. Además, inventó una banda para el brazo que detecta caídas en personas mayores con una precisión del 96.1 %, superando incluso a los relojes inteligentes. Y, recientemente, creó una app para smartphone, Circadian AI, que detecta enfermedades del corazón en segundos.

¡Lo más fascinante es que Siddhartha no es ni estudiante de medicina ni, mucho menos, médico! A propósito, ¿recuerdan “El médico Doogie”, la comedia de los noventa sobre un genio de 16 años que se graduó de la universidad a los 10 y terminó medicina a los 14? Bueno, me recuerda a ese personaje…

El buen Siddhartha se obsesionó con inventar una aplicación capaz de detectar anomalías cardiovasculares en su etapa inicial y con crear una herramienta que pudiera ayudar a muchas personas mediante procedimientos de detección no invasivos.

Pasaba días enteros frente a su computadora, aplicando la inteligencia artificial al ámbito de la salud. Luego, comenzó a hacer pruebas en pacientes en la India, con tan buenos resultados que su app detectó y diagnosticó a más de 40 personas con posibles enfermedades cardiovasculares, cada una en un lapso de siete segundos, lo cual es impresionante. Porque detectar una enfermedad cardiovascular es difícil: muchas veces es asintomática y depende de chequeos médicos rutinarios. Conforme avanzaba su hallazgo, utilizó la aplicación en distintos puntos de atención médica en EE. UU., y las pruebas se realizaron en aproximadamente 15,000 pacientes.

Recordemos que, hasta ahora, solo se detectaban estas afecciones cuando el paciente ya estaba en una fase avanzada e incluso terminal: con bloqueos graves en las arterias, insuficiencia cardíaca o tejido muerto.

El “pequeño gran inventor” de Circadian AI comenzará a estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad de Texas, en Dallas. ¿Se imaginan lo que logrará hacer en unos años, cuando se gradúe, si a los 14 se dio a la tarea de desarrollar un producto funcional, real, a punta de visitas a hospitales e instituciones, hablando con personal médico, pacientes y otros expertos sobre enfermedades cardiovasculares, y recopilando los datos necesarios para alimentar su app…? Si a los 14 creó un modelo de inteligencia artificial sólido, al que entrenó y reentrenó hasta quedar completamente satisfecho con los resultados, y ya está analizando sonidos pulmonares para detectar embolias, retención de líquidos y hasta neumonía… bueno, ¡en 10 años habrá diseñado un corazón, un pulmón o un sistema cardiovascular con pura IA! ¿Qué sé yo?

Lastimosamente, la app Circadian AI solo está disponible, por el momento, para uso clínico y por personal autorizado. Eso sí: es como otro dispositivo médico, pero en este caso, el usuario solo tiene que colocar su smartphone cerca del corazón y grabar el sonido de sus latidos. La app hace el resto: procesa las palpitaciones mediante algoritmos, luego las envía a un modelo de aprendizaje automático alojado en la nube; y este entrega un resumen del estado cardíaco. Finalmente, muestra los resultados y explica qué parámetros considera “normales” y cuáles “podrían requerir atención médica”.

Esto no significa que vaya a reemplazar los electrocardiogramas o los ecocardiogramas, porque solo detecta que hay una enfermedad, no cuál en específico.

Cómo me hubiese gustado ser amigo de Siddhartha y ser testigo de su genialidad; poder decir que fue mi amigo el que creó una app que monitorea mi corazón y detecta si hay anomalías. Ese amigo que se la pasaba trasteando para crear máquinas “inútiles” los fines de semana, en vez de jugar fútbol con nosotros; ese que salvará la vida de algunas de las 19.91 millones de personas que mueren a causa de enfermedades cardíacas, pero que ahora pueden ser diagnosticadas a tiempo. ¡Ese sí es un superhéroe, y no necesita disfraz!

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