Créditos: BBC
Antes de hacer cita con el cirujano o bien de tomar la decisión, pregúntale a tu pareja o a tu esposa qué opinaría de que te inyectas el pene para crecerlo. Si te dice que sí o que qué buena idea, puede esté insatisfecha sexualmente o que le parece muy chiquito tu pene, pero si por el contrario te dice que no es necesario, entonces puedes considerarlo solo por el gusto, o para ganar confianza en ti.
Te platico de este tema porque, hasta donde sabía, el ácido hialurónico se utilizaba como relleno solamente en los labios, pómulos y arrugas; en las ojeras para disimularlas, en el mentón y la mandíbula para contornearlos, para lubricar articulaciones y frenar el dolor causado por la artrosis, y en el cuero cabelludo con el fin estimular el crecimiento capilar…
Jamás se me pasó por la cabeza que se pudiera aplicar ácido hialurónico en el tejido blando, y debajo de la piel que recubre el… pene. Así como lo leen: ¡el pene!
Al menos eso afirman en Moorgate Aesthetics y Androfill, un grupo de cirugía estética para la salud sexual masculina en el Reino Unido. Estos médicos reciben 700 consultas mensuales sobre este tema, cuando apenas tenían 10. Y eso no es todo: actualmente realizan 130 engrosamientos mensuales.
¿A qué se debe esta necesidad de “aumento”? ¿de autoestima? ¿de deseo de “verse más grandes” ante los demás?
El objetivo del ácido hialurónico es engrosarlo, no alargarlo: aumentar su diámetro, su circunferencia en estado flácido… ¿La promesa? Complacer sexualmente a la pareja, o al menos sorprenderla, después de varios años juntos.
Los pacientes que se aplican entre 10 y 15 ml de esta inyección aseguran que también mejora su autoestima. Hay un testimonio de un hombre que se sentía avergonzado de su pene cuando se comparaba con otros en los vestidores del gimnasio. Después de infiltrarse, el hombre de 28 años afirma que su “confianza volvió a crecer”, que ya no tiene “nada que ocultar” y que “ahora es una persona diferente”… al menos durante 18 meses, porque luego debe repetir el procedimiento, que en 2018 costaba entre 4,000 USD en Estados Unidos y 700 euros en España; y que ahora debe estar por el doble.
Otro beneficiado en el Reino Unido dice que ahora “se siente mucho más grande y realmente feliz”: su circunferencia pasó de 12.5 cm a 15 cm. Aunque su novia confesó que al principio le daba miedo que le fuera a quedar demasiado grande…
Parece que los resultados del engrosamiento se notan de forma inmediata, pero hay que esperar entre tres y cuatro semanas antes de tener relaciones sexuales. Unas por otras…
Investigando sobre el tema, me encontré con una clínica especializada en técnicas de engrosamiento de pene en Valencia, avalada por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia y la International Society of Aesthetic Plastic Surgery… Prometen añadir volumen y grosor mediante la administración no solo de ácido hialurónico, sino también de grasa… o incluso de implantes de silicona, como en las cirugías de aumento de senos.
En su página web, varios pacientes aseguran que “los resultados son óptimos, el seguimiento es exhaustivo y la atención, constante”. Al parecer, quienes pasan por ahí quedan bastante satisfechos… y agradecidos. Pero así como hay personas felices con el engrosamiento, también hay detractores…
Es el caso de Asif Muneer, de la Asociación Británica de Cirujanos Urológicos. Todos los días trata de convencer a sus pacientes de que no se sometan a este procedimiento, ya que más allá de aumentar la circunferencia en estado flácido, no hay ningún beneficio real en la erección. Es decir, no mejora la función sexual…si eso es lo que les importa.
Peor aún: puede ocasionar complicaciones futuras, como necrosis (la muerte del tejido), infecciones, hipersensibilidad e irregularidades en la superficie del pene.
Y como en toda cirugía estética, te puedes encontrar con casos de rellenos no aprobados en los que los pacientes se autoinyectan vaselina o aceites, y luego llegan llorando a las clínicas con infecciones graves.
A los pobres cirujanos no les queda de otra que retirar la piel del eje del pene y hacer un injerto con piel de otra parte del cuerpo. Como dice el dicho: «sale más caro el caldo que las albóndigas».
Así que si ya andabas inyectándote ácido hialurónico en las patas de gallo, ahora sabes que hay quienes también rellenan a “su amigo”. Y sin ánimo de criticar (para gustos, colores), los apoyo, siempre y cuando les fortalezca la confianza, aunque sea por 18 meses y con una abstinencia de tres semanas…
Eso sí: antes de lanzarse al relleno «allá abajo», asegúrate de que sea en una clínica avalada y en manos de un cirujano brillante. Es más, les prometo que invitaré a un experto al programa en los próximos días. ¡Hay tema de sobra, mucha tela que cortar!
