Steven Spielberg, el mago del cine, nos recuerda que las historias más poderosas son aquellas que conectan generaciones, con nostalgia e innovación como sus herramientas más brillantes.
Crédito: espinof.com, National Endowment of Humanities.
Steven Spielberg, el genio indiscutible, es, sin discusión, uno de los directores más influyentes y prolíficos de Hollywood.
Su legado ha sido estudiado, analizado, desmenuzado y vuelto a ensamblar tantas veces, que parecería que ya no queda nada nuevo por decir. ¿Pero qué podemos hacer si sus éxitos de taquilla, su estilo inconfundible como narrador, y hasta su faceta como productor -que en los años 80 moldeó el entretenimiento masivo como pocos lo han logrado-, lo convierten en el mejor?
Su última, «Los Fabelman» (2022), un drama semi-autobiográfico inspirado en su adolescencia y en cómo comenzó su pasión por el cine, fue aclamada por la crítica y obtuvo siete nominaciones a los premios Óscar.
Y aunque no tuvo “un gran éxito comercial”, recaudó 45 millones de dólares en todo el mundo, frente a un presupuesto de 40 millones. A propósito: Spielberg ya está trabajando en su nuevo proyecto, una película original basada en un concepto suyo sobre un OVNI, que se estrenará en mayo de 2026. Así que fans: ¡prepárense!
Para celebrar que Spielberg sigue activo, con esa libertad creativa que lo caracteriza -y que muchos envidian-; sumado a su integridad artística, nos dimos a la tarea de de compartir su historia de vida y repasar 13 de sus películas más emblemáticas. Esta exquisita selección no solo recorre géneros, sino que también muestra las facetas del cineasta que, entre tiburones y dinosaurios, marcó a generaciones enteras.
Hay que comenzar diciendo que este cineasta es un hombre cautivado por la historia. Asegura que «tiene una fascinación profunda por la Segunda Guerra Mundial porque su padre luchó en esa guerra; y un interés en el Holocausto, porque sus padres hablaban abiertamente y sin tapujos sobre ello”.
Por supuesto que eran historias dolorosas, pero a la vez, cautivadoras para el joven Spielberg. Mientras sus películas “1941” y la trilogía de “Indiana Jones” abordan la Segunda Guerra Mundial de manera animada, ese periodo también es el tema de sus filmes más sobrios, como “Empire of the Sun”, “La lista de Schindler” y “Rescatando al soldado Ryan”.
Steven Spielberg: un narrador que transformó la cultura popular
Nacido en 1946 en Ohio, Spielberg creció en los suburbios de Haddonfield, Nueva Jersey, y Scottsdale, Arizona; y comenzó a hacer películas amateur cuando era tan solo un adolescente. Más tarde, estudió cine en la Universidad Estatal de California, Long Beach.
Todo comenzó en 1969, con su cortometraje de 22 minutos, “Amblin”, que se presentó en el Festival de Cine de Atlanta, lo que lo llevó a convertirse en el director más joven en firmar un contrato a largo plazo, con un importante estudio de Hollywood.
Se podría decir que los créditos subsecuentes de Spielberg como director, son una bibliografía de la cultura popular estadounidense: “Tiburón”, “Encuentros cercanos del tercer tipo”, “Indiana Jones: En busca del arca perdida”, “El color púrpura”, “Jurassic Park”, “Amistad”…
En orden cronológico de sus principales éxitos le «El Diablo sobre Ruedas» (1971). Porque antes de reinar en la pantalla grande, Spielberg se lució en televisión con esta gema aterradora.
Basada en una historia de Richard Matheson (autor y guionista estadounidense reconocido principalmente por su obra en los géneros de ciencia ficción, terror y fantasía), «El Diablo sobre Ruedas» es la historia de un hombre común que conduce por una carretera desértica, mientras es acosado por un conductor de un camión cisterna.
Lo que comienza como un “incidente menor”, se convierte en un juego de vida o muerte, ya que el conductor anónimo, cuya cara nunca se ve, parece decidido a eliminarlo. La película es una exploración de la vulnerabilidad humana en situaciones extremas y la lucha por la supervivencia. Definitivamente, Spielberg ya tenía “ojo clínico” para el suspenso.
El siguiente turno fue para «Tiburón» (1975): la película que cambió las reglas del juego. Un rodaje caótico, los primeros tiburones mecánicos y una solución ‘hitchcockiana’: mostrar poco al monstruo. El resultado fue un fenómeno que cambió la industria cinematográfica para siempre. Gracias a su icónica banda sonora, sus frases memorables y una campaña de marketing revolucionaria, Spielberg nos regaló el miedo al océano, y un clásico inmortal.
No podemos dejar de mencionar «Encuentros Cercanos del Tercer Tipo» (1977): la ciencia ficción íntima. En un giro inesperado tras «Tiburón», Spielberg optó por esta película, más pequeña, más personal, por así decirlo. Por supuesto que «Encuentros» no tenía el brío de «Star Wars», pero su sensibilidad única y su optimismo desbordante, sentaron las bases para la ciencia ficción que dominaría en los años 80. Una obra tan peculiar como influyente, con efectos de genios como Douglas Trumbull y Carlo Rambaldi.
Cuatro años después, llegó el héroe que necesitábamos: Indiana Jones «En busca del Arca Perdida» (1981). Y es que Si «Tiburón» cambió la industria, “Indi” definió el cine de aventuras. «El Arca Perdida» fue una carta de amor a los seriales de los años 30, con Harrison Ford redefiniendo el término «carisma». Definitivamente, fue un éxito que generó secuelas, cómics, videojuegos, y hasta una serie de televisión, consolidando a Spielberg como el maestro del entretenimiento nostálgico y espectacular.
Del espacio a la tierra: los hitos de Spielberg que transformaron el cine
Y la lista se pone mejor! Llega E.T., el amigo del espacio, en 1982. Esta película rompió récords y corazones. Con una historia íntima de amistad entre un niño y un alienígena, Spielberg combinó innovación tecnológica y un espíritu profundamente humano. «E.T.» encapsula todo lo que hace grande a Spielberg como director: su ojo afinado para los detalles, su capacidad de sorprendernos, y su talento para hacer llorar hasta a los más insensibles.
Spielberg se unió a Jeffrey Katzenberg y David Geffen para formar la empresa multimedia DreamWorks SKG en 1994. Spielberg también es presidente de la Fundación Starbright, que reúne la atención pediátrica, la tecnología y la industria del entretenimiento para mejorar la vida de niños gravemente enfermos.
Un indicio de la sensibilidad histórica de Spielberg apareció en 1987, con “Empire of the Sun”, una historia de crecimiento en el contexto de la ocupación de China por Japón.
Casi una década después, Spielberg superó su propio récord con esta joya: «Parque Jurásico» (1993). Mezcló monstruos, tecnología de punta y pura maravilla. Desde el primer “diplodocus” hasta los temibles velociraptores, «Jurassic Park» es una clase magistral de cómo combinar espectáculo y narrativa.
Definitivamente, la película fue referente, porque Spielberg utilizó animatronics revolucionarios para dar vida a los dinosaurios, de una manera nunca antes vista. Trabajó de la mano Stan Winston, un legendario creador de efectos especiales, para construir modelos a escala real que pudieran moverse y respirar como criaturas vivas.
Uno de los más impresionantes fue el animatronic del “Tyrannosaurus rex”, que medía más de 12 metros y pesaba varias toneladas.El “T. rex”, considerado el más complejo de todos, combinó un intrincado sistema mecánico con «memoria de acción» para realizar movimientos repetidos con precisión.
Se usó para escenas emblemáticas, como cuando rompe la cerca eléctrica. Además, Spielberg mezcló estos animatronics con efectos generados por computadora de Industrial Light & Magic (ILM), creando un equilibrio innovador que marcó un antes y un después en el cine.
«La lista de Schindler»: cine, memoria y humanidad
Ese mismo año, Spielberg le apostó a un crónica del Holocauso: “La lista de Schindler”. Spielberg, contó la historia del Holocausto a través de los ojos de Oskar Schindler, un industrial alemán rico. Filmada en un austero blanco y negro, “La lista de Schindler” le otorgó a Spielberg sus primeros premios Oscar como mejor director y mejor película.
«En ese momento, sentí que no estaba haciendo una película, estaba haciendo un documento basado en los hechos trágicos de la historia. Fue la primera vez que dejé descansar mi imaginación», asegura el director de 77 años.
Con las ganancias de “La lista de Schindler”, Spielberg estableció la Fundación Righteous Persons, una organización de subvenciones comprometida con el fortalecimiento de la vida judía. Una de sus ramificaciones, fue la Fundación para la Historia Visual de los Supervivientes del Holocausto, que graba testimonios de sobrevivientes, testigos, liberadores y rescatadores del Holocausto.
Por otro lado, la motivación para la creación de la Fundación Shoah, vino de las experiencias de Spielberg con los sobrevivientes del Holocausto durante el rodaje de la película. De hecho, muchos de los sobrevivientes que compartieron sus historias con él, nunca las habían contado a sus propias familias. Eso le dio la idea de crear “un cuerpo de historia viva.”
Spielberg también se preocupó por aquellos que niegan el Holocausto. Pensó que la mejor manera de poner fin a esa controversia para siempre, era dejar que las víctimas hablaran por sí mismas en sus propias palabras. A tal punto que más de cincuenta mil personas, de 57 países, han grabado sus historias.
Los testimonios actualmente se están indexando para permitir búsquedas por palabras clave y eventualmente serán distribuidos a museos y archivos del Holocausto alrededor del mundo.
Cinco años después de “La lista de Schindler”, Spielberg regresó a la Segunda Guerra Mundial con su épica de campo de batalla “Rescatando al soldado Ryan” (1998).
A propósito, el mismo director describe la película como «una historia moral sobre la pregunta última: ¿hasta qué punto se sacrifican jóvenes para salvar la vida de un solo joven similar?»En lugar de una aventura sin sangre al estilo de Hollywood, la película comienza con una desgarradora representación de la invasión del Día D.
La representación realista de la experiencia de los GI resonó entre los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, que finalmente se sintieron cómodos al hablar sobre el lado oscuro de la «buena guerra», lo que suscitó el interés público en el conflicto. Spielberg recibió el Oscar a mejor director por la película; pero los premios llegaron de otros lugares también, incluido el más alto honor civil del ejército de los EE.UU.: la Medalla al Servicio Público Distinguido.
Es importante saber que Spielberg enfatiza que el interés personal, más que la promoción de una causa, dictó su decisión de dirigir películas como “La lista de Schindler”, “Rescatando al soldado Ryan” y “Amistad” (1997), que narra un motín de esclavos en 1839. Al mismo tiempo se complace de que sus películas hayan despertado el interés público por la historia.
Asegura que lo que sucede a menudo, cuando los cineastas cuentan historias basadas en el pasado, es que la gente busca “la película de palomitas de maíz”, y no hay interés público. Solo patía. Así que podríamos decir que, el hecho de que el público estuviera discutiendo sobre historia, nuevamente, fue una de las cosas más satisfactorias de Spielberg ha aportado al mundo cinematográfico.
Spielberg: un cineasta que combina emoción, técnica y legado
A continuación, vino una de las películas más incomprendidas de Spielberg, que combina sensibilidad y ciencia ficción en un relato fascinante sobre la inteligencia artificial consciente. A pesar de su tono desigual, «A.I. Inteligencia Artificial» (2001) es una de sus obras más personales y audaces.
«Atrápame si puedes» (2002): El arte de la estafa, fue una “delicia cinematográfica” basada en hechos reales. Protagonizada por Leonardo DiCaprio y Tom Hanks fue divertido juego entre el gato y el ratón. Mezclando géneros con maestría, Spielberg demuestra que, más allá del espectáculo, domina el cine elegante y ligero como pocos lo hacen.
De la misma manera, en esta historia sobre el conflicto entre Israel y Palestina, Spielberg entregó una obra madura, técnica, moralmente compleja. Con ecos del cine de los año 70, «Munich» (2005), fue una venganza con conciencia y una reflexión amarga sobre la violencia y sus consecuencias.
En «Las aventuras de Tintín» (2011): La aventura regresa, esta cinta CGI recupera el espíritu aventurero de Spielberg. Quizás no es apta para los puristas, pero sí perfecta para quienes extrañan al Spielberg más juguetón, que rinde un homenaje a Hergé, reconocido mundialmente como el creador de “Las Aventuras de Tintín”, una de las series de cómics más icónicas de la historia.
Ahora, es turno para el “cine serio” evidenciado en la película histórica «Los archivos del Pentágono» (2017). Aunque menos explosiva que otras, muestra a un Spielberg contenido pero efectivo, con actuaciones brillantes y un mensaje que resuena en nuestros tiempos.
En conclusión, Spielberg no solo ha sido un director revolucionario, sino también un incansable innovador que ha marcado un antes y un después en la historia del cine.
Su capacidad para equilibrar la nostalgia con la innovación lo ha convertido en un maestro de la narración visual, capaz de transportar al público a mundos tan diversos como los océanos, el espacio y la historia más oscura.
Desde sus primeras incursiones en el cine hasta sus más recientes proyectos, ha sabido adaptarse “como pez en el agua” a todos los tiempos y generaciones, sin perder su esencia creativa.
Su legado no solo se refleja en la pantalla, sino también en su trabajo fuera de ella, con iniciativas como la Fundación Shoah, que buscan preservar la historia y mejorar la vida de aquellos que más lo necesitan. Porque con cada película, Spielberg sigue siendo un testimonio de cómo el cine puede transformar, enseñar y emocionar a generaciones enteras, consolidándose como uno de los personajes más relevantes y queridos en la industria del entretenimiento.
