A lo largo de la historia, el periodismo ha sido testigo de momentos cruciales que moldearon la opinión pública y cambiaron el curso de los acontecimientos. Sin embargo, algunos de esos hitos no son exactamente como nos los han contado.
Entre mitos idealizados y detalles desconocidos, muchos de estos sucesos esconden realidades sorprendentes. No es que sean mentiras, porque toda leyenda tiene algo de verdad, pero tampoco son la historia completa.
Aquí te presentamos cinco momentos icónicos del periodismo que, como suele suceder, no fueron exactamente cómo te han contado.
La chica del Napalm: La fotografía que despertó conciencias
«La Chica del Napalm» es el nombre popular de una impactante fotografía tomada el 8 de junio de 1972 por el fotógrafo Nick Ut. La imagen muestra a Phan Thi Kim Phuc, una niña vietnamita de 9 años, corriendo desnuda y aterrorizada después de un ataque con napalm en su aldea, en Vietnam del Sur, durante la Guerra de Vietnam.
La pequeña sufrió quemaduras graves a causa de este bombardeo, realizado por el ejército survietnamita en un intento de eliminar a las tropas del Viet Cong. Esta fotografía se convirtió en un símbolo mundial de los horrores de la guerra y tuvo un profundo impacto en la opinión pública, especialmente en Estados Unidos.
La imagen no solo ganó el prestigioso Premio Pulitzer, sino que también marcó la carrera de Nick Ut, quien ayudó a llevar a Kim Phuc al hospital, salvándole la vida.
Para la filósofa estadounidense Susan Sontag, esta fotografía logró más para generar rechazo hacia la guerra que cualquier otra imagen o transmisión televisiva.
La foto fue originalmente titulada «Los horrores de la guerra» y no «La Chica del Napalm». Años después, en 1996, el capitán estadounidense John Plummer afirmó haber dado la orden para bombardear Trang Bang y sugirió que él mismo lanzó la bomba que hirió a Kim Phuc, aunque más tarde se supo que esta afirmación era falsa.
En realidad, las bombas, aunque de fabricación estadounidense, fueron lanzadas por aviones de la Fuerza Aérea de Vietnam del Sur, no por las tropas estadounidenses. El ejército del sur, conocido como ARVN, intentaba retomar Trang Bang, que estaba en manos del Ejército de Vietnam del Norte. Sin embargo, un error en la identificación de posiciones hizo que el napalm cayera sobre sus propias tropas y civiles.
Si bien la fotografía fue ampliamente difundida, incluso censurada en algunos periódicos debido al desnudo de la niña, su impacto en la opinión pública estadounidense fue limitado, pues el descontento con la guerra ya era muy alto.
En 1972, la política de «vietnamización» de la guerra estaba en marcha y las tropas estadounidenses estaban en retirada. De hecho, en ese año quedaban unos 60,000 soldados estadounidenses en Vietnam, muy lejos de los 550,000 que habían estado presentes en 1969.
Aunque la fotografía de «La Chica del Napalm» permanece como un potente símbolo del horror y absurdo de la guerra, es importante entender los detalles y el contexto para apreciar plenamente su impacto y significado histórico.
Edward R. Murrow vs. Joseph McCarthy
A principios de la década de 1950, Estados Unidos estaba inmerso en el miedo al comunismo, conocido como la Segunda Red Scare o «miedo rojo». McCarthy, senador republicano por Wisconsin, ganó notoriedad al afirmar que el gobierno y otras instituciones estaban infiltrados por comunistas.
Sin pruebas contundentes, McCarthy lideró investigaciones y audiencias que acusaron a cientos de personas de actividades antiestadounidenses. Muchas vidas y carreras quedaron destruidas debido a estas acusaciones, marcadas por la falta de evidencia, el temor y la paranoia social. Este periodo se conoció como «macartismo», y aunque inicialmente fue apoyado por la población, gradualmente fue perdiendo credibilidad.
Edward R. Murrow, uno de los periodistas más respetados de su tiempo, conocido por sus reportajes durante la Segunda Guerra Mundial y su integridad profesional, decidió desafiar a McCarthy. En su programa de televisión See It Now, transmitido en CBS, Murrow y su equipo, especialmente el productor Fred W. Friendly, dedicaron el 9 de marzo de 1954 un episodio al senador. El programa mostró extractos de discursos y entrevistas de McCarthy, permitiendo a la audiencia ver su estilo intimidatorio y su falta de pruebas en las acusaciones.
Murrow concluyó el programa con una declaración firme en la que defendía la libertad de pensamiento y de expresión, señalando que las acciones de McCarthy eran una amenaza para los valores democráticos y que el miedo no debía gobernar la vida de los estadounidenses. Su frase final fue memorable: “No podemos defender la libertad en el extranjero mientras la abandonamos en casa”.
La respuesta de McCarthy fue intentar desacreditar a Murrow, acusándolo de tener simpatías comunistas, pero el impacto del programa ya era irreparable para la reputación de McCarthy. Este episodio ayudó a exponer el abuso de poder del senador y, junto con otras investigaciones, llevó a su declive político. Más tarde, en diciembre de 1954, el Senado censuró a McCarthy por conducta inapropiada.
La valentía de Murrow no solo marcó un hito en la historia del periodismo televisivo, sino que también consolidó el poder de los medios de comunicación para fiscalizar a los líderes públicos y defender los derechos civiles.
El debate Nixon-Kennedy: ¿Verdadero cambio o solo un mito televisivo?
El debate Nixon-Kennedy, realizado el 26 de septiembre de 1960, fue el primero en la historia de las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se transmitió en vivo por televisión. Este evento es ampliamente considerado un hito en la historia de la política y los medios, ya que demostró el poder de la televisión en la percepción pública y en la política electoral.
El enfrentamiento tuvo lugar en el Studio 6A de la NBC en Nueva York y enfrentó a dos de los principales candidatos presidenciales de ese año: el vicepresidente Richard Nixon, del Partido Republicano, y el senador John F. Kennedy, del Partido Demócrata.
Aunque en términos de contenido ambos candidatos presentaron argumentos sólidos, el impacto de la televisión fue clave. Aquellos que escucharon el debate por radio pensaron que Nixon había ganado, debido a su discurso más fuerte y articulado. Sin embargo, los que vieron el debate por televisión sintieron que Kennedy había sido el vencedor debido a su presencia y estilo de comunicación.
Este debate tuvo una enorme influencia en la campaña electoral, y también marcó el comienzo de una nueva era en la política estadounidense, donde la imagen y la habilidad para manejar los medios de comunicación serían factores determinantes en las elecciones presidenciales.
La narrativa popular impulsada por Theodore H. White, amigo de Kennedy sugiere que este debate inclinó la balanza a favor del demócrata. Sin embargo, investigaciones posteriores y encuestas de la época no muestran un cambio claro en la intención de voto. Además, hubo otros tres debates que no pasaron a la historia y que se dice favorecieron a Nixon. Quizás, más que el debate, fue la estrategia de campaña de cada candidato lo que decidió el resultado.
A sangre fría»: Truman Capote y el nacimiento de la novela de no ficción
“A sangre fría” (In Cold Blood) es una obra emblemática escrita por Truman Capote, publicada en 1966, que revolucionó la literatura al sentar las bases del género conocido como novela de no ficción. El libro narra el brutal asesinato de la familia Clutter en el pequeño pueblo de Holcomb, Kansas, en 1959, y el posterior proceso de investigación, arresto y juicio de los asesinos, Perry Smith y Richard Hickock.
El proceso creativo de Capote fue único, ya que se sumergió profundamente en los detalles del crimen y en la vida de los involucrados. Durante más de seis años, Capote realizó entrevistas con los asesinos, así como con los habitantes del pueblo y otros testigos, buscando reconstruir los eventos con la máxima precisión.
A diferencia de otros reportajes, Capote no solo se limitó a los hechos,sino que también exploró las emociones, pensamientos y motivaciones de los personajes involucrados, humanizando a los criminales y dándoles una complejidad psicológica inédita en el periodismo de la época.
Capote fue uno de los primeros en usar el término «novela de no ficción» para describir su obra, y su éxito inspiró a otros escritores a explorar este enfoque, incluyendo a autores como Norman Mailer y Joan Didion.
El impacto de “A sangre fría” fue profundo, tanto en la literatura como en el periodismo, ya que abrió nuevas posibilidades para la forma en que se pueden contar historias basadas en hechos reales.
La obra ha sido considerada una de las más importantes del siglo XX, tanto por su estilo innovador como por su enfoque en los aspectos más oscuros de la condición humana. Además, la obra fue adaptada al cine en 1967, consolidando aún más su lugar en la cultura popular.
La Explosión del Challenger: una tragedia en la historia espacial
El 28 de enero de 1986, el mundo quedó impactado. A solo 73 segundos del despegue, el transbordador espacial Challenger se convirtió en una bola de fuego, una junta tórica (O-ring) defectuosa en uno de los cohetes propulsores sólidos permitió que se escapara gas caliente, lo que causó una explosión en el tanque de combustible externo. Este fallo catastrófico destruyó la nave y provocó la tragedia. La imagen del Challenger desintegrándose sobre el cielo fue transmitida en vivo a millones de hogares en todo el mundo.
Esta misión era especial: entre la tripulación estaba Christa McAuliffe, una maestra que, elegida entre 11,000 candidatos, iba a impartir clases desde el espacio como parte del Proyecto de Maestros en el Espacio de la NASA, una iniciativa de Ronald Reagan para inspirar a la juventud y promover la educación.
EDespués de la tragedia, una exhaustiva investigación fue realizada por una comisión dirigida por William P. Rogers, conocido como la Comisión Rogers. El informe final señaló que el fallo del O-ring en los cohetes propulsores fue el principal responsable de la explosión. Las bajas temperaturas de la mañana del lanzamiento impidieron que el O-ring, una pieza crítica para el sellado del cohete, funcionara correctamente, lo que permitió que se filtrara gas caliente hacia áreas no diseñadas para soportar tal presión, desencadenando la explosión.
La investigación también reveló que la NASA había sido informada sobre los posibles riesgos del lanzamiento en esas condiciones, pero la presión por cumplir con los plazos del lanzamiento llevó a que la misión se realizara de todos modos. Además, se descubrió que hubo una falta de comunicación y una cultura de tolerancia al riesgo dentro de la NASA que permitió que el lanzamiento continuara a pesar de las advertencias.
La memoria de los astronautas del Challenger ha perdurado en la historia espacial, y su sacrificio ha servido como un motor para mejorar las misiones futuras. En 2004, un monumento en honor a los astronautas de la tragedia fue erigido en el Centro Espacial Kennedy, y sus nombres siguen siendo sinónimos de valentía y sacrificio en la búsqueda del conocimiento y la exploración del espacio.
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