¿Quién dijo que un cóctel, un vino o un destilado sin alcohol son aburridos? En este Día Mundial sin Alcohol, exploramos el universo de mocktails, licores “alcohol free” y vinos sobrios que están revolucionando las barras más chic del mundo. Desde ginebras sin grados hasta destilados de agave sin remordimientos, descubre por qué hoy en día ser abstemio es la última moda… ¡sin sacrificar el sabor ni el glamour!
Créditos: OMS, IWSR y CGA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró hoy, 15 de noviembre, el “Día Mundial sin Alcohol”; como una iniciativa para fomentar la responsabilidad al momento de consumir bebidas alcohólicas y hacernos más conscientes de sus consecuencias, si se consume, como todo, en exceso.
Afortunadamente en el mercado, en las tiendas delicatessen, en los bares, y en los restaurantes de México y del mundo, existen diversas opciones de cócteles elegantes, vinos sofisticados y destilados de alto nivel, que son “alcohol free”, y de todos los estilos, que fueron creados para todos los gustos.
Beber sin alcohol: da de qué hablar (y de qué brindar)
¿Alguna vez has tenido chance de probarlos? Hablamos de ginebras como Seedlip. Te invito a conocer su historia. También, de destilados de agave azul hechos en Jalisco como Almave (el del piloto británico de automovilismo Lewis Hamilton); de vinos espumosos como Win de la casa española Matarromera; y de un repertorio de cócteles exquisitos, muy bien balanceados, elaborados con ingredientes de calidad y técnicas innovadoras, que están a la altura de seducir todos los paladares.
Y es que es una realidad el crecimiento y la popularidad que las bebidas sin alcohol han ido adquiriendo durante los últimos tres años. Capitales de los cocktail bars como Londres, Los Ángeles y Nueva York lo confirman.
IWSR (proveedor global que analiza datos del mercado y consumidores de la industria global de bebidas alcohólicas), de la mano de CGA (encargados de investigar y analizar las marcas más exitosas de alimentos, bebidas y hospitalidad durante desde hace más de 30 años), se dieron a la tarea de investigar hacia dónde va el mercado de las bebidas no alcohólicas y sus hallazgos fueron sorprendentes; principalmente, porque los consumidores sí o sí exigen cambios.
Todo parece indicar que ahora, muchos quieren salir de fiesta los fines de semana pero no necesariamente a beber alcohol. De ahí que los bartenders se hayan tenido que “pellizcar” para satisfacer la demanda de sus clientes, ofreciendo alternativas variadas de cócteles y bebidas sin alcohol. Pero ojo: esto no significa que estas bebidas sean “aburridas”, “sosas” y de baja calidad por el hecho no contener alcohol. Al contrario: se han convertido en un gran reto para los bartenders que deben cautivar y satisfacer este nuevo segmento de consumidores.
La fiesta sigue: cócteles sin alcohol, estrellas de la noche

Si visitas un bar de moda en estos días, te darás cuenta de que destinan su mayor esfuerzo a ofrecer un menú de lujo dedicado a cócteles sin alcohol, sumado a una amplia selección de licores y vinos sofisticados, aperitivos, cervezas y bebidas fermentadas hechas en casa.
Con una disponibilidad en constante crecimiento, la popularidad de estas alternativas sin alcohol, solo va en aumento. Se han convertido en una tendencia que no para de crecer. Los mismos bartenders lo rectifican: el 55% de los bartenders más influyentes de Londres, Los Ángeles y Nueva York creen que la tendencia de bebidas sin alcohol o con bajo contenido de alcohol (ABV) seguirá creciendo en 2025.
De hecho, Los Ángeles ha generado $1.273 millones en ventas de bebidas sin alcohol, mientras que Nueva York ha generado $1 millón. En tanto en el Reino Unido, el 59% de las personas piden bebidas sin alcohol en sus salidas nocturnas cuando normalmente consumirían alcohol, en comparación con solo el 29% que consume exclusivamente bebidas alcohólicas.
¿Será que los consumidores desean más variedad por curiosidad, porque están aburridos de los mismos sabores, por salud, o por el deseo de beber de manera responsable sin perderse la experiencia social? ¿Acaso es miedo a la “cruda”? ¿Estamos ante un cambio cultural?
Es una realidad que el 58% de los consumidores está bebiendo más bebidas con bajo, o sin alcohol, que el año pasado. Y en el Reino Unido, por ejemplo, el 59% de las personas pide bebidas sin alcohol durante sus salidas nocturnas al mismo tiempo que también están consumiendo alcohol. ¡Quizás, tener una opción que sabe igual o mejor que una bebida alcohólica es un gran éxito!
Y es que hasta las búsquedas en Google de la palabra «mocktail» han aumentado, lo que sugiere que los consumidores están buscando formas de beber menos alcohol sin perder ni el sabor ni su vida social.
El arte de sorprender sin alcohol: sabores y técnicas para conquistar el paladar
Para quienes aún no están tan convencidos del consumo de bebidas no alcohólicas, es importante que recuerden que, el no consumir alcohol no significa que las bebidas se reemplacen por jugos de frutas, refrescos azucarados o agua mineral saborizada. Hablamos de mezclas más complejas e interesantes. Ya verás por qué.
Contrario a lo que pensaríamos, estas bebidas sin alcohol son de alta calidad, y una gran oportunidad para ofrecer menús independientes y disponibles a lo largo del día.
En cuanto a su sabor, buscan crearlos en tanto ofrecen experiencias emocionantes y creativas que generen emociones auténticas en sus consumidores. Esto sumado a la experiencia al cliente, el servicio y la artesanalidad, tan valorada hoy en día.
De ahí que los bartenders anden experimentando e innovando. Te encontrarás con Se técnicas como “fat wash”, en donde se infusionan bebidas con mantequilla, tocino o aceite de coco. Luego la mezcla se enfría para que la grasa solidifique; y luego se retira. El resultado: una bebida con notas complejas y textura sedosa. Encontrarás capas de sabor únicas y más suaves.
Las notas fragantes, que parecen sacadas de una perfumería, también convierten a los cócteles sin alcohol en bebidas más elegantes y sofisticadas. Hablamos de aromas a azahar, sauco, lavanda, violeta, jengibre, haba tonka, incienso, tabaco, café, cuero; ingredientes como «kambucha», café «cold brew», tés infusionados a temperatura ambiente, shrubs, jarabes, amargos caseros guayaba, higo, enebro, feijoa, frambuesa, salvia, raíces amargas; y bitters creativas de eucalipto, por ejemplo.
La idea, es crear cócteles sin alcohol “que se sientan como cócteles con alcohol” y con el mismo sabor, al entrar en contacto con el paladar.
Y es que para que la experiencia sin alcohol perdure, se deben añadir varias capas adicionales, de ahí que la industria ande incursionando en el mundo de la perfumería. Porque una de las funciones del alcohol en los cócteles, es que transporta los sabores y las sensaciones De ahí que sea todo un reto, porque crear ese efecto en bebidas sin alcohol es mucho más difícil.
Todas estas dificultades nos plantean la pregunta de por qué los consumidores demandan bebidas complicadas y desafiantes. Y se convierte en un reto para la industria de destilados y vinos…que no se queda atrás.