El pago anticipado del aguinaldo, las promociones del Buen Fin y la llegada de una de las épocas más líquidas del año no solo atraen consumidores, sino también a los delincuentes Con métodos cada vez más sofisticados, las estafas telefónicas o «vishing»han evolucionado, convirtiéndose en una amenaza creciente que afecta a personas de todas las edades y contextos.
Fingiendo ser familiares en apuros, funcionarios públicos o representantes de instituciones financieras, los estafadores emplean tácticas de manipulación emocional para aprovecharse de sus víctimas. En este artículo, analizamos cómo operan estas redes delictivas y qué medidas puedes tomar para protegerte durante esta temporada de alto riesgo.
Un caso emblemático es el de una anciana que recibió una llamada angustiante donde una voz familiar suplicaba ayuda tras un supuesto accidente. Este relato ilustra cómo los delincuentes pueden explotar la vulnerabilidad emocional de sus víctimas, llevándolas a tomar decisiones precipitadas que pueden resultar en pérdidas financieras devastadoras.
Esta historia, es solo un ejemplo entre muchos, reflejando la creciente sofisticación de estas estafas y la necesidad urgente de concienciar a la población sobre las señales de alerta.
La educación y la prevención son herramientas clave en la lucha contra este tipo de delitos, y es fundamental que cada individuo esté informado y preparado para enfrentar este creciente desafío.
Estafadores internacionales: un negocio lucrativo y transfronterizo 
De acuerdo con la Europol las organizaciones dedicadas al fraude de identidad representan una amenaza creciente, operando con una eficacia que trasciende fronteras, diariamente ciudades como Stuttgart, Estocolmo, Buenos Aires y México, registran miles de intentos de estafas telefónicas, evidenciando la sofisticación y alcance de estas redes criminales.
Los cabecillas de estas bandas encuentran en este negocio un modelo lucrativo y de bajo riesgo. Desde oficinas o establecimientos privados, “empleados” calificados realizan llamadas masivas dirigidas a potenciales víctimas en otros países.
Utilizando guías telefónicas o bases de datos, estas redes exploran de forma sistemática barrios completos. Una vez que logran engañar a la víctima, los cómplices actúan rápidamente para recoger el botín, que puede incluir dinero, joyas o tarjetas de crédito.
Los objetos robados pasan por varias manos y terminan en terceros países, donde los cabecillas, protegidos por la distancia, orquestan el fraude con precisión.
Este fenómeno global subraya la necesidad de una colaboración internacional más efectiva para combatir estas redes delictivas, que afectan a miles de personas en distintos rincones del mundo.
Dinero robado y vidas impactadas: las estafas telefónicas no solo son un negocio lucrativo para los delincuentes, sino también un dolor de cabeza casi irremediable para las víctimas.
La policía libanesa en Beirut desmanteló un call center de estafadores y arrestó a nueve personas, gracias a información proporcionada por investigadores en Múnich. Sin embargo, no siempre hay un final feliz.
Hace tres años, la policía de Turquía arrestó al líder de una banda que operaba en toda Europa, logrando recuperar solo la mitad de los 120 millones de euros que habían robado mediante fraudes. Para las víctimas, recuperar el dinero se convirtió en una misión casi imposible: los procedimientos legales y las pruebas complicaron aún más la posibilidad de compensación.
La lucha contra estas redes delictivas requiere coordinación internacional, pero también un esfuerzo colectivo para educar y prevenir.
Cuidado con las estafas en WhatsApp
Las plataformas de mensajería, como WhatsApp, se han convertido en un nuevo campo de acción para los estafadores. En Europa, las autoridades han registrado un aumento de fraudes que utilizan perfiles falsos de familiares para engañar, especialmente a personas mayores.
¿Cómo funciona esta estafa?
- Un estafador se hace pasar por un hijo, nieto o sobrino.
- Te envía un mensaje diciendo que cambió de número.
- Pide dinero urgente para pagar educación, impuestos o resolver un problema.
- Incluso pueden usar inteligencia artificial para imitar voces y hacer que el fraude sea más convincente.
¿Cómo protegerte?
- Haz preguntas únicas. Pregunta algo que solo tu familiar verdadero pueda responder.
- Confirma identidad. Propón una llamada de voz o video antes de transferir dinero.
- Desconfía de urgencias. Tómate el tiempo de verificar con otros familiares.
- Nunca compartas datos sensibles. Evita enviar dinero o información sin confirmar.
- Según WhatsApp, más de la mitad de los usuarios han recibido mensajes fraudulentos. Si te pasa, no te avergüences, actúa: Denuncia el número y reporta el incidente a la policía.
Cualquiera puede ser blanco de una estafa telefónica
Las estafas telefónicas no discriminan: personas mayores, inmigrantes preocupados por sus familias o incluso ciudadanos que confían en la tecnología son objetivos constantes de los estafadores. Aunque el 90% de estos fraudes fracasan, el impacto emocional y financiero en las víctimas puede ser devastador.
Según datos policiales, la mayoría de las víctimas tienen más de 70 años, siendo las mujeres un blanco frecuente. Estafadores persuasivos, a menudo parte de redes criminales internacionales, recurren a tácticas como hacerse pasar por familiares, policías o empleados bancarios.
Utilizan tecnologías para falsificar números de teléfono confiables, incluyendo los de bancos o instituciones policiales. En casos extremos, envían mensajes o cartas falsas para reforzar sus mentiras.
Protégete de las estafas telefónicas
Las llamadas fraudulentas son cada vez más comunes, pero con estas medidas puedes reducir el riesgo y proteger tu información:
Antes de contestar:
- No respondas llamadas de números desconocidos u ocultos; deja que pasen al contestador.
- Evita el juego de «¿adivina quién habla?». Pide al interlocutor que se identifique.
- Acuerda una contraseña con tus familiares para confirmar identidades.
Durante la llamada:
- Si tienes dudas, cuelga y devuelve la llamada a un número conocido.
- No permitas que te presionen con gritos, amenazas o urgencias emocionales.
- Desconfía de solicitudes inusuales por teléfono. Ni la policía ni los bancos pedirán tu PIN o códigos de acceso, contraseñas, números de cuenta o tarjetas.
- Corta inmediatamente si te piden dinero, joyas u objetos de valor.
Recuerda:
- Ni la policía ni bancos te pedirán pagos telefónicos ni enviarán personal a recoger dinero u objetos de valor.
- Si recibes una llamada sospechosa, anota el número y denuncia a las autoridades.
Si ya fuiste víctima:
- No te culpes. Muchas personas han caído en estas trampas.
- Denuncia el delito a la policía y avisa a tu banco de inmediato para intentar frenar transferencias.
- Habla con alguien de confianza o busca apoyo psicológico si lo necesitas.
- Considera cambiar tu número de teléfono y evita que tus datos aparezcan en directorios públicos.
También puedes leer: Brindemos sin cruda: el arte de beber (sin alcohol)