Después de 100 años, París vuelve a ser sede de los Juegos Olímpicos. Descubre la historia de los antiguos juegos en el mundo moderno y por qué la edición de 1924 marcó un antes y un después en en legado de este certamen deportivo.
Créditos: Paris Musees Collections, France 24, Google Arts and Culture
1. París, la ciudad con más Juegos Olímpicos junto con Londres

De París 1900 a París 2024: tres Juegos Olímpicos y 124 años de evolución.
París se convertirá, a partir del 26 de julio del próximo año, cuando se inauguren los Juegos Olímpicos, en la segunda ciudad, junto a Londres, que ha sido sede tres veces de la justa más importante del deporte. Entre las dos primeras solo mediaron 24 años y para la tercera tuvo que pasar un siglo de grandes cambios en el deporte olímpico.
Los primeros Juegos Olímpicos que llegaron a la Ciudad Luz en 1900 coincidieron con la Gran Exposición Universal y marcaron un hito: el debut olímpico de las mujeres, que estuvieron vetadas en Atenas 1896, reproduciendo el formato exclusivamente masculino de los Juegos de la Antigüedad.
2. Francia, la cuna del padre de los Juegos Olímpicos modernos: Pierre de Coubertin

Numerosas personas compartían la idea de recuperar las olimpiadas en los tiempos modernos. Ya en 1850, el médico británico William Penny Brookes organizó los Juegos Olímpicos de Wenlock, unos juegos locales celebrados en el pequeño pueblo inglés de Much Wenlock.
Estos juegos, a su vez, tuvieron influencia sobre un joven aristócrata francés, el deportista y educador Pierre de Coubertin (1863-1937).
Coubertin estaba interesado en el éxito de la cultura deportiva de la Inglaterra victoriana, convencido de que el atletismo competitivo desarrollaba valores morales y sociales tales como el compañerismo, el sentido del juego limpio y el orgullo nacional, al tiempo que fomentaba la fraternidad y la competencia pacífica entre las naciones.
En 1894, fundó el primer Comité Olímpico Internacional [COI], que nombró a su primer presidente, Demetrio Vikelas, de Grecia.
La entidad organizadora decidió por unanimidad celebrar los juegos inaugurales en Grecia, país de origen de Vikelas y el lugar de nacimiento de los juegos olímpicos.
Coubertin imaginó que la ciudad anfitriona rotaría cada cuatro años con el fin de internacionalizar más los juegos. Después de los primeros juegos olímpicos modernos en 1896.
La inauguración de los juegos modernos se celebró entre el 6 y el 15 abril de 1896 en Atenas (Grecia) —lugar de nacimiento de las antiguas olimpiadas— y fue un gran hito en la cooperación y la cultura del deporte internacional.
Los juegos olímpicos modernos se basan en las antiguas olimpiadas griegas, que ya se documentaban en el 776 a. C.
Durante 1000 años, los antiguos juegos se llevaron a cabo en Olimpia, en honor a Zeus, el rey de los dioses en la mitología griega.
En la actualidad, a casi nadie le resultaría difícil reconocer la imagen de cinco anillos de color entrelazados sobre un fondo blanco. Otro legado de Coubertin.
Cada anillo representa uno de los cinco continentes. Los colores azul, amarillo, verde, rojo, negro y blanco (del fondo) forman la combinación de los colores de cada bandera nacional.
Los anillos olímpicos son uno de los símbolos más reconocibles y perdurables del mundo. Sin embargo, no aparecieron hasta 16 años después de los Juegos de Atenas, cuando Pierre de Coubertin realizó un esbozo del motivo en el encabezamiento de una carta a un miembro del COI en 1912. Más tarde, le pidió a los grandes almacenes parisinos Bon Marché que cosiera la primera bandera olímpica, que ha flameado desde entonces.
3. París 1924, la organización que revolucionó los juegos
París 1900 terminó siendo un evento caótico con una pobre organización y pésima promoción. Algunas competencias se disputaron en absoluta soledad, sin medios ni espectadores, porque no se sabía qué eran olímpicos.
Todo lo contrario fue la edición de 1924, que introdujo innovaciones que se mantienen hasta nuestros días, como alojar a los atletas en una Villa Olímpica, en aquella ocasión una pequeña urbanización de casas de madera cerca del estadio principal, donde se realizaron las ceremonias de apertura y clausura, el fútbol, el rugby y el atletismo.
Más de 1.000 periodistas cubrieron la justa y la cifra de Comités Olímpicos participantes pasó de 29 en Amberes 1920 a 44 en París 1924. Se adoptó el tamaño estándar de 50 m para las piscinas y la distancia oficial de 42,195 km para el maratón, y se usó por primera vez el lema olímpico de “Citius, Altius, Fortius” (más alto, más rápido, más fuerte).
Esta justa coronó a las dos primeras grandes figuras del deporte olímpico de las que se tiene memoria: el ‘Finlandés Volador’ Paavo Nurmi y el eterno ‘Tarzán’, el estadounidense de origen alemán Johnny Weissmuller.
4. Los Juegos de la paridad y el retorno al Sena

Los Juegos Olímpicos de París 2024 serán los primeros que tengan un número igual de participantes mujeres y hombres, luego de las 22 mujeres de 1900 y las 100 de 1924.
Es, además, una justa que aspira a la sostenibilidad a pesar del cuestionamiento al impacto que el surf tendrá en la subsede de Tahití. Los esfuerzos por recuperar las aguas del Sena a niveles de contaminación soportables apuntan a que allí se disputen las competencias de aguas abiertas y triatlón, y los asientos del Parque Acuático se han fabricado con tapas de botellas plásticas recicladas.
Marcarán la primera vez que la ceremonia inaugural se dispute fuera del estadio principal de atletismo, con un espectacular desfile de botes en las aguas del Sena, 600.000 espectadores desperdigados en las riberas y un pebetero que podría arder en la Torre Eiffel, aunque eso todavía no está confirmado.
Serán unos Juegos conectados de una forma muy íntima con la ciudad. El tenis se jugará en la arcilla de Roland Garros, las llamadas “pruebas callejeras” (breaking, BMX freestyle, skateboarding y baloncesto 3×3) en la plaza de La Concordia, la esgrima en el Grand Palais, la lucha y el judo en Campo de Marte, el voleibol de playa a los pies de la Torre Eiffel, el tiro con arco en Les Invalides, que será también la meta del maratón, y el ecuestre y el pentatlón moderno en Versalles.
Son 124 años y un mismo espíritu palpitando en las calles de la Ciudad Luz.
5. El velódromo Jacques-Anquetil: tiene más de 100 años
Antiguamente Velódromo de la Cipale, está situado en el Bosque de Vincennes, en el este de París. Inaugurado en 1896, se utilizó para distintas pruebas de los Juegos Olímpicos de 1900 y 1924. En 1900 se lo empleó en ciclismo, fútbol, gimnasia, rugby y tiro al arco. Este lugar emblemático del ciclismo en pista fue la llegada del Tour de France de 1968 a 1974.
Este emblema del deporte es también un lugar de interés patrimonial, ya que conserva tribunas que datan de finales del siglo xix, construidas según el «modelo de Eiffel», por lo cual forma parte de la lista nacional de monumentos históricos.
Ahora posee una pista renovada, cuyas características técnicas se inspiran de las de las autopistas. Hasta hoy es la única pista de hormigón armado continuo, sin juntas, en todo el mundo.
En París 2024, las pruebas contrarreloj del ciclismo en ruta en los próximos Juegos Olímpicos se disputarán una semana antes de las carreras en ruta, y traerán también consigo algunas novedades.
Por primera vez en la historia de los Juegos, las categorías masculina y femenina (35 ciclistas por género) se enfrentarán al mismo recorrido y la misma distancia.
Después del distrito de Saint-Germain-des-Prés, los corredores cruzarán el Sena por el Puente de Sully para llegar a la Plaza de la Bastilla. Al llegar al Bosque de Vincennes, empiezan los guiños a la historia del deporte. El Vélodromo Jacques Anquetil será el primero y los ciclistas recorrerán esa misma pista que sus pares exactamente 100 años antes.