Llega el demonio con cuernos y un saco para secuestrar niños. Prepárate para conocer al Krampus, el coach motivacional más temido desde el siglo XVIII. Descubre por qué hasta Santa necesita “un toque de terror” en su equipo.
Créditos: Libro The Krampus and the Old, Dark Christmas: Roots and Rebirth of the Folkloric Devil
A casi dos semanas de la Navidad, llega la historia de un personaje siniestro: el Krampus, conocido de manera errónea como “el lado oscuro de Santa Claus”. La criatura del folclore europeo que castiga a los niños malos tiene cada vez más presencia en nuestra cultura, de ahí que lo hayamos invitado a nuestra sección de Personajes. Porque, seamos honestos, la Navidad también necesita un toque de oscuridad para equilibrar tanto brillo y pastelillo. ¡Gracias, Krampus, por traernos ese “glam” de terror navideño!
Quién es el Krampus: ¡el Grinch no tiene nada que hacer aquí!

Olviden la dulzura de Santa Claus y su risa “ho, ho, ho”. Krampus es el amigo que Santa llama cuando los niños se portan mal. Imagínense una criatura mitad cabra, mitad demonio, con cuernos, lengua larga y una actitud de “niños malos, allá vamos”. Mientras Santa entrega regalos, Krampus arrastra cadenas y lleva un saco donde, según la tradición, mete a los niños desobedientes para llevárselos a “quien sabe dónde”. Lo que parece claro es que este personaje no se anda con juegos.
El Krampus, cuyo nombre proviene de la palabra «krampen» que significa «garra», es descrito como un ser mitad hombre, mitad cabra, que cada año aparece para perseguir a los niños traviesos e incluso podría arrastrarlos al infierno.
De los Alpes al corazón de los cinéfilos

El Krampus tiene sus raíces en los Alpes, específicamente en las regiones germanoparlantes de Austria y Baviera. Su nombre proviene del antiguo alto alemán krampen, que significa garra, y su tradición es tan antigua que hace parecer moderno al árbol de Navidad. Krampus no es el “antí-Santa” como muchos creen, sino más bien su ayudante. Mientras San Nicolás premia a los niños buenos, Krampus se encarga de los traviesos. ¡El equipo soñado para la pedagogía del terror navideño!
¿El influencer gótico de la Navidad?
Krampus no se anda con sutilezas. Su aspecto es una mezcla de pesadilla y exceso creativo: cuernos retorcidos, ojos llameantes, un abrigo de piel (ecológico, porque recicla lo que encuentra en las montañas), y una lengua tan larga que podría salir en un videoclip de los Rolling Stones. Porta cadenas, que sacude para anunciar su llegada, y un fardo de abedules con los que amenaza con azotar a los niños malportados. Y claro, su inseparable saco para secuestrar pequeños. ¡A eso le llamo merchandising aterrador!
Por qué existe el Krampus: la pedagogía del miedo

Si pensabas que los padres modernos eran estrictos, espera a conocer a los padres alpinos. Krampus era su forma de asegurarse de que los niños se portaran bien. ¿No quieres hacer tu tarea? Perfecto, el Krampus vendrá esta noche. ¿Te niegas a comer tus verduras? Muy bien, pero no llores cuando estés en el saco del Krampus. Esencialmente, Krampus es el «coco» de los Alpes, pero con una campaña de relaciones públicas mucho más sofisticada.
Un balance en la fuerza navideña
La Navidad, aunque hoy en día la veamos como un derroche de luces y consumismo, tiene raíces en festividades invernales que celebraban tanto la luz como la oscuridad. Krampus existe para recordarnos que no todo es color de rosa (o rojo y verde) durante estas fechas. En los solsticios, con sus largas noches y frío gélido, surgían relatos como los del Krampus, que encarnaban el miedo y el misterio de la época. Porque, admitámoslo, las sombras hacen que las luces navideñas brillen más.
Malentendidos y la llegada a Estados Unidos: ¡Bienvenido a Hollywood, Krampus!
En Estados Unidos, el Krampus se incorporó a la cultura pop en los años 60, pero no fue hasta las películas de terror de los 70 y 80 que se convirtió en una figura destacada. Eso sí, Hollywood no se detuvo en los detalles. Lo transformaron en el “Santa maligno” que baja por las chimeneas con intenciones macabras, como en Silent Night, Bloody Night o Krampus (2015). En realidad, el Krampus europeo no tiene intención de competir con Santa; su trabajo es complementario. Piensen en él como el «departamento de recursos humanos» de la Navidad.
Krampus en Europa: Entre folclore y cine
En Europa, el Krampus siempre ha sido el rey del terror navideño. En países como Austria y Alemania, su presencia es parte de festivales locales como el Krampuslauf, donde hombres disfrazados de Krampus desfilan por las calles. Este evento combina tradición y cerveza, porque nada dice “Navidad” como un desfile de demonios seguido de una jarra de cerveza artesanal. Además, películas europeas como Rare Exports y Sint han sabido captar la esencia de este personaje sin convertirlo en un cliché comercial.
Una tradición literaria

El Krampus no está solo en la imaginación alpina. La tradición de las historias oscuras en Navidad es mucho más amplia. Desde el Cuento de Navidad de Dickens hasta las historias de fantasmas victorianas, el miedo siempre ha tenido un lugar junto al muérdago y las campanas. Escritores como Christopher Marlowe y Shakespeare también capturaron la magia oscura del invierno en sus obras, con relatos sobre fantasmas y duendes.
De hecho, el Krampus puede ser visto como un “influencer vintage”. En el siglo XIX, las postales del Krampus se volvieron extremadamente populares en Austria. Estas Krampuskarten mostraban al demonio en situaciones que iban desde aterradoras hasta cómicamente absurdas. Algunas incluso lo representaban coqueteando con mujeres. Porque, claro, ¡un demonio también tiene derecho a ligar en Navidad!
Regionalismos y variaciones: ¿Krampus o Kramperl?
El Krampus tiene diferentes nombres dependiendo de la región: Kramperl en Baviera, Klaubauf en Tirol, y Toifi en otros dialectos alpinos. Aunque su esencia es la misma, estas variaciones muestran cómo cada comunidad adaptó la figura a su propia cultura. Hoy en día, “Krampus” es el término universal, en parte gracias a los medios modernos.
A pesar de los malentendidos y reinterpretaciones, el Krampus sigue siendo una figura fascinante. En una época en la que la Navidad parece dominada por la comercialización, este personaje nos recuerda el lado oscuro y misterioso de la temporada. Porque, al final, la Navidad no sería igual sin un poco de miedo para equilibrar tanta dulzura. ¡Así que cuidado, niños traviesos, porque el Krampus podría estar más cerca de lo que creen.