En las profundidades de la tierra, lejos del bullicio de las calles y el ajetreo de la vida moderna, yace un mundo oculto que ha fascinado a exploradores, historiadores y curiosos por siglos.
Las ciudades subterráneas, laberintos de túneles, cámaras y pasadizos, son testimonio de la ingeniosidad humana, desde los túneles laberínticos de Derinkuyu en Turquía hasta los refugios modernos de Helsinki, las ciudades subterráneas han sido utilizadas a lo largo de los siglos como refugio, fortaleza y hasta como espacio de vida cotidiana.
Su existencia no es casual. En la antigüedad, la necesidad de protegerse de conflictos bélicos y guerras impulsó la creación de refugios y laberintos subterráneos que servían como escudo contra invasiones. Hoy, esa misma lógica persiste con la construcción de búnkeres y túneles diseñados para enfrentar los desafíos modernos.
¿Qué secretos guardan estas ciudades ocultas? ¿Qué nos dicen sobre las civilizaciones que las construyeron?
Nevşehir, Turquía
Nevşehir, una ciudad ubicada en la región de Capadocia, en el centro de Turquía, es famosa por su impresionante paisaje de formaciones rocosas únicas, conocidas como «chimeneas de hadas», y por albergar algunas de las ciudades subterráneas más fascinantes del mundo. Esta región, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Las ciudades subterráneas, se cree fueron construidas por los primeros cristianos alrededor del siglo VII d.C. como refugio contra las invasiones y persecuciones, pero no solo servían como escondites temporales, sino también como lugares de residencia permanente, con espacios para viviendas, iglesias, almacenes y establos.
Nevşehir es la puerta de entrada a las ciudades subterráneas de Capadocia, como:
- Derinkuyu: La más profunda, con 18 niveles y 85 metros de profundidad, albergaba miles de personas con establos, iglesias y sistemas de ventilación.
- Kaymaklı: Con 8 niveles, destaca por su diseño y funcionalidad, aunque menos profunda que Derinkuyu.
- Özkonak: Posee un ingenioso sistema de comunicación mediante tubos verticales.
Las ciudades subterráneas de Capadocia podían albergar a miles de personas durante meses, gracias a sus sistemas avanzados de ventilación, agua y almacenamiento de alimentos.
Se cree que aún hay cientos de ciudades subterráneas sin explorar en la región.
La ciudad perdida de Petra, Jordania
Petra, conocida como la «Ciudad Perdida» o la «Ciudad Rosa» debido al color de la piedra en la que fue tallada, es uno de los sitios arqueológicos más fascinantes y emblemáticos del mundo.
Fue fundada en el siglo V a.C. por los nabateos y alcanzó su auge en el siglo I d.C., pero tras la conquista romana en el 106 d.C. y el cambio de rutas comerciales, decayó y fue abandonada. Redescubierta en 1812 por Johann Ludwig Burckhardt, pasó de ser una ciudad perdida a un ícono arqueológico.
Ubicada en el desierto de Jordania, esta antigua ciudad nabatea es famosa por sus impresionantes estructuras talladas directamente en la roca y su ingenioso sistema de gestión de agua, los nabateos eran maestros en la ingeniería hidráulica. Crearon un sistema de túneles, cisternas y canales para captar, almacenar y distribuir el agua, lo que permitió a la ciudad prosperar en medio del desierto.
Además de las tumbas talladas en la roca, existen cámaras y espacios subterráneos que servían como lugares de enterramiento y posiblemente como refugios.
Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 y es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
La ciudad solo es accesible a través de un estrecho desfiladero llamado Siq, que tiene aproximadamente 1,2 kilómetros de longitud y cuyas paredes se elevan hasta 200 metros de altura, y aunque se han explorado muchas áreas de Petra, se cree que gran parte de la ciudad aún permanece oculta bajo la arena, esperando ser descubierta.
Kariz, Irán
Kariz, también conocido como Qanat, es un sistema ancestral de gestión de agua que ha sido utilizado en Irán y otras regiones áridas del Medio Oriente durante miles de años.
Estos ingeniosos acueductos subterráneos son una muestra del profundo conocimiento de ingeniería hidráulica que poseían las antiguas civilizaciones y han sido fundamentales para el desarrollo de la agricultura y la vida en zonas desérticas.
El sistema de qanats se originó en Persia (actual Irán) hace más de 3,000 años y se extendió a otras regiones como Arabia, el norte de África y partes de Asia. Su creación fue una respuesta a la necesidad de aprovechar las aguas subterráneas en áreas donde los ríos superficiales eran escasos o inexistentes.
Los qanats no solo son una maravilla de la ingeniería antigua, sino que también han tenido un profundo impacto en la cultura y la sociedad iraní. Estos sistemas permitieron el desarrollo de comunidades agrícolas y urbanas en regiones donde la vida habría sido imposible sin ellos.
En 2016, los Qanats Persas fueron inscritos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, reconociendo su valor histórico, cultural y tecnológico.
A pesar de su importancia histórica, muchos qanats en Irán y otras regiones están en peligro debido a la sobreexplotación de los acuíferos, la urbanización y el cambio climático.
Naours, Francia
Naours, ubicada en el norte de Francia, es famosa por su impresionante ciudad subterránea, una red de túneles y cámaras que se remonta a la Edad Media. Este laberinto bajo tierra, es conocido como «Les Grottes de Naours».
Fue excavada en la piedra caliza durante la Edad Media, probablemente entre los siglos IX y X. Originalmente, se cree que fue utilizada como cantera para extraer piedra, pero con el tiempo se convirtió en un refugio para los habitantes locales durante períodos de conflicto, como invasiones y guerras.
Durante la Guerra de los Cien Años (1337-1453) y las Guerras de Religión (siglo XVI), la ciudad subterránea sirvió como escondite para la población civil y los soldados. Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, fue utilizada por tropas aliadas y soldados australianos como refugio y lugar de descanso.
La ciudad subterránea de Naours es un complejo laberinto que se extiende por más de 2 kilómetros y cuenta con alrededor de 300 cámaras conectadas por túneles y podía albergar hasta 3,000 personas y sus animales durante períodos de conflicto. El sistema también incluye pozos de ventilación y sistemas de drenaje, lo que demuestra un diseño avanzado para la época.
La temperatura en el interior de las grutas se mantiene constante durante todo el año, alrededor de 10°C, lo que las hacía ideales como refugio.
Minas de sal de Wieliczka, Polonia
Las Minas de Sal de Wieliczka, ubicadas cerca de Cracovia en Polonia, son una de las minas de sal más antiguas y famosas del mundo. Con una historia que se remonta a más de 700 años, este impresionante complejo subterráneo es reconocido no solo por su importancia histórica y económica, sino también por su increíble valor artístico y cultural. En 1978, las minas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La explotación de sal en Wieliczka comenzó en el siglo XIII, durante la Edad Media. La sal, conocida como «oro blanco», era un recurso extremadamente valioso en esa época, utilizado no solo para la conservación de alimentos, sino también como moneda de cambio. Las minas se convirtieron en una fuente de riqueza para la corona polaca y jugaron un papel crucial en la economía del país.
A lo largo de los siglos, las minas se expandieron, alcanzando una profundidad de más de 327 metros y una longitud de más de 287 kilómetros de túneles y cámaras, pero la extracción de sal a gran escala cesó en 1996.
Las Minas de Wieliczka no solo son un testimonio de la ingeniería y el trabajo humano, sino también un símbolo de la cultura polaca. Durante siglos, los mineros transformaron las cámaras subterráneas en espacios artísticos y religiosos, creando un legado único.
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