En una histórica sesión legislativa, el Congreso de la Ciudad de México aprobó por unanimidad la Ley Malena, también conocida como Ley Ácida, con el objetivo de castigar la violencia ácida como tentativa de feminicidio.
Créditos: Infobae
Esta medida supone una modificación tanto a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México como al Código Penal local, permitiendo la imposición de penas de hasta 30 años de prisión para los perpetradores de estos crímenes atroces.
La diputada local Marcela Fuentes, en una conferencia de prensa posterior a la votación, explicó que la Ley Malena reconoce los ataques con químicos y corrosivos como forma de violencia ácida, estableciendo un registro oficial de estos casos en la Ciudad de México con el fin de implementar políticas públicas que aborden esta problemática de manera efectiva.
Los ataques que serán considerados como violencia ácida incluyen aquellos perpetrados con ácido, álcalis, sustancias químicas corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas, inflamables, líquidos a altas temperaturas, o cualquier otra sustancia que pueda causar lesiones internas, externas o ambas.
La diputada Martha Ávila enfatizó la importancia de cerrar los vacíos legales que ponen en riesgo la vida e integridad de las mujeres, evitando así la impunidad de los agresores. Esta legislación es un paso crucial en la lucha contra la violencia de género y representa un avance significativo en la protección de los derechos humanos de las mujeres en la Ciudad de México.
La activista y sobreviviente de un ataque con ácido, María Elena Ríos, reaccionó emocionada ante la aprobación de la Ley Malena, nombrada en honor a su valiente lucha contra la violencia ácida. Ríos destacó que esta iniciativa no solo beneficiará a las mujeres de la Ciudad de México, sino que también servirá como un referente importante para todo el país, esperando que otras entidades también adopten medidas similares.
En cuanto a las estadísticas sobre los ataques con ácido en México, la Fundación Carmen Sánchez reporta que en las últimas dos décadas se han registrado 28 casos de este tipo de violencia.
Alarmantemente, el 85% de los agresores fueron hombres, 5 de ellos eran parejas sentimentales de las víctimas y 11 eran exparejas. Además, el 94% de estos delitos permanecen impunes, en parte debido a que la legislación actual clasifica este tipo de crimen como lesiones, a pesar de tratarse de intentos de feminicidio.
Los efectos devastadores de la violencia ácida en la salud física, psicológica y social de las víctimas son innegables. Desde deformidades permanentes hasta impactos psicológicos como ansiedad y depresión, pasando por la pérdida del empleo y el rechazo social, estas agresiones dejan secuelas profundas que afectan la vida de las mujeres de manera irreversible.
Secuelas de los ataques con ácido e importancia de la ley Malena

Los ataques con ácido contra mujeres son una realidad alarmante que deja secuelas físicas y emocionales profundas en las víctimas. Estos actos, en su mayoría perpetrados por hombres contra mujeres y motivados por diversas razones, causan un daño irreparable que va más allá de las quemaduras en la piel.
En este contexto, la Ley Malena, recientemente propuesta en el Congreso, cobra una importancia crucial. Esta ley busca abordar la violencia de género en todas sus formas y proporcionar un marco legal más sólido para la protección de las mujeres y la persecución de los agresores.
Uno de los aspectos fundamentales de la Ley Malena es su enfoque integral en la prevención y el combate de la violencia de género, incluyendo medidas específicas para abordar los ataques con ácido.
Esto incluye la creación de protocolos de atención especializada para las víctimas, el fortalecimiento de las sanciones contra los perpetradores y la implementación de programas de sensibilización y educación en la sociedad.
La ley también busca garantizar el acceso a la justicia y la reparación para las víctimas de ataques con ácido, asegurando que reciban el apoyo necesario para su recuperación física y emocional, y que los responsables enfrenten consecuencias proporcionales a la gravedad de sus acciones.
Es fundamental que la sociedad y los legisladores se unan en un esfuerzo conjunto para combatir la violencia de género en todas sus formas, incluyendo los ataques con ácido.
La aprobación y aplicación efectiva de la Ley Malena sería un paso significativo en la dirección correcta para proteger a las mujeres y garantizar su seguridad y bienestar en la sociedad