Envejecer es un proceso natural e inevitable, pero la manera en que lo enfrentamos puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida. Más allá de los cambios físicos, el secreto para una vejez feliz radica en medida de lo posible, de relajarse y de mantener un pensamiento positivo. Y aunque es cierto que con la edad pueden llegar ciertas dificultades de salud, y lo que antes era habitual ahora es difícil de hacer, conservar una actitud positiva es clave para la calidad de vida.
La ciencia lo confirma
De acuerdo con el profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard, David Sinclair, la actitud ante el envejecimiento puede marcar la diferencia.
“Las personas con actitudes más positivas sobre la vejez tienden a vivir más tiempo y con mejor salud que las que tienen pensamientos negativos sobre ello”, afirma
La revista JAMA Network Open destaca que una mayor satisfacción con el propio envejecimiento se asocia con una mejor salud y bienestar. Este estudio, que analizó a casi 14,000 adultos mayores de 50 años, revela que quienes se sienten orgullosos de su vejez tienen un 43% menos de probabilidades de morir en comparación con aquellos que no lo están.
Pero no solo viven más; estas personas también enfrentan un menor riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, ictus, cáncer y problemas cardíacos. Además, disfrutan de un mejor rendimiento cognitivo, se sienten menos solas y deprimidas, y duermen mejor.
La investigación, en la que participó la Universidad de Harvard, subraya que una mentalidad positiva está fuertemente vinculada a una vida más activa y saludable.
En pocas palabras mantener una actitud optimista durante la vejez ayudaría a alargar la vida.
¿El optimismo mejora el deterioro cognitivo?
Los resultados de este estudio desafían la idea de que el deterioro cognitivo leve empeora inevitablemente con el tiempo, pues reveló que las personas con deterioro cognitivo leve tienen un 30% más de probabilidades de recuperar la función de memoria si mantienen una actitud positiva sobre el envejecimiento, en comparación con aquellos que ven la vejez de manera negativa.
De hecho, la mitad de las personas afectadas logran mejorar y recuperar una función cognitiva normal.
El estudio, que analizó datos de aproximadamente 1,700 personas con una edad promedio de 78 años, mostró que aquellos con una perspectiva positiva recuperaron su memoria significativamente más rápido, con una ventaja de recuperación de hasta dos años.
Además, los participantes con cognición normal y una actitud positiva al inicio del estudio fueron mucho menos propensos a desarrollar deterioro cognitivo leve durante un seguimiento de 12 años.
Estos hallazgos sugieren que el optimismo sobre el envejecimiento fomenta hábitos de vida saludables, como la socialización, el ejercicio regular y una dieta equilibrada, todos ellos factores que protegen contra el declive cognitivo. En contraste, la depresión y el aislamiento social pueden acelerar el deterioro cognitivo al aumentar la inflamación sistémica y afectar negativamente la salud cerebral.
¿Cómo lograr una actitud en la vejez?
De acuerdo con David Sinclair, todas las personas mayores de 50 años deben adoptar prácticas que promuevan una visión positiva de la senectud. Así, podrán sentirse más jóvenes en mente, cuerpo y espíritu, disfrutando de una vejez llena de vigor y entusiasmo.
Controlar la ansiedad: La ansiedad tiende a aumentar con la edad, pero hay formas efectivas de manejarla. Sinclair, sugiere practicar meditación diaria, que puede calmar la mente y reducir el estrés. También, explora la filosofía estoica, que te enseña a maximizar las emociones positivas y minimizar las negativas. Además de no olvidar dedicar unos minutos cada día a expresar gratitud; este simple acto puede transformar tu perspectiva y ayudarte a sentirte más equilibrado y en paz.
Encuentra tu propósito y renueva tu vida: Tener un propósito claro en la vida significa seguir persiguiendo metas y sentir que cada día cuenta. Según David Sinclair, esto implica explorar intereses que te impulsen hacia el crecimiento personal y te conecten con los demás como:
- Aprende algo nuevo: Tocar un instrumento, dominar un nuevo idioma o tomar clases universitarias que estimulen tu mente.
- Hacer voluntariado: Contribuye a una causa que te apasione y haz una diferencia en tu comunidad.
- Ser mentor: Comparte tu experiencia y guía a alguien más joven.
- Desarrolla nuevas habilidades: Habla en público, cocina platos deliciosos o aprende a reparar automóviles.
Si te falta inspiración, recuerda lo que te apasionaba cuando eras más joven. ¿Te gustaba construir maquetas de trenes o practicar algún deporte? ¡Revive esas pasiones y dale un nuevo propósito a tu vida!
Mantener activa la mente: Socializar mantiene tu mente activa y puede mejorar tu autoestima. Estudios demuestran que los lazos personales son clave para mantener una mentalidad positiva y combatir la baja autoestima.
Si te resulta más fácil conectar con los demás a través de actividades compartidas, considera unirte a un grupo que se dedique a algo que te guste, como el senderismo o los juegos de mesa.
Plantea retos para mantenerte en forma y positivo: El científico sugiere encontrar un desafío físico realista, como entrenar para una carrera de 5 km, hacer senderismo, completar una serie de clases de entrenamiento, o simplemente caminar 1.5 km al día durante un mes. El ejercicio regular no solo fortalece tu cuerpo, sino que también aumenta tu confianza en ti mismo. Superar estos retos te brinda una sensación de logro, lo que puede hacerte sentir más joven y vibrante.
Desafía los estereotipos y mantén una mentalidad positiva: El edadismo o prejuicio por edad es la creencia errónea de que ciertas actividades están reservadas solo para los más jóvenes. Este tipo de pensamiento puede afectar negativamente tu mentalidad y limitar tus oportunidades.
Recuerda siempre que tu edad no define tu capacidad, habilidades o deseos. No permitas que los estereotipos te detengan. En lugar de eso, enfócate en tus habilidades y metas, ¡y demuestra que puedes tener éxito sin importar la edad!
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