Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Columna de opinión:

Cabrón, chispa y casual

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Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
¿Y si la muerte nos necesita?

¿Y si la muerte nos necesita?

¿Venceremos a la muerte? ¿a “la pelona”? ¿Viviremos más que Matusalén gracias a la inteligencia artificial? Parece que sí. Yo por lo pronto, quiero vivir 120 años, yendo al baño solo…

Los investigadores norteamericanos Peter Diamandis y Steven Kotler (quienes afortunadamente lograron realizar sus estudios antes de que Trump cerrara la mayor parte de los centros de investigación en EE.UU.) se dieron a la tarea de identificar los principales aceleradores tecnológicos y sus impactos futuros en diez industrias: educación, compras, publicidad, entretenimiento, atención médica, alimentación, seguros, finanzas, bienes raíces y, por supuesto, longevidad.

Sus hallazgos fueron sorprendentes. Los detalles están en su libro “El futuro es más rápido de lo que piensas” (The Future Is Faster Than You Think), publicado en 2020.

La tesis del libro, de corte marcadamente optimista, plantea que la convergencia de diversas tecnologías aplicables a nivel individual abrirá paso a un futuro brillante, marcado por el progreso, la innovación y la disrupción.

En el capítulo 10, titulado “The Future of Longevity”, los autores abordan la posibilidad de evitar el envejecimiento y alargar la vida gracias a estas tecnologías, lideradas por la inteligencia artificial. También identifican nueve causas del envejecimiento humano y exponen avances científicos que podrían ayudarnos a prevenirlo o revertirlo.

¿Muerte?: la vida eterna ya no es ciencia ficción

La idea de que pronto podremos frenar el envejecimiento y extender nuestras vidas no solo inspira, sino que también nos abre la mente… aunque quizás muchas de esas tecnologías ni siquiera las comprendamos del todo.

Investigando más a fondo, descubrí que uno de los autores, Peter Diamandis, es cofundador y vicepresidente de Human Longevity Inc. (HLI), una empresa dedicada al diagnóstico, la terapia celular y la genómica: una rama de la biología molecular que estudia el genoma completo de un organismo —es decir, su ADN y sus genes— y cómo estos se relacionan con la salud y la enfermedad. Su foco: prolongar la vida humana sana.

Por su parte, Steven Kotler, el otro autor, es periodista especializado en ciencia, y nos invita a repensar cómo liderar nuestras vidas de manera más satisfactoria, productiva y significativa. Se destaca por sus libros sobre tecnología y disrupción, que abordan las historias de inconformes que rompieron paradigmas y transformaron lo que antes parecía ciencia ficción en realidad. Leer sus obras es asomarse a lo que nos depara el futuro.

Ambos coinciden en que el progreso en inteligencia artificial, robótica, computación cuántica, manufactura digital, nanomateriales, biología sintética y muchas otras tecnologías exponenciales nos permitirá alcanzar, en las próximas dos décadas, avances extraordinarios, nunca antes vistos. Avances que superarán incluso los de las revoluciones industriales, la revolución digital y la actual era 4.0, caracterizada por la fusión de tecnologías físicas, digitales y biológicas.

Y lo mejor es que estas tecnologías no solo nos permitirán cubrir nuestras necesidades básicas, sino también prevenir, retrasar y posiblemente revertir el envejecimiento. ¿Lograremos desarrollar la fuente de la eterna juventud? ¿Prolongaremos la muerte?

¿Podrá surgir una tecnología que permita a nuestra mente vivir eternamente sin necesidad de un cuerpo? La ciencia ficción ya no es ficción. Desde 1999, lo vemos en comedias como Futurama. ¿Recuerdan ese capítulo donde la cabeza de Richard Nixon se mantiene viva en un frasco con un líquido nutritivo? Quizás nuestras mentes también puedan vivir para siempre.

¿Acaso The Matrix (1999) no anticipó que los humanos podríamos vivir conectados a una simulación, separados de nuestros cuerpos físicos? ¿O Her (2013), donde un hombre se enamora de un sistema operativo con emociones y conciencia, pero sin cuerpo? ¿O Transcendence (2014), donde un científico transfiere su mente a una supercomputadora antes de morir?

Una serie que me impacta es Black Mirror, especialmente aquel episodio donde las mentes de personas fallecidas viven eternamente en una simulación, o ese otro en el que las conciencias son clonadas digitalmente y viven atrapadas sin cuerpo. ¿Estamos cerca de alcanzar la inmortalidad digital? ¿Podremos almacenar nuestra conciencia en un dispositivo? ¿Replicarla digitalmente para vivir en la virtualidad o en un mundo simulado? ¿Transferirla a inteligencias artificiales conscientes?

Son tantas preguntas que me gustaría que Diamandis y Kotler me respondieran..

Así que, bienvenidos al futuro, en donde estaremos programados para vivir siempre en la nube; en donde no necesitaremos de bótox: bastará con un buen algoritmo y un buen promt que tendrá respaldo en la nube…y si todo esto se cumple, ya no le tengamos miedo a “la pelona”…

Por ahora, seguiremos envejeciendo… pero con estilo, mientras sigamos yendo al baño solos, y disfrutando el aquí y el ahora, con la esperanza de que la próxima actualización del sistema venga con opción de “modo inmortal activado”.

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