En un reciente informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), México ha sido designado como el país con el mayor índice de estrés laboral a nivel global, superando a economías más grandes como China o Estados Unidos. Estos hallazgos, que datan de antes de la pandemia, revelan una preocupante realidad sobre el bienestar laboral en el país.
Créditos: NTN24
La noticia ha resonado en diversos sectores de la sociedad mexicana, quienes expresan su preocupación por las implicaciones que el estrés laboral puede tener en la salud y el bienestar de los trabajadores. Además, se ha destacado la importancia de abordar este problema de manera integral, involucrando tanto a empleadores como a trabajadores y autoridades gubernamentales.
Ante esta preocupante realidad, la ONG Visionarios 2030 tomó la iniciativa de abordar este problema de frente, buscando acciones concretas a través del ámbito legislativo.
Representantes de Visionarios 2030 se dirigieron a la Cámara de Diputados con el objetivo de persuadir a los legisladores para que considerarán la posibilidad de introducir una iniciativa destinada a revertir el deterioro emocional que afecta a millones de mexicanos.
La urgencia de esta medida se fundamenta en las consecuencias negativas que el estrés laboral puede acarrear, incluyendo el síndrome de burnout, el cual no solo afecta la salud mental, sino que también puede tener repercusiones físicas significativas.
Las cifras reveladas por la OMS son alarmantes, y es importante destacar que el costo económico del deterioro emocional en México se estima en alrededor de 16 mil millones de pesos anuales. Estos números no solo deben causar alerta, sino que también deberían motivar acciones concretas por parte de las autoridades y los actores relevantes en el ámbito laboral.
El estrés laboral no solo afecta el bienestar de los trabajadores, sino que también tiene un impacto negativo en la productividad y el desarrollo económico del país en su conjunto. Es imperativo que se tomen medidas integrales para abordar este problema de manera efectiva, promoviendo entornos laborales saludables y adoptando políticas que protejan la salud emocional de los trabajadores.
¿Qué es el síndrome de burnout?
El síndrome de burnout, también conocido como «síndrome del trabajador quemado» o «síndrome de desgaste laboral», es un trastorno psicológico que afecta principalmente a individuos que experimentan un alto nivel de estrés crónico en su entorno laboral. Este síndrome se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, mental y físico que resulta de la exposición prolongada a situaciones laborales estresantes y demandantes.
Las personas que sufren de burnout suelen experimentar una sensación de fatiga extrema, desmotivación, falta de energía, irritabilidad, dificultades para concentrarse, y una disminución en su rendimiento laboral. También pueden manifestar síntomas físicos como dolores de cabeza, musculares o gastrointestinales, así como trastornos del sueño.
El síndrome de burnout no solo afecta la salud y el bienestar del individuo que lo padece, sino que también puede tener un impacto negativo en su vida personal, relaciones interpersonales y desempeño laboral.
Recomendaciones para evitar el estrés laboral
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral se refiere a la respuesta física y emocional desencadenada cuando las demandas laborales superan la capacidad del individuo para hacerles frente. Con el objetivo de abordar esta problemática, los expertos sugieren las siguientes recomendaciones:
- Establecer límites claros: Es fundamental establecer límites entre la vida laboral y personal. Definir horarios para el trabajo y el descanso ayuda a evitar la sobreexigencia y a mantener un equilibrio saludable.
- Priorizar tareas: Organizar y priorizar las tareas según su importancia y urgencia permite gestionar el tiempo de manera más eficiente, reduciendo así la sensación de abrumamiento y estrés.
- Comunicación efectiva: Fomentar una comunicación abierta y transparente en el lugar de trabajo es clave para resolver conflictos, compartir preocupaciones y buscar soluciones colaborativas.
- Practicar técnicas de relajación: Incorporar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga durante el día laboral ayuda a reducir la tensión y mejorar la concentración.
- Fomentar el apoyo social: Mantener relaciones positivas con colegas y buscar el apoyo de superiores o profesionales de recursos humanos en momentos de dificultad contribuye a crear un ambiente de trabajo más solidario y comprensivo.
- Promover el autocuidado: Priorizar el autocuidado incluye cuidar la alimentación, la actividad física y el descanso adecuado, aspectos fundamentales para mantener la salud física y mental.
- Identificar factores desencadenantes: Reconocer las situaciones o actividades que generan estrés permite tomar medidas preventivas y desarrollar estrategias para afrontarlas de manera más efectiva.
- Buscar ayuda profesional: En casos donde el estrés laboral afecte significativamente la calidad de vida, es recomendable buscar ayuda profesional. Psicólogos y terapeutas pueden ofrecer herramientas y técnicas para gestionar el estrés de manera saludable.
