A medida que nos adaptamos al trabajo remoto, investigaciones realizadas postpandemia se contradicen en cuanto al aumento o disminución de la productividad de los empleados.
Crédito: The New York Times, Instituto Becker Friedman de la Universidad de Chicago, INEGI
Hasta este año se están comenzado a conocer los efectos reales del trabajo a distancia, tanto para los empleados como para la economía en general.
Todo comenzó cuando nuestro modo de trabajo se vio alterado durante la pandemia. La mayoría dejamos de trasladarnos a nuestros lugares de trabajo y comenzamos a trabajar desde casa.
Por supuesto que la productividad de los empleados ha sido objeto de muchos estudios y conjeturas que vale la pena ser mencionadas.
Productividad en los Estados Unidos: las dos caras de la moneda
Investigaciones como la liderada por el Instituto Becker Friedman de la Universidad de Chicago en 2021, concluyen que el teletrabajo causó un descenso de entre el 8 y el 19 por ciento en la productividad de los empleados en los Estados Unidos.
En contraste, una investigación liderada en 2023 por Anthony M. Diercks -economista y analista financiero de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal en Washington D.C.-, la productividad aumentó entre el 13 y el 24 por ciento durante la pandemia.
Pero, ¿por qué estas cifras son tan contradictorias y distantes entre sí? Parece que la respuesta tiene que ver más con aquellos empleadores y gerentes bien capacitados, que sí supieron cómo apoyar a sus empleados desde su trabajo en casa, y se aseguraron de juntarse en persona, de manera frecuente.
En lo que sí concuerdan los investigadores -y que no es ninguna novedad-, es que la fase híbrida ya está más que establecida en la mayoría de lugares de trabajo: es una realidad que el teletrabajo ya hace parte de nuestras vidas.
Pero la pregunta sigue siendo si el esquema de trabajo desde cualquier lugar, realmente perjudica o mejora la productividad de los empleados.
Al principio de la pandemia, el esquema de trabajo desde casa no estaba estructurado ni las personas estaban acostumbradas a migrar sus oficinas al estudio de su hogar.
Los empleados tampoco contaban con las plataformas y tecnologías necesarias para trabajar en línea con sus equipos de trabajo, ni con la disciplina requerida para cumplir cono sus tareas, sin desconcentrarse con el ladrido de un perro o el llanto de un niño.
Frente a este tema, de nuevo los estudios presentan contradicciones. También se detecta que el tipo de sector e industria altera los resultados.
La investigación liderada por el Instituto Becker Friedman de la Universidad de Chicago en 2021, asegura que los trabajadores a distancia de una empresa asiática de tecnología, disminuyeron su productividad de entre un 8 y un 19 por ciento, durante la pandemia.
Contrariamente, el estudio realizado por Anthony M. Diercks -economista y analista financiero de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal en Washington D.C en 2023, descubrió que la producción de investigadores de economía en los Estados Unidos, aumentó alrededor de un 24 por ciento.
Ambos estudios permiten concluir que lo que no funciona es mandar a la gente a casa sin oportunidades de reunirse en persona y sin realizar ningún seguimiento de cumplimiento de objetivos.
Productividad del trabajo remoto en México: resultados contradictorios
Antes de la pandemia, el trabajo remoto era relativamente poco común en México.
Pero según datos del gobierno mexicano, el trabajo remoto aumentó significativamente durante la pandemia: en los primeros meses de la crisis, casi el 40% de la población empleada de México estaba trabajando desde casa.
Sin embargo, según varios informes y encuestas relacionados con la productividad, los resultados fueron contradictorios al igual que los realizados en los Estados Unidos.
Un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró que alrededor del 58% de los empleados mexicanos consideraron que su productividad había mejorado, al trabajar de forma remota; en tanto un 48% que afirmó ser más eficiente.
Por otro lado, aproximadamente un 29% de los encuestados expresó que su productividad había disminuido, destacando las disparidades en las experiencias con el trabajo remoto.
El impacto del trabajo remoto en diversas industrias en México fue directamente relacionado con la productividad de sus empleados. Además, algunos sectores estaban bien preparados para hacer la transición de manera fluida, mientras que otros enfrentaron desafíos significativos.
Las industrias que dependían de herramientas digitales, servicios en línea o comercio electrónico experimentaron un aumento en la productividad. También lo hicieron las empresas de tecnología de la información, minoristas en línea y startups tecnológicas.
De acuerdo con The Economist Intelligence Unit, el 39% de las empresas aumentaron la productividad con el trabajo remoto durante las restricciones de covid.
Sin embargo, las industrias que dependían de la presencia física, como la hospitalidad, el turismo y el comercio minorista tradicional, se vieron afectadas negativamente. Por esta razón tanto las empresas como sus empleados disminuyeron su productividad debido a las restricciones impuestas. El resultado: despidos y pérdidas económicas significativas.
De acuerdo con el Inegi, de 1’873.564 empresas en el país, 86.6% indicaron haber tenido alguna afectación a causa de la pandemia.
En general, el efecto de la pandemia en las industrias en México fue divergente. Algunos prosperaron en el entorno de trabajo remoto lo cual benefició la productividad de sus empleados; mientras que otros enfrentaron dificultades para mantener la productividad.
La pandemia desencadenó una transformación en la forma en que trabajamos, con el trabajo remoto convirtiéndose en una parte fundamental de nuestras vidas laborales.
Los estudios pueden mostrar resultados contradictorios, pero la clave para el éxito del trabajo remoto parece residir en la estructura, la tecnología y la colaboración efectiva.
A medida que continuamos adaptándonos a esta nueva realidad, es esencial encontrar un equilibrio que beneficie tanto a los empleados como a las empresas, reconociendo que no existe una respuesta única para todos.
