Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Columna de opinión:

Cabrón, chispa y casual

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Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
¿Pacientes con discapacidad mental pueden recobrar la conciencia antes de morir?

¿Pacientes con discapacidad mental pueden recobrar la conciencia antes de morir?

Imagina a una chica, Anna Katherina Ehmer, que está a punto de fallecer. Nunca ha pronunciado una sola palabra en su vida porque sufre de una discapacidad mental desde su nacimiento. De repente, comienza a cantar durante media hora una melodía que habla del hogar del alma y la paz celestial. El doctor Friedrich Happich y la enfermera que la atiende, aseguran que al terminar, sus gestos comienzan a ablandarse y su rostro comenzó a transfigurarse. Enseguida fallece plácidamente. Me quedo sin palabras.

El testimonio de Anna es real. Hace parte del relato colectivo de muchos pacientes con discapacidades mentales, que experimentan una inexplicable lucidez en su lecho de muerte.

Parece que estos pacientes, tienen un breve período de lucidez mental. “Vuelven a la vida”,  por así decirlo, y recuperan habilidades, de manera momentánea, que los hacen ser quienes son o quienes eran, antes del inicio de una enfermedad neurodegenerativa, que destruye lentamente su cerebro. Esta varía desde meningitis hasta Alzheimer, demencia senil, trastornos psiquiátricos severos, tumores, abscesos y lesiones cerebrales; y accidentes cerebrovasculares, así como estados de coma profundo: pacientes que pueden despertar “de la nada” poco antes de morir.

Durante estos episodios de claridad mental, traen de vuelta recuerdos que se creían perdidos. Se comunican y pueden hablar de manera clara y coherente. De acuerdo con All American Hospice, también pueden pedir su comida u objeto favorito; reconocer amigos o familiares; recordar buenos momentos de su infancia y juventud; buscar o hablar con personas fallecidas, mascotas o figuras religiosas; hablar sobre viajar, ver luces o escuchar sonidos; y hasta predecir la hora exacta de la muerte. Es más, algunos se levantan de la cama y caminan, cantan como Anne, y responden a preguntas.

Resulta que este desconcertante fenómeno sucede desde el siglo XIX. De acuerdo con el portal The Epoch Times, existe un estudio que examina casos de lucidez terminal desde 1826.

El 84 por ciento de aquellos que experimentaron un breve período de lucidez mental, murieron en el transcurso de una semana; el 43 por ciento de ellos fallecieron en un lapso de 24 horas después del episodio. Sin embargo, algunos destellos de claridad pueden presentarse hasta seis meses antes de la muerte del paciente.

Y es que estos episodios son presenciados la mayoría de las veces por cuidadores, enfermeras, médicos y personal médico de cuidados paliativos, que cuidan a pacientes terminales. De hecho, un estudio encontró que en los últimos 5 años, 7 de cada 10 cuidadores de un hogar de ancianos observaron a pacientes con demencia y confusión, volverse lúcidos unos días antes de morir.

Aunque haya discapacidad mental pacientes reconectan con la vida real

Al ser un fenómeno transitorio e impredecible, es difícil de estudiar por parte de la comunidad científica. Además, muchos lo consideran poco ético, puesto que en estos escasos minutos de lucidez es las familias reconectan con sus seres queridos que están a punto de partir.

¿Acaso la causa de estas manifestaciones es que suceden cambios en la fisiología cerebral a medida que el paciente muere? ¿Acaso se trata una experiencia real, espiritual o simplemente sobrenatural? ¿Será que el paciente despierta en un intento por terminar su trabajo inconcluso o porque quiere despedirse o cumplir su último deseo? Todavía queda muchas preguntas y pocas respuestas.

Yen Ying Lim, profesora asociada del Turner Institute for Brain and Mental Health, y Diny Thomson, candidata a un doctorado en neuropsicología clínica y psicóloga provisional, ambas de la Universidad de Monash, dicen que la lucidez terminar traspasa las barreras de la ciencia. Afirman que esos momentos de claridad mental “pueden ser una forma para que la persona moribunda se despida”, y cierre su capítulo antes de morir. Para ellas es una forman de reconectar con familia y amigos. Hablan de “una conexión de la persona con una vida después de la muerte.”

Existen otros testimonios, como el de un niño con un tumor cerebral que estaba en coma, y finalmente su familia “le dio permiso para morir”.

El día siguiente, el chico recuperó la conciencia, agradeció a su familia “por dejarlo ir” y murió. O el de un joven que tenía otro tumor cerebral, y una hora antes de morir, despertó, se despidió de su familia, habló con ellos durante unos minutos antes de perder la conciencia de nuevo, y falleció. Y qué decir del de una persona mayor con Alzheimer, que ya no hablaba ni reconocía a nadie, y que de repente comenzó a recitar un verso. Luego se recostó, y murió un mes después.

Para la profesora Lim, la lucidez terminar puede ayudar a los seres queridos a entender el proceso de morir, y a aceptar que su ser querido no se recuperará; y por otro lado le permite a la familia aprovechar unos minutos de lucidez de su ser amado para despedirse, y pedir o recibir perdón: algo tan importante para «poder dejar ir” a quienes amamos, y superar de una menor manera el luto.

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