Un nuevo ataque con drones a las instalaciones de la gigantesca central de Zaporiyia en Ucrania ha puesto en vilo a los expertos del organismo de control atómico de Naciones Unidas, quienes advierten sobre el riesgo de un “accidente nuclear grave”.
Créditos: BBC
La planta, ubicada en el sureste del territorio ucraniano y en la primera línea del conflicto entre Rusia y Ucrania, ha sido objeto de ocupación por parte de las fuerzas rusas desde principios de 2022. Desde entonces, ha sido escenario de tensiones y ahora, con este nuevo ataque, el temor a un desastre nuclear ha vuelto a ocupar la atención internacional.
El ataque del domingo pasado, según informes, resultó en heridas para tres personas. Moscú sostiene que Ucrania está detrás del incidente, mientras que Kiev niega cualquier responsabilidad, acusando a Rusia de poner en riesgo la seguridad de la planta.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha calificado el ataque como «temerario» y una «escalada importante de los peligros para la seguridad nuclear» en la central. Esto ha generado preocupaciones en la comunidad internacional sobre la seguridad de las instalaciones nucleares en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
El OIEA, que ha desplegado un equipo de expertos en Zaporiyia, confirmó que los ataques con drones causaron un «impacto físico” en la central, llegando incluso a alcanzar uno de los reactores. A pesar de esto, la administración de la central, bajo control ruso, ha informado que los niveles de radiación permanecen normales y que no se han producido daños graves.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia. Mientras que Moscú afirma que Ucrania está detrás de los ataques, Kiev niega estas acusaciones, señalando que la planta está «ocupada ilegalmente por Rusia». Este intercambio de acusaciones refleja la complejidad y la intensidad del conflicto en la región, que continúa afectando a la seguridad de la población y del medio ambiente.
La central de Zaporiyia, la más grande de Europa, cuenta con seis reactores y es crucial para la generación de electricidad en Ucrania. Sin embargo, la situación de conflicto en la región ha generado preocupaciones sobre la seguridad nuclear en la instalación. Expertos advierten que, aunque el riesgo de un incidente radiactivo grave como el de Chernóbil es mínimo, los ataques podrían comprometer el suministro eléctrico necesario para refrigerar los reactores, lo que podría conducir a una situación potencialmente peligrosa para la población y el medio ambiente.
La importancia de la central de Zaporiyia
La central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sureste de Ucrania, es una instalación de vital importancia tanto para Ucrania como para toda Europa. Construida entre 1984 y 1995, es la mayor central nuclear del continente y la novena del mundo en términos de capacidad de generación de energía.
Con sus seis reactores, cada uno de los cuales genera 950 megavatios, la central tiene una capacidad total de producción de 5,700 megavatios, lo que la convierte en una fuente fundamental de electricidad para Ucrania. En tiempos normales, la planta produce aproximadamente el 20% de la electricidad del país y casi la mitad de la energía generada por las instalaciones nucleares de Ucrania.
Además de su importancia en la generación de energía, la central de Zaporiyia desempeña un papel crucial en la seguridad energética de Europa. Dada su capacidad significativa, la planta contribuye de manera significativa a la estabilidad del suministro eléctrico en la región, especialmente en momentos de alta demanda o durante crisis energéticas.
Sin embargo, la central de Zaporiyia no solo es vital desde el punto de vista energético, sino también desde la perspectiva de la seguridad nuclear. A pesar de las tensiones geopolíticas en la región, la central ha operado de manera segura durante décadas y cuenta con un robusto sistema de protección y contención que la hace significativamente más segura que la planta de Chernóbil, escenario del peor desastre nuclear en la historia en 1986.
Dada su importancia estratégica y su capacidad para influir en la estabilidad energética y nuclear de toda la región, la central de Zaporiyia ha sido objeto de preocupación y atención especial durante el conflicto entre Rusia y Ucrania. Los recientes ataques con drones a la planta han renovado los temores sobre la seguridad nuclear y han destacado la necesidad urgente de proteger las instalaciones nucleares en medio de crisis geopolíticas. La estabilidad y la seguridad de la central de Zaporiyia son fundamentales no solo para Ucrania, sino también para toda Europa, y deben ser salvaguardadas a toda costa.