La denuncia de Sam Salehpour, un ingeniero de Boeing, ha generado gran revuelo en la industria de la aviación. Las acusaciones de defectos en los aviones 777 y 787 Dreamliner, dos de los modelos más populares de Boeing, han puesto en tela de juicio la seguridad de miles de pasajeros y la reputación de la compañía.
Créditos: CNN
Salehpour asegura que estos defectos podrían reducir drásticamente la vida útil de las aeronaves e incluso provocar fallas catastróficas. Su queja, hecha pública el martes, no está relacionada con el modelo 737 Max, que ha sido inmovilizado en dos ocasiones por la FAA.
Las presuntas irregularidades en la fabricación
La denuncia de Salehpour se centra en dos aspectos principales:
- Uniones defectuosas en el fuselaje del 787 Dreamliner: Según el ingeniero, los equipos de ensamblaje no llenaron adecuadamente los espacios entre las distintas secciones del fuselaje. Esto generaría un mayor desgaste en el avión, acortando su vida útil y aumentando el riesgo de fallas graves.
Es importante mencionar que la FAA ya había investigado este problema con Boeing durante casi dos años a partir de 2021, obligando a detener las entregas de nuevos Dreamliner. La compañía asegura haber implementado cambios en su proceso de fabricación para solucionar el inconveniente.
- Presiones indebidas a ingenieros y mala calidad de construcción en el 777: Salehpour afirma que, tras reportar problemas de perforación en el 787, fue reasignado al programa del 777. Allí, alega haber encontrado un trabajo deficiente en la alineación de las piezas del fuselaje y una presión indebida sobre los ingenieros para aprobar trabajos sin la inspección adecuada.
Investigaciones en curso y posturas encontradas
La FAA ha entrevistado a Salehpour como parte de su investigación y ha declarado que toma en serio todas las denuncias de los denunciantes. Además, un subcomité del Senado revisará las inquietudes en una audiencia la próxima semana.
Boeing niega rotundamente las acusaciones de Salehpour y asegura la seguridad y durabilidad de sus aviones 777 y 787.
Graves consecuencias para Boeing si las acusaciones son ciertas
Si las acusaciones resultan ser ciertas, podrían tener graves consecuencias para Boeing. La FAA podría imponer multas o incluso obligar a la compañía a modificar sus aviones existentes. Además, el daño a la reputación de Boeing podría afectar las ventas futuras.
Multas y sanciones: La FAA tiene la potestad de imponer multas millonarias a Boeing si se comprueba que la compañía ha incumplido las normas de seguridad aérea. La cuantía de las multas dependerá de la gravedad de las infracciones y del historial de seguridad de Boeing. En casos extremos, la FAA podría incluso suspender o revocar el certificado de operador aéreo de Boeing, lo que impediría a la compañía operar sus aviones.
Modificaciones en los aviones: Si las investigaciones confirman la existencia de defectos en los aviones 777 y 787 Dreamliner, Boeing podría verse obligado a realizar modificaciones en los diseños o procesos de producción para garantizar la seguridad de los pasajeros. Estas modificaciones podrían ser costosas y llevar tiempo, lo que afectaría a la producción y las entregas de aviones.
Daño a la reputación: Las acusaciones de defectos en sus aviones podrían dañar gravemente la reputación de Boeing, una empresa que ha sido durante décadas un símbolo de la seguridad y la innovación en la industria aeroespacial. La pérdida de confianza de los consumidores podría afectar negativamente a las ventas de aviones de Boeing en el futuro.
Impacto económico: Las consecuencias de este caso podrían tener un impacto económico significativo en Boeing. Las multas, las modificaciones en los aviones y la pérdida de ventas podrían afectar negativamente a las finanzas de la compañía, lo que podría traducirse en recortes de empleos y otras medidas de austeridad.
