En un mundo que evoluciona hacia la inclusión y la equidad, los cambios en las marcas reflejan un progreso necesario hacia una sociedad más consciente y respetuosa. La pregunta ahora es: ¿cuántas otras marcas seguirán este ejemplo de adaptación y transformación?
Por: Pablo Meyer, experto en comunicación y mercadotecnia, y director de Pablo Meyer y Asociados

Durante décadas, marcas comerciales con connotaciones denigrantes han permeado la sociedad, especialmente en los Estados Unidos, donde algunas incluso reflejaban elementos racistas y en numerosos casos, y estaban relacionadas con la dolorosa historia de la esclavitud.
No obstante, en los últimos años, el panorama ha experimentado un cambio radical, impulsado por una cada vez mayor conciencia social y por movimientos como Black Lives Matter y MeToo, que han propiciado una transformación significativa en la percepción de tales marcas.
Marcas: de la denigración a la conciencia social
Hoy en día, cualquier nombre, marca o logotipo que contenga matices racistas, sexistas o que menosprecie a algún sector de la población es mirado con recelo y desaprobación. La conciencia social ha eclipsado la normalización de términos y símbolos que antes pasaban desapercibidos y que simplemente eran aceptados sin cuestionamiento.
Imaginemos amigos, a equipos imaginarios con nombres como «Los Mojados de Arizona» o «Los Topiles de Chiapas». Este simple ejercicio ilustra la inapropiada carga discriminatoria que podría tener en la actualidad cualquier denominación que menosprecie a grupos étnicos o sociales.
Ejemplos de marcas que cambiaron el paradigma
Aunt Jemima y Uncle Ben’s
Numerosos ejemplos recientes destacan este cambio de paradigma. Importantes marcas como Aunt Jemima optaron por abandonar connotaciones denigrantes y cambiaron a Perl Milling Company (el nombre original) y en México, a Gamesa Select. Uncle Ben’s, conocido por su arroz, evolucionó a Ben’s Original, eliminando la imagen del cocinero afrodescendiente que tenía previamente.
Chiquita Banana y Eskimo Pie
Chiquita Banana, un personaje latinoamericano estereotipado, simplificó su nombre a simplemente «Chiquita». Además de otras como Eskimo Pie cambiaron debido a la carga negativa asociada con el término «Eskimo» que es también visto como un término despectivo hacia la comunidad Inuit, que habitan el Ártico.
Pieles Rojas de Washington y los Indios de Cleveland

Uno de los cambios más significativos se ha visto también en el ámbito deportivo. En 2020, el equipo de la NFL, los Pieles Rojas de Washington, cedió a la presión social y abandonó su nombre, convirtiéndose primero en el «Washington Football Team» y posteriormente en los «Washington Commanders».
Este cambio fue especialmente notable debido a la presión del principal patrocinador, FedEx, que condicionó su apoyo al cambio de nombre.
Lo mismo ocurrió con los Indios de Cleveland, que recientemente cambiaron su nombre a los «Cleveland Guardians». Estos cambios no solo representan una evolución en la percepción pública, sino también un reconocimiento de la necesidad de respeto hacia las comunidades indígenas de los Estados Unidos.
No obstante, la controversia persiste en torno a equipos con vínculos a poblaciones nativas, como los Kansas City Chiefs, Atlanta Braves y Florida State Seminoles. Aunque estos equipos han evitado denominaciones explícitamente denigrantes, la cuestión de la apropiación cultural sigue siendo objeto de debate.
Disney ha anunciado que va a editar algunas películas clásicas
Incluso, gigantes del entretenimiento como Disney han anunciado que van a editar algunas películas clásicas para evitar connotaciones negativas en películas como ¡Dumbo, Peter Pan y los Aristogatos!, donde pueden percibirse diálogos peyorativos hacia grupos sociales desde personas con sobrepeso, hasta miembros de la comunidad LGTB.
Jeep eliminará el nombre de Jeep Cherokee
Jeep, esta emblemática marca de automóviles que le pertenece al conglomerado Stellantis, está evaluando cambiar el nombre del Jeep Cherokee en conversaciones con la tribu misma, demostrando una sensibilidad emergente hacia la diversidad cultural.
Bimbo: de «Negrito» a «Nito»

En México, también hemos tenido un efecto similar. Bimbo por ejemplo, modificó en 2013 el nombre de «Negrito» a «Nito» pensando en el mercado estadounidense, reflejando cómo las empresas mexicanas también se están adaptando a los nuevos estándares de conciencia social.
En un mundo que evoluciona hacia la inclusión y la equidad, estos cambios en las marcas reflejan un progreso necesario hacia una sociedad más consciente y respetuosa. La pregunta ahora es: ¿cuántas otras marcas seguirán este ejemplo de adaptación y transformación?