¿Acaso existe alguna industria que no haya sido tocada “por las manos mágicas” de la Inteligencia Artificial (IA)? ¿Se han dado cuenta de su crecimiento exponencial en el último año? Pero como toda magia, puede sanar pero al mismo tiempo, hacer daño. Todo es cuestión del discernimiento del humano que está detrás de la máquina.
La IA ha llegado a casi todos los rincones del planeta. Se ha integrado de manera orgánica a los sectores de tecnología y software; finanzas, industria automotriz, comercio electrónico; manufactura, educación, medios de comunicación y entretenimiento; seguridad y vigilancia. Aunque aún existen áreas en donde la adopción de la IA es limitada, como la innovación y la creatividad auténticas. Porque aunque la IA ha demostrado capacidad para crear música, por ejemplo, aún no ha alcanzado su máximo potencial. ¡Quién sabe si en un futuro próximo, estaremos oyendo Mozart 2.0 gracias a la IA!
Definitivamente, las áreas más beneficiadas son la salud y la medicina; en especial en todo lo relacionado con diagnóstico, detección temprana de enfermedades, análisis de imágenes, gestión de datos e historial de los pacientes, y algo muy importante: el desarrollo de medicamentos.
Hablando del desarrollo de medicamentos, vengo a contarles que muy pronto, la FDA aprobará un fármaco llamado ISM018_055, que sirve para tratar la fibrosis pulmonar idiopática (FPI). Si sale todo bien, ISM018_055 se convertirá en el primer tratamiento elaborado en su totalidad por IA.
Pharma.Ai ha desarrollado ISM018_055
Insilico Medicine es la empresa de biotecnología responsable de que ISM018_055 ya se encuentre en la Fase II de ensayos clínicos para tratar la FPI, un padecimiento que causa una cicatrización irreversible en los pulmones y una disminución progresiva e irreversible en la función de este órgano vital.
ISM018_055 fue diseñado con la ayuda de Pharma.Ai, una plataforma de diseño, propiedad de la farmacéutica, que emplea métodos para identificar objetivos, generar candidatos a fármacos y diseñar nuevas terapias; y que en un futuro abordarán otras enfermedades relacionadas como fibrosis y envejecimiento.
Otra buena noticia es que el desarrollo de ISM018_055 está relacionado directamente con el avance de dos medicamentos. Se trata de un tratamiento para combatir el COVID-19, actualmente en la Fase I; y un fármaco destinado a inhibir cáncer en tumores sólidos.
De acuerdo con Insilico Medicine, la enfermedad afecta alrededor de cinco millones de personas en el mundo; en tanto Estados Unidos, cuenta con alrededor de 100 mil personas diagnosticadas con FPI.
Inteligencia Artificial: Puntos a favor y en contra en el sector farmacéutico

Lanzar al mercado un nuevo fármaco es un proceso increíblemente complejo. Feng Ren, PhD, Co-CEO y Director Científico de Insilico Medicine, afirma que también es un proceso costoso. “Hablamos de miles de millones de dólares por fármaco, y el proceso puede tardar una década o más en dar los resultados esperados.”
Aunque un punto a favor de la IA en el sector farmacéutico, es que ha reducido a la mitad del tiempo el proceso de desarrollo. Sin embargo, lo más aterrador es que alrededor del 90% de estos fármacos en desarrollo fracasan, convirtiéndose en esfuerzos riesgosos para compañías como Insilico Medicine.
Pero que “no cunda el pánico.” Aunque ISM018_055 tiene que superar las etapas finales de ensayos clínicos, su progreso hasta la fase II representa un hito significativo en el campo del descubrimiento de medicamentos basados en IA, brindando esperanza a miles de pacientes.
Otro punto a favor de la IA aplicada al desarrollo de medicamentos, es que podría poner el fin a las tortuosas pruebas de fármacos en animales. De hecho, un equipo de investigadores de IBM ya se encuentra desarrollando un modelo de IA que permita realizar pruebas de fármacos, sin utilizar animales en laboratorios, evitando su sufrimiento. Y es que siempre debemos buscar alternativas. Estos modelos virtuales de IA son más confiables para pruebas de toxicidad, porque ya se pueden programar para analizar cómo cierta sustancia puede afectar y reaccionar directamente en células humanas, sin necesidad de pasar por ensayos en animales.
Al principio de la columna comencé hablando de “las manos mágicas” de la IA. Es cierto que puede pueden sanar, como en el caso de ISM018_055, pero en manos equivocadas puede causar el mal. Recordemos que la IA aprende rápido a través de la data que el ser humano le suministra, y tiene la capacidad ilimitada de diseñar modelos que en vez de curar, creen enfermedades.
Dejo sobre la mesa lo que sabemos hasta ahora: que la tecnología de IA evoluciona rápidamente, incluidos aspectos éticos y políticos relacionados con ella; que organizaciones como La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) actualiza planes de trabajo en cuando a fármacos, de acuerdo con la data suministrada por Bing Data Steering Group (BDSG); y que seguirá informando, regulando y desarrollando lo que esté a su alcance.