Israel sigue aguardando la respuesta de Hamás a su propuesta de tregua, en un contexto cada vez más tenso marcado por presiones internacionales y tensiones internas en el gobierno.
Créditos: eitb
La propuesta de acuerdo de Israel, que incluye la liberación de rehenes y un alto el fuego en la Franja de Gaza, aún no ha recibido una respuesta formal por parte de Hamás. Si bien el líder del grupo, Ismail Haniye, ha manifestado un espíritu positivo hacia la propuesta, Hamás ha dejado claro esta semana que interrumpirá las negociaciones si Israel inicia una operación terrestre en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza.
Una delegación de Hamás tiene previsto llegar a El Cairo este sábado para continuar con las negociaciones, agradeciendo la mediación de Egipto, en colaboración con Qatar y Estados Unidos.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha subrayado la importancia de alcanzar un acuerdo de tregua con Hamás durante su séptima visita a Jerusalén, instando a Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, a cerrar el pacto lo antes posible.
Las presiones internacionales sobre Israel para detener su ofensiva en Gaza se intensifican, tras la muerte de más de 34,600 personas y las heridas a casi 80,000 en siete meses.
En cuanto a las presiones internas, los socios ultraderechistas de Netanyahu se oponen a una tregua. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha pedido una invasión total contra Rafah, criticando a EE.UU. por brindar «inmunidad» a Hamás.
A pesar de la resistencia interna, una encuesta reciente muestra que el 54 % de los ciudadanos apoya un acuerdo con Hamás para la liberación de rehenes, mientras que un 38 % favorece una invasión militar en Rafah.
Estas cifras revelan una división significativa entre los votantes de la extrema derecha, que prefieren una ofensiva terrestre, y los de centro e izquierda, que abogan por un acuerdo para liberar a los rehenes.
La búsqueda de Israel por una tregua
Israel busca esta tregua por varias razones. En primer lugar, una tregua permitiría reducir la violencia y proteger a la población civil, tanto israelí como palestina, que se ve afectada por el conflicto en Gaza. La tregua también podría permitir la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, que sufre de una crisis humanitaria debido al bloqueo israelí.
Además, una tregua podría sentar las bases para negociaciones más amplias sobre cuestiones fundamentales, como la situación de los rehenes en poder de Hamás y posibles acuerdos de paz a largo plazo. Para Israel, una tregua también podría ayudar a reducir la presión internacional y mejorar su imagen en la comunidad internacional.