Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Columna de opinión:

Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
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Cabrón, chispa y casual

Por: Eddy Warman
Julio sin plástico

Julio sin plástico

Seguramente te imaginas que hablaremos de este meme de Julio Iglesias “sin plástico”, pero antes de hacerlo, quiero compartirte una anécdota.

Cuando mi hija Daniela entró a primero de secundaria, empezaba la moda de las botellas de agua de PET. Enseguida, comenzamos a preocuparnos por el exceso de plástico que se estaba generando.

Un día, andábamos frustrados, en las siempre sucias y contaminadas aguas que encontramos en Acapulco, y a Daniela se le ocurrió por qué no procesar esas botellas de PET, trozarlas en pedacitos y utilizarlas para pavimentar calles y carreteras; así les daríamos un uso más razonable. Me pareció una idea brillante, a sus 11 o 12 años.  Gracias a esa idea, Daniela estudió Administración de Empresas Sustentables y Administración Pública en Estados Unidos, porque en México no había realmente una universidad que ofreciera ese tipo de conocimientos.

Recuerdo que presentó su propuesta en un trabajo final de la escuela, y años después, alguien ya utilizaba el PET picado en algunos pavimentos de calles y carreteras. ¿Se imaginan qué bueno sería para las poblaciones más pobres del país que siguen teniendo caminos de terracería? ¿Se imaginan lo que podríamos ahorrar, sin tener que pavimentar una y otra vez las calles en las delegaciones o alcaldías de la Ciudad de México y del país?

Hablo de ahorrarnos ese dinero que año con año, sexenio con sexenio, se roban los políticos, ya que contratan los materiales más baratos y trabajos peor realizados, a reserva de que “alguien pueda corregirme, debo saber lo contrario, o argumentar.” ¡Claro!, las cuentas de estos políticos en los paraísos fiscales o en Panamá estarían vacías.

Realmente, dudo que algún político mexicano inclusive latinoamericano, y más de un país tercermundista, ya sea, alcalde, gobernador o presidente, pudiera darme información contraria, demostrándolo…Basta con ver la carretera a Acapulco y todas las calles, avenidas y vías rápidas, primarias y secundarias de la Ciudad de México, por no decir del interior; o bien las de Venezuela por ejemplo, las de Cartagena de Indias o las de Ciudad de Panamá en donde acabo de estar. De hecho, fui a pasear al casco antiguo, y me dio mucha tristeza encontrarme las playas y la orilla de la Marina -en donde está este precioso hotel del Grupo Sofitel-, saturados de botellas, de bolsas, de porquería y media…

Ahora sí, por fin llegamos al mes de julio -y no al de Julio Iglesias- exactamente, sino al de julio sin plástico.

Julio sin plástico: y tu, ¿qué estás haciendo por el medio ambiente?

Ahora sí te pregunto: ¿te consideras un(a) buen(a) ciudadano(a)? ¿Crees que te preocupas por el medio ambiente por reciclar en casa o recoger basura en la playa? ¿Has echado un vistazo al bote de reciclaje y te has preguntado cómo llegó toda esa cantidad de plástico ahí?

Déjame decirte que nos estamos ahogando en plástico.  ¿Sabías que México produce residuos plásticos que equivalen a 346.84 millones de botellas de 1 litro por día, y de 126.59 billones de botellas al año?

Para que te impresiones un poco más, la firma australiana Compare the Market, se dio a la tarea de calcular los residuos plásticos diarios de México y concluyó que, con estos, se puede recrear 54 veces la Estatua de la Libertad. Y eso no es todo: ¡con todos los residuos generados en un año, se puede construir 442 veces la Torre Eiffel!

Por otro lado, según la Organización Plastic Oceans International, cada minuto del día se vierte en el océano el equivalente a un camión lleno de plástico. Peor aún: cuando estos desechos plásticos se exponen al medio ambiente, se descomponen en partículas más pequeñas, de menos de 5 mm de tamaño llamados microplásticos: una seria amenaza para los ecosistemas marinos.

¿Y qué me dices de la isla de plástico que flota en el Pacífico Norte, entre Hawái y California, considerada el mayor vertedero oceánico del mundo con 1,8 billones de trozos de plástico flotante?

Es básicamente un continente de basura, de 1,6 millones de km² (casi tres veces el tamaño de Francia) y unas 80.000 toneladas de plástico, que no para de crecer y crecer.

Es hecha de mesoplásticos, macroplásticos, megaplásticos proveniente de Japón, México, Taiwán, China, y la lista de países continúa, de acuerdo con Nature y National Geographic. Y qué decir de las 700 especies marinas afectadas: 100.000 animales se asfixian, lastiman o ahogan por consumir materiales sintéticos creados por nosotros mismos.

¡Qué ironía! Como dice Thomas Hobbes: “Homo homini lupus” o el “hombre es un lobo para el hombre”. Me refiero a que nuestros peores enemigos somos nosotros mismos.

Es una locura hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados: súmate a Julio sin plástico

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Crédito: Vivir sin plástico

¿Qué podemos hacer? Bueno, Einstein decía que “es una locura hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados.» Y si el resultado es más y más plástico contaminando el planeta, entonces hay que cambiar de estrategia, de actitud, de enfoque, porque los resultados no son los esperados.

Antes que nada, pregúntate cómo es tu relación con el plástico. ¿Estás pensando en reducir su uso o reemplazarlo por alternativas sustentables? Te invito, como primer paso, a que juntos nos unamos a la iniciativa Julio sin plástico (Plastic Free July).

Hay que actuar de inmediato como lo hizo la educadora ambiental australiana Rebecca Prince-Ruiz, cuando visitó por primera vez una planta de reciclaje en donde se gestionaban residuos de un barrio durante una semana. Quedó abrumada al ver el volumen de plástico, la complejidad e intensidad del proceso de transporte, clasificación y transporte de nuevo (más emisión de CO2) a las fábricas en donde son plásticos finalmente eran reciclados.

Rebecca decidió no volver a comprar plásticos de un solo uso durante el mes siguiente, que por casualidad, era julio. Poco a poco, compañeros, vecinos, ciudades, continentes y el mundo entero se unió al reto, que hoy conocemos como “Plastic Free July”: un mes en donde el plástico “brilla por su ausencia” en nuestros hogares, lugares de trabajo, espacios de ocio y esparcimiento.

Parece una iniciativa que poco o nada pueda ayudar a la crisis plástica a la que nos enfrentamos, pero si reducimos el consumo, al menos un mes, estoy seguido de que al menos, menos plásticos llegarán a la isla.

Hay que reemplazar ya mismo el plástico convencional por uno de origen vegetal

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Crédito: Knauf Industries

En cuanto al futuro, ya asoma una vida sin plástico tradicional, será reemplazado por uno de origen vegetal. Un nuevo estudio publicado en un artículo titulado Ecotoxicology and Environmental Safety, y liderado por expertos de la Universidad de Portsmouth y el Instituto Marino de Flandes (VLIZ) en Bélgica, ha desarrollado un material plástico a base de plantas, “que libera nueve veces menos microplásticos que el plástico convencional cuando se expone a la luz solar y al agua de mar.” Lo bueno es que el material biológico resistió mucho más cuando se expuso a luz ultravioleta y agua de mar durante 76 días (equivalente a 24 meses de exposición solar en el centro de Europa); en comparación con un plástico hecho a partir de derivados del petróleo.

Ya era hora de que los plásticos de origen biológico, despertaran el interés del mundo como alternativas a los plásticos convencionales, que sabemos, siguen siendo un negocio; “aunque falta estudiar su potencial y predecir su impacto en la vida del océano”, de acuerdo con Hom Dhakal, profesor de Ingeniería Mecánica de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Diseño de la Universidad y miembro de Revolution Plastics.

Si conocemos el comportamiento de estos nuevos tipos de plásticos, y si estos se descomponen a través de uso en enzimas por ejemplo, será más fácil tomar decisiones para proteger nuestros océanos. Un cambio de actitud se necesita para que las empresas y los consumidores dejen ya de producir plásticos derivados del petróleo y migren enseguida a plásticos hechos a partir de plantas. No queremos más microplásticos, no queremos un mundo plástico, ni niños de plástico. Urge un tratado de la ONU que acabe con la contaminación plástica, falta investigar, innovar, enseñar, aprender.

Ahora sí queremos ver a Julio sin plástico, pero también a agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre…Y así todo el año.

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