La situación en los campus universitarios de Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico de violencia y represión policial, a medida que el movimiento de solidaridad con Gaza se extiende y fortalece. En la Universidad de California (UCLA), manifestantes encapuchados, partidarios de Israel, intentaron desmantelar a golpes la acampada de estudiantes propalestinos, desencadenando escenas de violencia y confrontación.
Créditos: El Periodico
En el otro extremo del país, en Nueva York, la policía detuvo a casi 300 personas en el City College y la Universidad de Columbia, donde algunos estudiantes habían tomado un edificio del campus como parte de sus protestas. Esta represión no se limitó a estos casos, sino que se extendió a otros centros universitarios en todo el país, donde las autoridades han buscado sofocar las manifestaciones contra la guerra en Gaza.
La represión crece
Históricamente, la crítica a las políticas de Israel en Estados Unidos ha sido un tema delicado, con potenciales repercusiones legales o sociales para aquellos que se atreven a disentir. Sin embargo, en algunas de las universidades más prominentes del país, ha surgido un movimiento enérgico que aboga por un alto el fuego duradero en Gaza, el cese de los envíos de armas a Israel y la interrupción de los lazos financieros entre las instituciones educativas y el Estado judío. Este movimiento ha adoptado diversas formas de protesta, como acampadas, sentadas, huelgas de hambre y manifestaciones, en un intento por llamar la atención sobre la situación en la región y promover el diálogo sobre el conflicto.
En lugar de proteger la libertad de expresión y manifestación, las autoridades académicas y policiales han adoptado una postura cada vez más agresiva contra los manifestantes, acusándolos de perturbar el funcionamiento normal de las universidades o de incurrir en pronunciamientos antisemitas. Esta actitud ha provocado tensiones y enfrentamientos en los campus universitarios de todo el país, donde las movilizaciones continúan en medio de un clima de represión y violencia.
En UCLA, la dirección del centro declaró la acampada como «ilegal», lo que desencadenó un intento de desalojo por parte de manifestantes proisraelíes. Los enfrentamientos resultantes llevaron a la cancelación de clases y a críticas contra la policía por su respuesta lenta a la violencia. En Nueva York, la policía intervino de forma más contundente en Columbia y el City College, arrestando a más de 200 estudiantes por ocupar un edificio y mostrar solidaridad con Gaza.
Desde que comenzaron las protestas universitarias, más de un millar de personas han sido arrestadas en todo el país, según datos de ‘The New York Times’. La situación en los campus de EEUU sigue siendo tensa, con una creciente represión policial y una división cada vez mayor entre los partidarios y detractores de las acciones de Israel en Gaza.