¿Habías escuchado hablar de Mu, un antiguo continente y una civilización similar a la Antártida, sumergidos en el Pacífico por 200,000 años? Parece el argumento de una nueva película de Indiana Jones, pero vale la pena dedicarle unos minutos.
Créditos: Orígenes-Historia y Arqueología, National Geographic y LouisWolf.com

Encontrar la ubicación de Mu fue la obsesión del coronel y explorador británico James Churchward.
Este se embarcó en la búsqueda de una civilización perdida, cuya desaparición se atribuye a un cambio cataclísmico en los polos de la Tierra.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Churchward ganó notoriedad por sus afirmaciones sobre la existencia de un antiguo continente perdido.
Además pasó gran parte de su vida en India, donde tuvo acceso a manuscritos antiguos e inscripciones que supuestamente contenían información sobre este paraíso terrenal; en especial, antiguas tablillas presentadas por un sacerdote hindú.
Churchward no solo recopiló relatos y mitos, sino que también descubrió restos tangibles y reliquias.
Esto sumado a su investigación, lo llevó a afirmar que grandes civilizaciones como la Atlántida, así como antiguos imperios como India, Egipto y Babilonia; eran «descendientes» o parte de los vestigios de la antigua civilización Mu.
De hecho, también fue conocido por sus libros: «El Continente Perdido de Mu» y «Los Hijos de Mu», que detallan sus teorías controversiales sobre esta civilización.
El enigmático continente perdido de Mu
Para comprender mejor el enigmático continente perdido de Mu, es importante conocer su ubicación geográfica e imaginar sus paisajes naturales y población.

Este continente perdido, se caracterizaba por paisajes majestuosos, montañas imponentes, extensas llanuras, ríos serpenteantes y densos bosques. ¡Un verdadero paraíso!
Describe sus asentamientos como opulentos, llenos de templos y edificaciones ornamentadas; además de ser una sociedad rica y próspera.
Mu también fue el “supuesto” hogar de una civilización altamente avanzada, cuyos habitantes colonizaron diferentes lugares en el mundo.
Churchward los describe como seres de gran altura, con una gran vocación científica y espiritual. También afirma que dominaban una forma de escritura jeroglífica llamada «Naacal», y que desarrollaron un avanzado sistema de gobierno.
La visión de Churchward sobre Mu incluía la creencia de que esta antigua civilización poseía conocimientos tecnológicos que rivalizaban con los avances modernos; y argumentaba que su pueblo era experto en ingeniería y agricultura, construyendo complejos sistemas de irrigación y estructuras megalíticas.
¿Las afirmaciones de Churchward carecen de evidencia?
Esta vista idílica de Mu como un paraíso perdido es ampliamente rechazada por la comunidad científica. Dice que carece de evidencia concreta para respaldar sus afirmaciones.
Pero en contraparte, Churchward afirmó haber encontrado evidencia en manuscritos antiguos e inscripciones y documentos, como los libros el Manuscrito de Troano o Códice de Madrid; y el Registro de Lhasa.
Según Churchward, ambos contienen relatos detallados sobre la existencia de Mu.
Afirmó haber traducido a partir de escrituras mayas, una catástrofe que ocurrió cuando Mu aún existía. A continuación, compartimos un fragmento:
…”El país de las colinas de Barro, la tierra de Mu, fue sacrificado; siendo levantado dos veces, desapareció durante una noche, la cuenca siendo continuamente sacudida por fuerzas volcánicas. Al estar confinado, esto hizo que la tierra se hundiera y se elevara varias veces y en varios lugares. Finalmente, la superficie cedió y diez países se separaron y se dispersaron; incapaces de resistir la fuerza de las convulsiones, Mu se hundió con 64,000,000 habitantes.»
Por otro lado, causa curiosidad que manuscritos hallados en lugares geográficamente opuesto, describan la castástrofe ocurrida en Mu. Tal es el caso de una antigua inscripción tibetana llamada Lhasa, que también describe la desaparición del continente:

«…Cuando la estrella Bal cayó en el lugar donde ahora solo hay mar y cielo, las Siete Ciudades con sus Puertas Doradas y Templos Transparentes temblaron y se sacudieron como las hojas de un árbol en la tormenta. Y he aquí que una inundación de fuego y humo se elevó de los palacios…”
Para terminar, la teosofía – conjunto de enseñanzas espirituales y filosóficas que busca explorar y entender las dimensiones más profundas de la realidad- y el misticismo -enfoque espiritual que busca una conexión íntima y personal con Dios, lo sagrado o la verdad cósmica- desempeñaron un papel significativo en la difusión de las ideas de James Churchward sobre el continente perdido de Mu.
Aunque Mu no se menciona explícitamente en los escritos de Helena Petrovna Blavatsky, una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica, sus obras sentaron las bases para el posterior interés en continentes perdidos y civilizaciones antiguas avanzadas.
Puede que teorías de Churchward sobre el continente perdido de Mu sigan siento un mito disfrazado de arqueología y autenticidad, pero lo cierto es que aún continúan generando debate, sobretodo porque este explorador dedicó parte de su vida a comprender nuestro pasado, los mitos y las historias orales de nuestros ancestros.