¿Y si el maridaje perfecto no está en el vino?

¿Y si el maridaje perfecto no está en el vino?

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¿Sabías que el whisky puede ser el compañero perfecto para tus platillos favoritos? Desde sus matices frutales hasta sus notas ahumadas, este destilado tiene el poder de realzar los sabores de tu comida de maneras sorprendentes. ¡Descubre estas combinaciones que transformarán tus cenas y llevarán tu experiencia gastronómica al siguiente nivel!

Por: Carlos Andrés Ramírez C. * IG @mundowhisky

*Administrador hotelero, Whisky Master, Sommelier, asesor de vinos y licores certificado por WSET, catador certificado de destilados mexicanos. Gerente en Pernod Ricard México, con más de 15 años de experiencia en el sector de bebidas en Latinoamérica.

Contrario a lo que muchos creen, el maridaje no es exclusivo de los vinos. El maridaje, que consiste en combinar alimentos y bebidas de manera que se complementen y enriquezcan mutuamente, también puede lograrse con whiskies.

Estos destilados, con su amplia gama de estilos, aromas y sabores, ofrecen posibilidades sorprendentes para resaltar y potenciar los matices de un buen plato. Al igual que con los vinos, el whisky adecuado puede transformar una comida, realzando las notas dulces, ahumadas, o especiadas de los ingredientes, y creando una experiencia gastronómica más compleja y gratificante.

Es muy importante tener en cuenta que, si bien las regiones de Escocia producen whiskies con ciertas características, no se pude generalizar. Hay excepciones. Por ejemplo, sí podemos encontrar whiskies ahumados en Speyside, no solamente en Islay; al igual que podemos encontrar whiskies frutales en Islay. 

Así como un buen vino puede elevar un plato a su máxima expresión en boca, el whisky adecuado puede ser el compañero perfecto para destacar los sabores de ciertos alimentos. Por supuesto, no cualquier whisky funciona con cualquier plato: la clave está en encontrar el equilibrio entre los sabores de ambos, para evitar que se anulen o que uno sobrepase al otro. Es mediante una selección cuidadosa, que el whisky puede aportar una profundidad de sabor que otros maridajes no logran.

A continuación, te sugiero algunos platos e ingredientes que armonizan de manera excepcional con diferentes estilos de whiskies. Atrévete a probar estas combinaciones y descubre cómo el whisky puede convertirse en el acompañante ideal de tus comidas.

Whiskies escoceses de la región de Speyside o irlandeses

Crème brûlée

Los aromas frutales, suaves y elegantes de este estilo de whiskies, se complementan de manera perfecta con platos a base de carne de cerdo, res o pato. Eso sí, los ingredientes que componen la salsa son fundamentales para lograr el acompañamiento perfecto. En ese caso, las salsas recomendadas son a base de reducciones de miel, naranja, pera, manzana y caramelo.

En cuanto a postres, las preparaciones a base de crema, crème brûlée, pies de manzana y de pecanas, y flan combinen muy bien gracias a su suavidad y aromas frutales, florales y de vainilla. La próxima vez que pidas alguno de estos postres, has el ejercicio, y acompáñalo con un The Glenlivet Founder’s Reserve, un Aberlour 10 años o un Jameson Irish Whiskey.

Whiskies escoceses con influencia de la región de Highlands

Sashimi

Si te preguntas con qué tipo de whiskies puedes lograr un maridaje ideal con comida picosa, preparaciones asiáticas a base de jengibre o especias; e incluso sushi y nigiris, siempre escoge whiskies de región de la Highlands, suaves, elegantes y equilibrados como Glenmorangie 12 años, porque armonizarán perfecto gracias a sus aromas y sabores a cítricos, vainilla cremosa, miel, notas ligeras a melocotón y toques delicados de lavanda, caramelo y nuez moscada; sumados a la sensación ligera, cremosa, suave y aterciopelada en boca, que no competirá con los sabores complejos de la comida.

Whiskies escoceses de la regiones de Islay y Campbeltown

Bacalao

Los whiskies provenientes de estas regiones, por lo general son ahumados, robustos con aromas y sabores marinos, salinos, yodados y a turba.

Recordemos que la turba es un material orgánico formado por la descomposición parcial de vegetación en ambientes húmedos. Este tipo de suelo se utiliza como combustible para secar la cebada malteada durante el proceso de producción, liberando humo que impregna la cebada de aromas y sabores ahumados y terrosos.

Así que platillos como callos de haya ahumados, aceitunas negras, arenques, pescados secos como el bacalao; trucha o salmón ahumado, ostras y anchoas,  funcionarán muy bien como este tipo de whiskies.

Bourbon, Tennessee y Rye whiskies

Costillas BBQ al mejor estilo de Texas.

Los aromas a caramelo tostado y a frutas dulces caramelizadas, se complementan perfecto con whiskies a base de maíz, elaborados en los Estados Unidos y Canadá. Disfrútalos con alitas de pollo, costillitas BBQ o postres como un rollo de canela, pan de banano o tartas de frutas.

Whiskies añejos frutales con más de 18 años

Volcán de chocolate

Los whiskies añejos de más de 18 años, provenientes de la zona de Speyside, en Escocia, como Chivas Regal 18, por ejemplo, combinan de manera acertada con preparaciones a base de chocolate amargo al 80% o más de cacao, al igual que con frutos secos, nueces, dátiles, uvas y ciruelas secas. Pruébalo con postres como volcán de chocolate, trufas, torta de chocolate o ganache y sentirás armonía en tu paladar.

Whiskies de textura sedosa y densos en boca

T-Bone a la parrilla

Existen una gran variedad de whiskies que funcionan muy bien para acompañar carnes a la parrilla, bisteces de res o de cerdo, siempre y cuando no tengan salsas. Busca whiskies de textura sedosa y densos en boca, como Ballantine´s Finest, por ejemplo. Prueba bañar con un poco de whisky la carne al momento de brasearla o de parrillarla, así obtendrás una combinación perfecta.

Whiskies escoceses potentes, sin aromas ahumados y ligeramente frutales

Meat Shepherd´s Pie

Para finalizar, recuerda que la base de la comida escocesa e irlandesa, consiste en una gran variedad de estofados y pies a base de cordero, ternera y carne de res. El Haggis y el Meat Shepherd´s Pie son algunos de estos ejemplos.

Así que si buscas acompañar platos de este estilo, lo ideal es buscar whiskies escoceses potentes, sin aromas ahumados y ligeramente frutales, como Royal Salute 21, por ejemplo.

Así que ya sabes: la experiencia del maridaje no tiene por qué limitarse a los vinos. Al igual que con el vino, la clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre el plato y el whisky, donde ambos se complementen y eleven mutuamente, creando una experiencia sensorial única.

Te invito a explorar. A probar combinaciones inesperadas que resalten lo mejor de la cocina y de este destilado. Atrévete a combinar tus platillos favoritos con un buen whisky de acuerdo con cada estilo, y descubrirás una nueva dimensión de sabores y placer en boca.

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