Un mordisco de felicidad: ¡así de irresistibles son nuestras queridas papas a la francesa! En el Día Internacional de las Papas a la Francesa, te invitamos a descubrir curiosidades y secretos crujientes sobre este acompañamiento que conquista corazones de grandes y chicos. Porque, seamos honestos, nadie puede resistirse a un buen puñado de papas fritas.
Crédito: Tasting Table
Quién se pueda resistir a una porción de papas a la francesa -crocantes por fuera, tiernas y humeantes por dentro, levemente grasosas y saladitas-, “que lance la primera piedra.” En el Día Internacional de las papas a la francesa, compartimos curiosidades sobre el origen y la historia del acompañamiento perfecto de hamburguesas, bistecs, pescado frito, perros calientes, pollo frito, sándwiches, salchichas, ribs, y mejillones al vino.
Primero, comencemos con estos siete datos curiosos:
- De acuerdo con la Universidad de Davis, los norteamericanos consumen alrededor de 18.14 kilos de papas fritas al año.
- Mc Donald’s vende 4 millones 82.331 kilos de papas a la francesa ¡al día!
- El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos asegura que el 25% de las papas consumidas en el país, se consumen como papas fritas o a la francesa.
- Un estudio de Kantar Worldpanel (agencia especializada en el análisis del comportamiento del consumidor), asegura que el 90% de los hogares mexicanos adquirió papas a la francesa en el último año.
- 9 de cada 10 mexicanos consumen papas a la francesa.
- Las papas en general, son el quinto alimento más consumido por los mexicanos.
- Las principales razones por las cuales los mexicanos consumen papas a la francesa son: por antojo, para “consentir a alguien más” y para socializar los fines de semanas, especialmente los domingos.
¿En rebanadas o en bastones? ¿francesas o belgas?: el debate sobre el origen de las papas a la francesa
En cuanto a sus orígenes, aunque suponemos que por llamarse papas “a la francesa” fueron creadas en este país, Bélgica reclama su invención, incluso hasta nuestros días. Descubre por qué.
Según la leyenda, “las papas más amadas del mundo”, nacieron durante un invierno en Bélgica, en el año 1680.
Resulta que los habitantes de una ciudad llamada Namur amaban el pescado frito. Sin embargo tuvieron que buscar un alimento alternativo para cocinar, cuando el río Musa se congeló por completo, impidiéndoles pescar. Fue así como “por necesidad”, sustituyeron los filetes de pescado blanco por papas cortadas en bastones y freídas en aceite. Aunque Bélgica mantiene su postura, e incluso ha solicitado a la UNESCO varias veces que postule este plato como Patrimonio Cultural de Bélgica, algunos historiadores cuestionan la autenticidad de esta historia.
Sostienen que en esa época el aceite era escaso, por lo cual es poco probable que grandes cantidades del preciado líquido, se hubieran destinado en freír tubérculos. Esto sumado a que las papas, eran desconocidas en esta región de Bélgica.
En cuanto al origen de las papas a la francesa en Francia, los historiadores sostienen que, en 1795, varios libros de cocina mencionan las papas fritas rebanadas, más no en forma de bastones. Incluso, se dice que Thomas Jefferson -quien fue el tercer presidente de los Estados Unidos, conocido por su papel crucial en la redacción de la Declaración de Independencia en 1776-, pidió servir papas rebanadas ligeramente fritas (no en bastones) después de regresar de Francia en 1802.
¿Y qué sucedería si descubrieras que las papas efectivamente nacieron en Bélgica, pero tienen raíces francesas? Resulta a principios del siglo XIX, Pierre Leclercq, un investigador belga especializado en historia de la alimentación y la gastronomía, sostuvo que un cocinero nacido en Alemania y entrenado en París, llamado Herr Krieger, vendía por todo Bélgica; nada más y nada menos que papas rebanadas y fritas, que describía como “papas fritas estilo París”. Y eso no es todo: con el fin de cocinarlas más rápido, ¡Krieger comenzó a cortarlas en bastones!
De «pommes frites» a «french fries»: la evolución de las papas a la francesa
De origen francés o belga, lo cierto es que llamarlas «papas fritas francesas» como tal, es algo exclusivamente estadounidense, porque en ambos países europeos, se conocen como «pommes frites», que traduce en francés papas fritas. Esto sumado a que, además, en el Reino Unido les dices chips. Entonces, ¿por qué los estadounidenses le dicen así?
Aunque no hay una respuesta “científica”, Tasting Table asegura que puede referirse al método de preparación de las papas como tal. El término «frenching» se refiere a la técnica de “cortar ingredientes en julianas, para luego cocinarlos de manera uniforme en un horno o freidora.” Puede que sea cierto, porque si te das cuenta, a los anillos de cebolla sumergidos en aceite a alta temperatura, también se les llama «french fried onions».
Pero, por otro lado, se menciona que los responsables del término papas a la francesa en Estados Unidos, fueron los soldados que regresaron de Bélgica, tras combatir en la Primera Guerra Mundial. Fue tanto su amor por las «pommes frites» que las llamaron «french fries», porque sencillamente, en Bélgica, hablaban francés.
Canadá y Países Bajos: poutine y patatje oorlog
Para continuar celebrando el Día Internacional de las Papas a la Francesa, vale la pena mencionar dos preparaciones a base de papas a la francesa, que «se roban el show», por ser platillos insignes de estos países. Se trata de el poutine y las patatje oorlog.
El plato famoso en Canadá que incluye papas a la francesa es el «poutine». Consiste en unas deliciosas papas a la francesa, doraditas y crocantes, cubiertas con cuajada de queso (cheese curds) y bañadas en salsa de carne caliente (gravy). Originario de la provincia de Quebec, se prepara cortando, remojando y secando las papas, para luego freírlas dos veces, hasta que queden doradas y crocantes. Al final de espolvorea la cuajada y se bañan con gravy.
Ahora bien, en el caso de las patatje oorlog, consiste en papas a la francesa servidas con una combinación de salsas. De hecho, su nombre traduce literalmente «guerra de papas», y refleja la mezcla «caótica» de salsas que se sirve sobre las papas. Sobre las papas fritas calientes, se añade una generosa cantidad de mayonesa. Luego, se bañan con salsa de maní (salsa satay), cátsup o salsa de curry. Finalmente, se les espolvorea cebolla cruda finamente picada.
Ya sea que las llamemos papas a la francesa, «pommes frites» o simplemente papas fritas, una cosa es segura: estas crujientes delicias siempre tienen un lugar especial en nuestros corazones… ¡y en nuestras mesas! Porque, al final del día, no importa de dónde vengan, si no cuánto las disfrutamos. ¡Te invitamos a “brindar”, con una buena porción, en el Día Internacional de las Papas a la Francesa!
