El 8 de marzo es una fecha marcada en el calendario global como el Día Internacional de la Mujer, una jornada de lucha, reflexión y conmemoración de los avances y los desafíos que enfrentan las mujeres en todo el mundo.
Este día no solo es una oportunidad para reconocer los logros alcanzados en materia de derechos humanos y equidad de género, sino también para señalar las brechas que siguen existiendo y la necesidad de continuar luchando por un mundo más justo.
Los Orígenes del 8 de Marzo
La historia del 8 de marzo está profundamente ligada a la lucha de las mujeres trabajadoras y sus derechos. La fecha tiene sus raíces en el contexto de la Revolución Industrial y la aparición del movimiento obrero.
En el siglo XIX, las mujeres eran una parte fundamental de la fuerza laboral, especialmente en fábricas textiles, donde sufrían condiciones laborales inhumanas, jornadas laborales extenuantes y salarios bajos.
En el año 1853, en los distritos del algodón de Manchester, unas 21.000 personas de los talleres de Preston, de las cuales el 55,8% eran niñas menores de 13 años, protagonizaron huelgas y todo tipo de disturbios; en 1857 una marcha pionera de obreras textiles recorrió los suburbios ricos de la ciudad de Nueva York para protestar por las miserables condiciones de trabajo.
Uno de los eventos más significativos en la historia de este día ocurrió en 1908, cuando un grupo de mujeres trabajadoras textiles, bajo el eslogan “Pan y Rosas”, se manifestaron 15.000 por las calles de Nueva York para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. Por tanto, el origen del 8 de marzo está en las luchas de las mujeres empleadas, pero siempre se necesitan personas que concreten estas peleas y eventos que lo permitan.
Durante esa protesta, un trágico incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York cobró la vida de 129 mujeres que estaban atrapadas en el edificio. Este hecho generó un gran impacto en la opinión pública y dio visibilidad a la lucha de las mujeres por sus derechos.
Sin embargo, la fecha como tal se consolidó como el Día Internacional de la Mujer en 1910, cuando Klara Zetkin, líder del movimiento socialista en Alemania, propuso la creación de una jornada internacional dedicada a la lucha por los derechos de las mujeres.
También de dice que la elección del 8 como fecha definitiva de celebración de este día proviene de Rusia y se debe a una sublevación de mujeres contra la guerra, que fue el prolegómeno de la Revolución Bolchevique.
El 8 de marzo de 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año con la caída del régimen zarista. Se ha borrado el origen comunista de este hecho, pero diferentes textos apuntan a esta teoría.
La Expansión del 8 de Marzo
A lo largo de las décadas, el Día Internacional de la Mujer fue tomando fuerza en distintos países. En sus primeros años, el 8 de marzo estuvo marcado por protestas y manifestaciones centradas principalmente en la reivindicación del voto femenino y mejoras laborales. En la Unión Soviética, el día fue proclamado festivo en 1921, y en muchos otros países socialistas y comunistas se adoptó como una jornada para resaltar los derechos laborales de las mujeres.
Sin embargo, fue a partir de la década de 1970, con la consolidación de los movimientos feministas en Europa y América Latina, que el 8 de marzo comenzó a adquirir una dimensión global, abarcando no solo cuestiones laborales, sino también temas como la violencia de género, la discriminación y la lucha por la igualdad de derechos en todos los aspectos de la vida. En 1975, las Naciones Unidas comenzaron a celebrar oficialmente el Día Internacional de la Mujer, lo que contribuyó a su internacionalización y visibilidad.
El 8 de marzo Hoy: Lucha global por la igualdad de género
Hoy en día, el 8 de marzo ha evolucionado y se ha transformado en una jornada de acción en la que millones de mujeres en todo el mundo marchan, protestan y exigen una igualdad real. La fecha no solo está asociada con la lucha laboral o el derecho al voto, sino que se ha convertido en un día de lucha por la erradicación de la violencia de género, los derechos sexuales y reproductivos, la equidad salarial, la paridad política y la autonomía sobre los cuerpos de las mujeres.
Las manifestaciones que se realizan en esta fecha son una muestra de la unión global de mujeres de diversas razas, edades, culturas y clases sociales que buscan visibilizar las desigualdades de género y luchar contra las diversas formas de opresión y violencia que afectan a las mujeres en todos los rincones del mundo.
En muchos países, el 8 de marzo es un día de huelga feminista, en el que mujeres de diferentes sectores sociales y laborales se suman a paros y protestas para exigir la atención de las autoridades sobre sus demandas.
Los retos pendientes: Violencia de género y brechas estructurales
A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, las mujeres siguen enfrentando enormes desafíos. La violencia de género, que incluye desde el acoso hasta feminicidios, sigue siendo un problema global de dimensiones alarmantes. En muchos países, las mujeres siguen siendo víctimas de la discriminación en el ámbito laboral, con brechas salariales y limitaciones para acceder a posiciones de liderazgo en el sector público y privado.
A nivel político, aunque se han logrado algunos avances con la inclusión de mujeres en cargos de decisión, la paridad de género en los espacios de poder sigue siendo una asignatura pendiente. Además, las mujeres continúan siendo las principales responsables de las tareas domésticas y de cuidado no remuneradas, lo que contribuye a la perpetuación de roles tradicionales y a la desigualdad estructural.
El 8 de marzo como una llamada a la acción
El Día Internacional de la Mujer es, por tanto, una fecha que recuerda no solo los logros alcanzados, sino también los desafíos que aún debemos superar. En muchos países, este día sigue siendo un recordatorio de que las luchas feministas están lejos de haber terminado. Es un llamado a la acción para seguir luchando por la equidad, la justicia social y los derechos de todas las mujeres.
Las marchas, protestas y actividades del 8 de marzo reflejan la unidad de las mujeres en la lucha por la igualdad. A medida que las generaciones pasadas han logrado avances importantes, las mujeres de hoy continúan exigiendo un mundo donde se eliminen las brechas de género y se garantice la igualdad de oportunidades en todos los aspectos de la vida.
El 8 de marzo sigue siendo un día de esperanza, fuerza y determinación, pero también de reflexión sobre todo lo que falta por conquistar en la lucha por los derechos de las mujeres. A lo largo de los años, este día ha dejado en claro que la lucha por la igualdad de género no tiene fronteras y es un compromiso que todas y todos debemos asumir para construir un futuro más justo para las generaciones venideras.
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