El uso de medicamentos como la metadona, terapias conductuales y asesoramiento entre otros tratamientos, han demostrado ser tan efectivos a la hora de manejar las adicciones, como lo es tomar una aspirina diaria para prevenir infartos. Sin embargo, acceder a estos tratamientos no es tan fácil como parece.
Créditos: The New York Times, Gobierno de México, Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) e Informe Mundial sobre las Drogas 2023 de las Naciones Unidas
De acuerdo con una reciente columna publicada en The New York Times, 48 millones de estadounidenses sufren de adicciones a drogas, especialmente al fentanilo.
De hecho, el fentanilo ha alterado drásticamente el mercado de opiáceos en Norteamérica con consecuencias catastróficas.
En 2021, la mayor parte de las aproximadamente 90,000 muertes por sobredosis relacionadas con opioides en Norteamérica, implicaron fentanilos fabricados ilegalmente.
Esto sumado a que, por primera vez en la historia de los Estados Unidos, las sobredosis mortales superaron las 112,000 muertes en 2023 afectando especialmente a jóvenes y a personas de color, de acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Demanda de tratamientos para trastornos relacionados con las drogas continúa insatisfecha

De acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2023 de las Naciones Unidas, la demanda de tratamientos para trastornos relacionados con las drogas, continúa en gran medida insatisfecha.
En 2021, solo una de cada cinco personas que padecía trastornos relacionados con las drogas seguía un tratamiento para su consumo; en tanto las disparidades en el acceso a tratamientos entre regiones son cada vez mayores.
Es cierto que el acceso a los servicios de tratamiento, la salud pública y la prevención deben ser prioritarios en todo el mundo, afirma el Informe, de lo contrario los desafíos relacionados con las drogas seguirán causando más decesos por abuso de drogas.
En respuesta a los hallazgos relacionados con los tratamientos en el Informe, Ghada Waly, Directora Ejecutiva de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), declaró que ante el aumento contínuo del número de personas que sufren trastornos por consumo de drogas en el mundo, los tratamientos aún no llegan a todas las personas que los necesitan.
Ahora bien, aunque las nuevas investigaciones sobre el uso de drogas controladas para tratar trastornos por consumo de sustancias resultan prometedoras, el Informe advierte que el ritmo acelerado de estos avances podría poner en peligro los esfuerzos por adoptar políticas que antepongan la salud pública a los intereses comerciales.
“Si no se establecen marcos bien diseñados y adecuadamente investigados, el acceso podría ser demasiado limitado para quienes necesitan tratamiento, lo que podría llevar a los pacientes a recurrir a los mercados ilegales, o, a la inversa, las sustancias psicodélicas podrían desviarse para usos no médicos”, puntualiza el Informe.
Cómo se encuentra México en cuanto a servicios de prevención y atención a adicciones

Bajo el lema de “no criminalizar a las personas usuarias de sustancias psicoactivas”, el Gobierno de México promueve programas y acciones encaminados a las personas usuarias de sustancias psicoactivas, sin importar la edad; en un intento por eliminar el miedo que sienten a pedir ayuda y así disminuir la discriminación antes las personas que consumen drogas.
El trabajo coordinado en México entre autoridades de las 32 entidades federativas y Conasama para la creación de políticas públicas que fortalezcan a las instituciones en la prescripción de tratamiento humano y de calidad, con todos los estándares internacionales de prevención y tratamiento.
De acuerdo con el Gobierno de México, hasta enero de 2023, 35.6 millones de personas han recibido servicios de prevención y atención a través de la ENPA.
La ENPA o la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones (ENPA), proporciona a las infancias y juventudes las herramientas necesarias que fomenten el autocuidado y la toma de decisiones, en tanto ofrece programas y servicios para minimizar los riesgos del uso de sustancias.
Tratamiento del consumo de sustancias psicoactivas

De acuerdo con el Informe sobre la Situación de la Salud Mental y el Consumo de Sustancias Psicoactivas en México, publicado por el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas en México, la Red Nacional de Atención a las Adicciones se conforma por las Unidades Médicas Especializadas Centros de Atención Primaria en Adicciones (UNEME-CAPA), los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y los Centros No Gubernamentales.
A través de esta red, se implementan dos modalidades principales de tratamiento: el ambulatorio y el residencial.
También existe un número importante de servicios de atención residencial operados por la iniciativa privada y las organizaciones de la sociedad civil, cuyo censo de 2020 demostró la existencia de 2,129 establecimientos residenciales.
Asimismo, se cuenta con algunas unidades que ofrecen atención a personas que presentan dependencia a opiáceos a través de terapia de mantenimiento o sustitución con metadona, dos unidades pertenecen a los Centros de integración Juvenil.
Es común ver con enojo e indiferencia adicciones y muertes a causa de las drogas porque todo comienza por una elección. Eso nos lleva a cuestionarnos por qué deberíamos como sociedad ser responsables de las deciciones de los demás.
Sin embargo, todos sabemos que usar drogas es perjudicial, pero ¿y si la adicción se convierte en enfermedad tratable? ¿Acaso la mayoría de los «adictos» no quieren ayuda de todos modos?
Para finalizar, existen muchas razones egoístas para tomar en serio la crisis de la adicción y las sobredosis y hacer todo lo posible por abordarla. Y aunque el costo que conlleva es inimaginable, es mejor que ignorarla.
De acuerdo con The New York Times, “solo la crisis de los opioides contribuye a más de un billón de dólares en pérdidas económicas cada año. Y tratar la adicción sería mucho más barato que ignorarla o criminalizarla.”
Solo queda por afirmar que es una realidad que la adicción es tratable, en especial con medicamentos, y los gobiernos deben poner en marcha un plan para mejorar y ampliar el acceso a mejores tratamientos. Muchas personas aceptarán esta ayuda, si el sistema hace un esfuerzo más serio para llegar a ellas.