Crédito: Agencia Reuters, Walpole.com y AnabelaChan.com
Para algunos, un diamante natural hallado en una mina -y creado durante miles de millones de años- es el sinómino del lujo, pero una diseñadora británica galardonada ve un mayor valor en las joyas elaboradas con gemas cultivadas en laboratorio y metal reciclado de latas. Un hermoso encuentro entre la ciencia, el arte y la sustentabilidad.
Anabela Chan, CEO y propietaria de la primera marca de joyería fina en el mundo que promueve gemas cultivadas en laboratorio y metales reciclados combinados con diseño de alta joyería y artesanía artística -siempre guiada por un enfoque en innovaciones éticas y sostenibles-, elige los materiales de sus colecciones después de presenciar lo que describió como «malas condiciones laborales» en las minas de diamantes.
«Estos son algunos de los bienes más preciosos y valiosos del mundo, y simplemente no tenía sentido para mí», dijo en su boutique en Knightsbridge, en el centro de Londres.
En cambio, sus diseños se basan en diamantes cultivados en laboratorio, aluminio reciclado de latas y perlas cultivadas utilizando técnicas de agricultura regenerativa.
La empresa de Chan no proporciona cifras de ventas, pero dijo que ha experimentado una fuerte demanda desde la pandemia de COVID-19. Ganó la categoría «Game Changer» en los British Luxury Awards en noviembre.
Según Edahn Golan Diamond Research & Data, el mercado de joyas cultivadas en laboratorio ha experimentado un crecimiento anual del 20% en los últimos años, impulsando las ganancias globales a 15 mil millones de dólares.
A medida que más productores ingresan al mercado, los precios de venta de los diamantes cultivados en laboratorio han disminuido, y las marcas buscan diferenciarse, especialmente a través del diseño de joyas.
En el importante minorista de diamantes cultivados en laboratorio Pandora (PNDORA.CO), el jefe de diamantes, Joshua Braman, dijo que las gemas cultivadas en laboratorio podrían brindar un alcance adicional para el diseño de joyas.
Chan depende de proveedores que utilizan tecnología para capturar las emisiones de dióxido de carbono que de otro modo se liberarían a la atmósfera para fabricar diamantes, «tomando algo negativo y convirtiéndolo efectivamente en algo positivo», dijo Chan.
Joyas sustentables: cuando la ciencia se cruza con el arte y la responsabilidad ambiental

Cuando la ciencia se cruza con el arte surgen creaciones innovadoras que fusionan metal reciclado y gemas cultivadas en laboratorio. Esta fusión representa un equilibrio armonioso entre la sostenibilidad, el avance tecnológico y la expresión artística.
En el ámbito del metal reciclado, artesanos y científicos colaboran para dar nueva vida a materiales desechados, en un intento por beneficiar el medio ambiente, que se ve tan perjudicado.
Por ejemplo el metal de desecho, proveniente de diversas fuentes, atraviesa un meticuloso proceso de transformación. Mediante técnicas de vanguardia como la fusión, refinación y conformación, estos metales se reinventan en estructuras y diseños intrincados. Esto no solo reduce el impacto ambiental asociado con la minería, sino que también añade una narrativa de renovación y ingenio a las piezas finales.
Las gemas cultivadas en laboratorio ejemplifican aún más la convergencia de la ciencia y el arte.
En contraste con las prácticas mineras tradicionales, donde las gemas se extraen de la tierra, estas joyas cultivadas en laboratorio se crean bajo condiciones controladas.
Utilizando tecnologías avanzadas como la deposición química de vapor y la hidrotermal, los científicos replican los procesos naturales que forman las gemas. El resultado es una colección de gemas impecables de origen ético que rivalizan en brillo y belleza con sus homólogas extraídas.
Joyas: historias de sostenibilidad e innovación

El matrimonio del metal reciclado y las gemas cultivadas en laboratorio en emprendimientos artísticos produce joyas y esculturas que cuentan una historia de sostenibilidad e innovación.
Cada pieza se convierte en un testimonio de las posibilidades cuando la creatividad se guía por un compromiso con la conciencia ambiental. Estas creaciones no solo cautivan la vista con su atractivo estético, sino que también invitan a los espectadores a reflexionar sobre el potencial de la ingeniosidad humana para dar forma a un mundo más sostenible y hermoso.
Es así como surgen no solo historias de sostenibilidad e innovación, sino creaciones innovadoras que fusionan los ámbitos del metal reciclado y las gemas cultivadas en laboratorio. Esta fusión representa un equilibrio armonioso entre la sostenibilidad, el avance tecnológico y la expresión artística.
En el ámbito del metal reciclado, artesanos y científicos colaboran para dar nueva vida a materiales desechados. El metal de desecho, proveniente de diversas fuentes, atraviesa un meticuloso proceso de transformación. Mediante técnicas de vanguardia como la fusión, refinación y conformación, estos metales se reinventan en estructuras y diseños intrincados. Esto no solo reduce el impacto ambiental asociado con la minería, sino que también añade una narrativa de renovación y ingenio a las piezas finales.
En resumen, estas narrativas no solo ilustran la convergencia de ciencia y arte, sino que también celebran la capacidad humana de transformar desafíos en oportunidades, revelando un universo donde la belleza y la conciencia ambiental coexisten en perfecta armonía.