Un adulto mayor se ha convertido en la primera persona en fallecer tras contraer Alaskapox, una enfermedad vírica recientemente descubierta en Alaska, Estados Unidos. Las autoridades sanitarias estatales informaron el viernes sobre este preocupante suceso, que marca un hito en la investigación y comprensión de esta nueva enfermedad.
Créditos: RT
El hombre, residente de la península de Kenai, experimentó los primeros síntomas de la infección en septiembre, cuando notó la aparición de una lesión sensible en la axila. Es importante destacar que el paciente tenía un sistema inmunitario debilitado debido a un tratamiento contra el cáncer, lo que probablemente contribuyó a la gravedad de su enfermedad, según el Departamento de Salud de Alaska.
Uno de los aspectos intrigantes de este caso es que el hombre vivía en una zona boscosa y no había viajado recientemente ni había tenido contacto con personas enfermas o portadoras de lesiones similares. Sin embargo, se descubrió que cuidaba de un gato callejero que cazaba regularmente pequeños mamíferos y lo rasguñaba con frecuencia. Aunque las pruebas en el gato resultaron negativas para Alaskapox, los científicos suponen que los arañazos podrían haber sido una posible fuente de inoculación a través de la transmisión por fómites.
Además de ser el primer caso humano mortal, esta es la primera infección humana documentada fuera de la zona de Fairbanks, lo que sugiere que el virus, transmitido por pequeños mamíferos, se ha extendido a otras comunidades. Hasta la fecha, solo se han registrado siete infecciones por Alaskapox. La primera fue identificada en 2015 en un adulto que presentaba una erupción cutánea localizada e inflamación de los ganglios linfáticos.
Según Julia Rogers, epidemióloga del estado, los efectos documentados de las infecciones por Alaskapox en las personas eran generalmente leves, con síntomas como erupciones cutáneas, fiebre y fatiga. «Los seis casos anteriores se identificaron en un entorno ambulatorio y se trataba de enfermedades leves que se resolvieron en gran medida en unas pocas semanas sin hospitalización», declaró Rogers a los medios locales.
Este virus pertenece al mismo género que la viruela vacuna y la viruela símica, y se sabe que es especialmente común en animales pequeños.
Hasta la fecha, no se ha documentado ninguna transmisión de la viruela de Alaska de persona a persona. Sin embargo, dado que ciertos ortopoxvirus pueden transmitirse a través del contacto directo con lesiones cutáneas, existe la posibilidad de transmisión en cualquier contacto de piel.
¿Qué síntomas presenta Alaskapox?
Los síntomas de la viruela de Alaska incluyen agrandamiento de los ganglios linfáticos y molestias en las articulaciones o músculos, además de una o más lesiones cutáneas. Muchas personas que han contraído este virus inicialmente pensaron que habían sido picadas por una araña u otro insecto. Por ejemplo, un hombre en Alaska notó un bulto rojo en su axila derecha y recibió tratamiento con antibióticos, pero los síntomas persistieron.
Se cree que este hombre pudo haber contraído el virus de un gato callejero que había estado cuidando en su casa. Aunque la prueba de Alaskapox en el gato arrojó un resultado negativo, aún es posible que el virus estuviera presente en las garras del animal, ya que había arañado al hombre en la axila aproximadamente un mes antes de que comenzara la erupción.