¿Alguna vez les ha pasado que, al salir de viaje, tienen la sensación de haber olvidado algo? En la mayoría de los casos, es solo nuestra mente jugándonos un mal momento. Sin embargo, a veces descubrimos que efectivamente hemos dejado algo en casa. Esto fue lo que le ocurrió a Valentina Tereshkova, la primera mujer en viajar al espacio.
Valentina Tereshkova, la primera mujer en viajar sola en el espacio, ¡olvidó su cepillo de dientes! Sí, así es, mientras orbitaba la Tierra en 1963 a bordo de la nave Vostok-6, la valiente cosmonauta se dio cuenta de que había dejado atrás uno de los elementos más esenciales de higiene personal.
Pero, ¿qué hizo ella en esa situación tan peculiar? Según informes, Valentina mostró su ingenio característico al declarar: «Tenía mis manos y agua», demostrando que incluso en el espacio, una mente brillante puede superar cualquier contratiempo dental.
Aunque pudo haber sido un pequeño inconveniente para Tereshkova, su viaje histórico allanó el camino para que las mujeres conquistaran el cosmos. Más de seis décadas después, su legado sigue brillando como una estrella en el firmamento de la exploración espacial. Y aunque no llevó consigo un cepillo de dientes, su determinación y valentía aseguraron que su misión no perdiera el rumbo.
Así que la próxima vez que te sientas mal por haber olvidado algo en casa, recuerda a Valentina Tereshkova, quien demostró que incluso en las misiones espaciales, siempre hay espacio para un poco de improvisación y buen humor.
Historia de Valentina Tereshkova
Valentina Tereshkova es una cosmonauta rusa que se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio el 16 de junio de 1963.
Nació el 6 de marzo de 1937. Perdió a su padre en la Segunda Guerra Mundial cuando tenía solo dos años. Su madre trabajaba en una fábrica de hilados para mantener a la familia. Tereshkova comenzó a asistir a la escuela a los 10 años, pero abandonó sus estudios a los 17. Sin embargo, siguió tomando clases de paracaidismo en secreto, ya que su madre no lo aprobaba.
Carrera en el Paracaidismo y en la Fuerza Aérea
Tereshkova se unió al Aeroclub local y realizó su primer salto en paracaídas a los 22 años. Su experiencia en paracaidismo la llevó a unirse a la Fuerza Aérea Soviética, lo que le permitió unirse al Cuerpo de Cosmonautas.
En 1961, la URSS lanzó el programa Vostok, que buscaba a una mujer para volar al espacio. Tereshkova, con 24 años, se ofreció voluntaria y fue seleccionada debido a su experiencia en paracaidismo y su capacidad para adaptarse a las condiciones del espacio.
Fue así como el 16 de junio de 1963, Tereshkova se convirtió en la primera mujer en volar al espacio a bordo de la nave Vostok 6. Durante su misión de 70 horas y 48 vueltas alrededor de la Tierra, experimentó mareos y jaquecas, pero logró cumplir con todos los objetivos de su misión. Aterrizó en Karaganda, Kazajistán, el 19 de junio de 1963.
Legado y Reconocimientos
Tereshkova abrió camino para las mujeres astronautas y recibió el título de «Héroe de la Unión Soviética». También fue miembro del Soviet Supremo y del Comité Central del Partido Comunista. En 1982, recibió el premio Simba por su labor de promoción de las mujeres. En 2009, se convirtió en diputada en la Duma Estatal, el Congreso de los Diputados rusos. Su legado sigue inspirando a las astronautas del presente.
Tereshkova sigue siendo una figura destacada en la política rusa y es amiga de Vladimir Putin. A sus 82 años, sigue soñando con viajar a Marte y ha declarado que «quien ha pasado algún tiempo en el espacio lo amará el resto de su vida.
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