Michael Cohen, exabogado y confidente de Donald Trump, desveló este lunes en el tribunal de Nueva York que el expresidente de EE.UU. priorizó silenciar a la actriz porno Stormy Daniels para proteger su campaña electoral de 2016, no tanto por preservar su matrimonio con Melania Trump.
Créditos: EFE
Cohen citó al exmandatario durante el juicio, declarando que Trump expresó: «Quiero que se oculte hasta que pasen las elecciones (2016). Si gano, no tendrá relevancia porque ya seré presidente; si pierdo, ni siquiera me importará». Según Cohen, Donald Trump enfatizó que la decisión de mantener en secreto su relación con Daniels estaba motivada únicamente por la campaña electoral, sin considerar el impacto en su matrimonio.
Las revelaciones de Cohen, que provocaron expresiones de negación por parte de Trump durante la audiencia, proporcionan una ventana única para comprender los motivos que impulsaron al expresidente a silenciar a Stormy Daniels y otras mujeres vinculadas a supuestas relaciones extramatrimoniales. A pesar de que Melania y Donald Trump formalizaron su matrimonio en 2005, el presunto encuentro con Daniels tuvo lugar un año antes, en un momento delicado mientras ella estaba embarazada.
Este contexto temporal añade un matiz significativo a las acciones de Donald Trump. Mientras se acercaba la crucial campaña presidencial de 2016, las revelaciones de un presunto affaire con Daniels podrían haber representado una amenaza existencial para la imagen pública de Donald Trump y, por ende, para sus aspiraciones políticas. En medio de la vorágine de la política y la presión de la opinión pública, Trump habría visto la necesidad urgente de proteger su reputación a cualquier costo, incluso recurriendo a tácticas legales y acuerdos económicos para mantener la historia fuera del dominio público.
El hecho de que estas acciones tuvieran lugar a pesar de la reciente formalización de su matrimonio con Melania subraya la prioridad que Trump otorgaba a sus ambiciones políticas sobre los compromisos matrimoniales. Esta dicotomía entre la esfera pública y privada, entre la imagen y la realidad, arroja luz sobre la complejidad de la persona detrás del cargo presidencial y sus decisiones motivadas por la conveniencia política.
Cohen también detalló cómo Trump insistía en evitar la publicación de historias negativas que pudieran perjudicar su campaña, recurriendo a tácticas como el «catch and kill» con la ayuda del tabloide The National Enquirer. Según Cohen, Trump estaba «encantado» con este medio porque llegaba a una amplia audiencia y podía influir en la percepción pública.
Donald Trump vs Cohen
Tras distanciarse de Trump y convertirse en un crítico acérrimo, Cohen emerge como una pieza fundamental en los casos legales que acosan al expresidente. Su papel en el juicio actual, que gira en torno al presunto pago a Stormy Daniels para garantizar su silencio, es especialmente relevante. Los testimonios de Cohen están iluminando los entresijos de las prácticas utilizadas por Trump y su equipo durante la crucial campaña electoral de 2016.
Lo que resalta de manera contundente en las revelaciones de Cohen es la prioridad que Trump otorgaba a la protección de su imagen pública como candidato presidencial por encima de otros intereses, incluso personales. La disposición del expresidente a desplegar tácticas legales y acuerdos económicos para sofocar potenciales escándalos es un testimonio de su determinación por mantener una fachada impecable en medio de una carrera hacia la Casa Blanca que se volvía cada vez más intensa y competitiva.
Los relatos de Cohen ofrecen una mirada privilegiada a los bastidores de la campaña de Trump, donde la estrategia y la manipulación mediática parecían ser moneda corriente. Su testimonio pone de manifiesto la complejidad moral y legal de las acciones emprendidas en aras de proteger la imagen del candidato presidencial, incluso a expensas de la transparencia y la integridad ética.
En última instancia, Cohen se ha convertido en una figura polarizadora, al revelar los aspectos menos conocidos y más controvertidos de la presidencia de Donald Trump. Su testimonio arroja luz sobre la intersección entre el poder político y la ética, y plantea preguntas profundas sobre la responsabilidad y la rendición de cuentas en el más alto nivel del gobierno.