¡Se prepara una nova! Mientras el mundo observaba el eclipse solar total del 8 de abril, un evento cósmico aún más extraordinario estaba en marcha en el lejano sistema binario Corona Borealis. Situado a unos 3000 años luz de distancia de la Tierra, este sistema contiene una estrella enana blanca conocida como T Coronae Borealis (T CrB) y una estrella gigante roja envejecida, y está al borde de una explosión de nova que se espera que sea espectacular.
Créditos: La Nación
La NASA ha anunciado que esta nova, que se espera que ocurra antes de septiembre de 2024, será visible a simple vista desde la Tierra y no requerirá telescopios sofisticados para su observación. William J Cooke, director del programa de la NASA sobre el entorno de los meteoroides, ha comparado este evento con el cometa Halley, ya que sucede una vez cada 75 u 80 años, aunque señaló que estos eventos no suelen recibir la misma atención mediática que los cometas.
La T Coronae Borealis es un ejemplo de nova recurrente, lo que significa que experimenta explosiones periódicas. La última vez que esta estrella experimentó una nova fue en 1946, hace 78 años, lo que indica que está lista para entrar en erupción nuevamente entre ahora y finales de septiembre de 2024. Cooke explicó que la estrella comenzó a oscurecerse en marzo de 2023, un signo revelador de que se está preparando para la nova.
Lo que hace que este sistema binario sea tan especial es la fiabilidad de la frecuencia de recurrencia de la nova T CrB, en contraste con muchas otras novas que no tienen esta previsibilidad. La nova es el resultado de la acumulación de material de la estrella gigante roja en la enana blanca, lo que desencadena una reacción termonuclear en la enana blanca.
Cuando la nova T CrB alcance su punto máximo de brillo, se espera que sea tan brillante como Marte y visible a simple vista durante al menos unos días, aunque su explosión podría durar más de una semana. Una vez que la enana blanca se deshaga del material acumulado, volverá a oscurecerse y permanecerá invisible durante décadas.
Este evento cósmico ofrece a los observadores de estrellas una oportunidad única para presenciar uno de los fenómenos más fascinantes del universo, todo ello sin la necesidad de equipos avanzados de observación astronómica.
