Leonardo DiCaprio celebró medio siglo de vida, desafiando al tiempo con una eterna juventud que parece un misterio cinematográfico. Desde sus primeros papeles en los 90 hasta su imparable carrera en Hollywood, Leo se ha convertido en un ícono, no solo por sus inolvidables personajes, sino por su firme compromiso con la defensa del medio ambiente. A los 50, sigue siendo el soltero más codiciado de Hollywood, pero también un activista incansable que lucha por un futuro más sostenible.
Créditos: People, “The Biography” de Douglas Wight, Biography.com
El pasado 11 de noviembre, uno de nuestros favoritos de Hollywood celebró un hito importante: ¡Leonardo DiCaprio cumplió 50 años! Sí, lo leíste bien, medio siglo de vida, aunque su rostro nos siga diciendo que tiene 30, como si hubiera hecho un pacto secreto con…algún ente místico del cine. Desde nuestra redacción, rendimos un homenaje a «este vampiro» de la gran pantalla, que parece haberse reído en la cara del tiempo.
DiCaprio no solo es famoso por sus personajes inolvidables—Gilbert Grape, Jack Dawson, Jordan Belfort, Dom Cobb, Hugh Glass, Jay Gatsby, Frank Abagnale Jr., Howard Hughes, Calvin Candie, Teddy Daniels, y tantos otros—sino también por haber mantenido un rostro impoluto que apenas muestra los estragos de las décadas. El tipo sigue con esa frescura que lo hace parecer sacado de una sesión de fotos de los 90, cuando Romeo + Julieta y Titanic rompía corazones y taquillas en todo el mundo.
De galán adolescente a ícono inmortal
Desde su debut en ¿A quién ama Gilbert Grape? (1993) hasta su trabajo más reciente en Los asesinos de la luna de las flores (2023), Leo ha sabido moverse con la elegancia de un felino entre papeles de rebelde juvenil y personajes más maduros, pero siempre conservando ese aire irresistible. No por nada fue durante años el «galán oficial» de Hollywood, aunque ahora parece más cómodo en su papel de activista medioambiental… y soltero empedernido.
Es imposible no mencionar su triunfo en los Premios Óscar con El Renacido (2105), donde finalmente se llevó la estatuilla a casa después de ser «injustamente» ignorado por la Academia durante años. ¿Su secreto? ¿Una desgarradora interpretación? No, claro que no: ¡fue el oso! Sí, porque después de ser brutalmente atacado y traicionado en la pantalla, nos demostró que, además de su eterna juventud, DiCaprio también tiene la capacidad de sobrevivir a cualquier cosa… incluso a la impaciencia de sus fans por verlo ganar un Óscar.
Leonardo Wilhelm DiCaprio: el vampiro de la fábrica de sueños
Nacido el 11 de noviembre de 1974 en Los Ángeles, California, los padres de Leo, Irmelin y George, seguramente no imaginaron que su hijo se convertiría en una de las estrellas más brillantes de Hollywood. Pero ya desde su luna de miel en Florencia, mientras su madre admiraba una pintura de Leonardo Da Vinci en la Galería Uffizi, algo especial sucedió: Leo dio una patada en el vientre de su madre y, desde entonces, el arte y él parecían destinados a estar conectados. ¿Coincidencia o un pacto con el destino?
Desde niño, Leo mostró su amor por la actuación, aunque nunca fue el fan número uno de la escuela. De hecho, prefería estar frente a la cámara en cualquier audición antes que en clase. A pesar de algunos momentos difíciles, como la sugerencia de cambiar su nombre a “Lenny Williams” para sonar más «atractivo», nuestro Leo perseveró (gracias al sabio consejo de su padre) y logró abrirse paso. Y qué bueno que lo hizo, porque ¿te imaginas a Jack Dawson interpretado por “Lenny Williams”? No, gracias.
El chico de oro en mallas del cual todas se enamoraron en «Titanic»
Uno de los momentos clave de su carrera fue, sin duda, Romeo + Julieta (1996). Aunque no estaba muy convencido de andar por ahí empuñando espadas y en mallas, su padre una vez más lo animó.
Al año siguiente, la película que cambiaría su vida y su carrera para siempre estaba a punto de zarpar: Titanic (1997). Con un presupuesto récord, la cinta lo consolidó como uno de los actores más importantes del mundo y como el ídolo adolescente por excelencia. Y aunque DiCaprio tuvo sus dudas sobre interpretar a Jack, el resto es historia. Eso sí, nunca nos aclararon por qué no había espacio en esa puerta para él y para Rose… ¡Injusticias de Hollywood!
La inmortalidad y el activismo
Pero DiCaprio no solo es una cara bonita (que se niega a envejecer), sino también un apasionado activista por el medio ambiente. ¿Sabías que destinó 15 millones de dólares de su propio bolsillo para combatir el cambio climático? Tal vez la ironía esté en que a veces lo vemos en jets privados o en yates de lujo, pero, oye, nadie es perfecto. Eso sí, cuando sube al escenario, no pierde la oportunidad de recordarnos que «el mundo se está acabando y que debemos hacer algo ya.» Nos encanta su doble faceta: estrella de cine y salvador del planeta, una combinación letalmente atractiva.
A través de su fundación, Leonardo DiCaprio Foundation (LDF), y su influencia como figura pública, este actor ha logrado recaudar decenas de millones de dólares para causas medioambientales. Ha trabajado “mano a mano” junto a expertos, organizaciones no gubernamentales y líderes mundiales para promover el cambio en políticas clave sobre el medio ambiente y la sostenibilidad. De hecho, ha sido productor del documental “La última hora.”
¿Sabías que ha sido un firme defensor de la lucha contra el cambio climático? De hecho, ha utilizado su fama para concienciar sobre los efectos destructivos de las emisiones de carbono y de la deforestación. Incluso, durante su discurso de aceptación del Oscar en 2015, hizo un llamado urgente a la acción contra el cambio climático y la importancia de preservar la biodiversidad y proteger los hábitats de especies en peligro de extinción.
En sus propias palabras Leo dice que: “El Renacido” fue sido un esfuerzo por explicar la relación del hombre con el mundo natural, un mundo que de manera colectiva sentimos como el año más cálido en la historia reciente. Explica que tuvo que irse a la punta sur del planeta sólo para poder encontrar nieve, lo que demuestra que cambio climático es real, y está ocurriendo ahora mismo. Es la amenaza más urgente a la que se ha de enfrentar nuestra especie.
Leo está convencido de que necesitamos trabajar juntos y dejar de procrastinar; apoyar a los líderes de todo el mundo que no hablan en nombre de las grandes corporaciones contaminantes, sino de toda la humanidad, de los pueblos indígenas, de los miles de millones de personas desfavorecidas que serán las más afectadas. Y hay que hacerlo, por los hijos de nuestros hijos y por todos cuyas voces han sido ahogadas por la política de la codicia.
Asimismo, ha financiado proyectos que luchan contra la contaminación de los océanos por contaminación por plásticos, y ha promovido la creación de áreas marinas protegidas; y es un convencido de la importancia de utilizar energías solar y eólica para liberarnos del uso de combustibles fósiles.
Sin embargo, la deforestación es una de las causas más cercanas al corazón de DiCaprio. Trabaja día a día para frenar la destrucción de los bosques tropicales, en especial la selva del Amazonas y apoya campañas que buscan implementar políticas para detener la tala ilegal y la expansión de la agricultura en estas zonas.
El eterno soltero de oro
DiCaprio sigue siendo el soltero más codiciado de Hollywood, y aunque algunos dicen que tiene un «límite de 25 años» para sus novias (su novia actual, Victoria Ceretti, tiene 25) no podemos culparlo por preferir la frescura… en su vida personal también. Eso sí, ni la presión de los medios, ni los memes, ni las bromas sobre su soltería parecen afectarlo. Y mientras Leo sigue disfrutando de su vida, su carrera sigue adelante, como si el tiempo no tuviera efecto alguno sobre él.
¿Y qué podemos esperar de él en el futuro? Pues probablemente más películas brillantes, más yates, más discursos sobre salvar el planeta, y quién sabe, tal vez algún día, ¡un cambio de estatus sentimental! Pero mientras tanto, nos queda claro que Leonardo DiCaprio es más que un simple actor: es un ícono inmortal, una estrella que brilla tanto en la pantalla como en la vida real, resistiendo el paso del tiempo como solo él sabe hacerlo.
