La epidemia del dengue en México ha alcanzado proporciones alarmantes, con un aumento implacable de casos que plantea serias preocupaciones para la salud pública. Esta enfermedad, transmitida por la picadura de un mosquito infectado con el virus, puede manifestarse de manera grave, incluso potencialmente mortal en su forma hemorrágica.
Créditos: El País
El epicentro de la epidemia se encuentra en Guerrero, donde se registra más de la mitad de los casos en México. El impacto del huracán Otis en esta región ha sido señalado como un factor clave en el aumento de contagios. Alfonso Vallejos, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, destaca que la crisis climática ha propiciado condiciones favorables para la supervivencia del mosquito transmisor, aedes aegypti. La humedad, la cantidad de lluvia y la temperatura ambiental han creado un entorno propicio para la proliferación del mosquito en épocas del año donde antes no era tan común tener casos.
Sofía Sánchez, investigadora de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, agrega que la falta de campañas de prevención también ha contribuido al tamaño del brote actual. La ausencia de labores de fumigación terrestre e información sobre cómo eliminar la proliferación de mosquitos ha dejado a la población desprotegida frente al virus.
La declaración de alerta epidemiológica en las zonas afectadas por Otis podría haber evitado el brote en Guerrero. La falta de una campaña intensiva de prevención, centrada en el saneamiento de las comunidades, la información a la población y el suministro de agua potable, ha contribuido al incremento de casos. Esta situación ha llevado a la región a convertirse en la entidad con mayor número de casos en el país.
Un aspecto preocupante del dengue es la posibilidad de contraer la forma grave de la enfermedad en caso de reinfección. La presencia de cuatro serotipos diferentes del virus del dengue (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4) aumenta el riesgo de complicaciones en caso de una segunda infección. La respuesta inmunológica del organismo puede provocar un choque inmunológico que agrave la enfermedad, especialmente si el serotipo causante es diferente al de la infección anterior.
La Organización Panamericana de la Salud ha lanzado una alerta epidemiológica debido al aumento de casos de dengue en América, instando a los países de la región a intensificar los esfuerzos de control y vigilancia. Tras un año 2023 con cifras récord de contagios y fallecimientos en América, la tendencia se mantiene en 2024, con un incremento significativo de casos en comparación con el año anterior.
En resumen, la epidemia del dengue en México es el resultado de una combinación de factores, incluyendo el impacto de desastres naturales como el huracán Otis, la crisis climática que favorece la proliferación del mosquito transmisor y la falta de campañas de prevención efectivas. Ante esta situación, es fundamental una acción coordinada y urgente por parte de las autoridades de salud para controlar la propagación del virus y proteger a la población vulnerable.
Cómo prevenir el dengue
La prevención del dengue es fundamental para reducir la incidencia de esta enfermedad transmitida por mosquitos. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar para prevenir la propagación del dengue:
- Eliminación de criaderos de mosquitos: Reduzca la cantidad de mosquitos alrededor de su hogar eliminando los lugares donde se reproducen. Vacíe recipientes al aire libre que puedan acumular agua, como macetas, neumáticos viejos y cubos. Limpie los sumideros y canaletas para asegurarse de que el agua pueda fluir libremente y no se estanque.
- Uso de mosquiteros y repelentes: Instale mosquiteros en puertas y ventanas para evitar que los mosquitos entren en su hogar. Use repelentes de insectos que contengan DEET, picaridina u otros ingredientes recomendados por las autoridades de salud.
- Ropa protectora: Use ropa que cubra la mayor parte de su cuerpo, como camisas de manga larga y pantalones largos, especialmente durante el amanecer y el atardecer, cuando los mosquitos están más activos.
- Control de mosquitos al aire libre: Use insecticidas adecuados o repelentes de mosquitos al aire libre cuando pase tiempo fuera, especialmente en áreas donde los mosquitos son más comunes.
- Mantener patios limpios: Mantenga limpios los patios y jardines, cortando el césped y recogiendo las hojas y los escombros, ya que estos lugares pueden servir como refugio para los mosquitos.
- Cuidado con los contenedores de agua: Cambie el agua de los bebederos de mascotas, floreros y otros recipientes al menos una vez por semana para evitar que los mosquitos pongan sus huevos en el agua estancada.
- Educación y sensibilización: Eduque a su familia y comunidad sobre la importancia de prevenir el dengue y cómo hacerlo. Promueva prácticas de control de mosquitos entre vecinos y amigos.
- Detección temprana y tratamiento: Esté atento a los síntomas del dengue, como fiebre alta, dolores de cabeza, dolor en los músculos y articulaciones, y erupción cutánea. Si sospecha que tiene dengue, busque atención médica de inmediato para recibir tratamiento adecuado y evitar complicaciones.