La crisis económica ha impactado profundamente en Argentina, generando un escenario propicio para el crecimiento del uso de criptomonedas como alternativa al dólar y al peso argentino.
Créditos: BBC
Aunque las criptomonedas han existido durante más de una década, la desconfianza hacia estos activos virtuales persiste en muchas partes del mundo. Sin embargo, en Argentina, un porcentaje significativo de la población ha adoptado estas nuevas herramientas financieras, impulsado por diversos factores económicos y sociales.
Uno de los indicadores más visibles de esta tendencia es la proliferación de publicidades en la vía pública en ciudades como Buenos Aires, promocionando sitios de intercambio de criptomonedas. Además, según el Índice Global de Adopción de Criptomonedas de 2023 de Chainalysis, Argentina ocupó el puesto número 15 a nivel mundial, siendo el segundo mercado más grande de América Latina después de Brasil.
La plataforma de compra y venta de criptomonedas Lemon reportó que 4 de cada 10 personas que descargaron una app de criptomonedas en América Latina en 2023 lo hicieron desde Argentina. Se estima que cerca de 3 millones de argentinos utilizan plataformas de criptomonedas, lo que equipararía las inversiones en cripto casi a la par del mercado tradicional de acciones y bonos, según datos de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA).
Un factor clave en la adopción de criptomonedas en Argentina ha sido la crisis económica del país, que ha llevado a una inflación cercana al 300%. Esta rápida pérdida de valor del peso argentino ha llevado a muchos argentinos a buscar una moneda de reserva más estable, encontrando en las criptomonedas una alternativa atractiva. Además, las restricciones sobre la compra de dólares, conocidas como «cepo» cambiario, han incentivado a la población a buscar monedas alternativas para proteger su dinero.
La alta informalidad laboral en Argentina, que representa cerca del 50% del mercado laboral, también ha contribuido al crecimiento de las criptomonedas. Los trabajadores informales no pueden cobrar a través de una cuenta bancaria y buscan en las criptomonedas una forma de recibir y manejar sus ingresos.
Otro factor que ha impulsado la adopción de criptomonedas en Argentina es la inseguridad. Muchos argentinos que compran dólares prefieren tenerlos en una cuenta digital en lugar de en efectivo, ya que esto les permite recuperar su dinero en caso de robo o pérdida del dispositivo móvil.
A pesar de su crecimiento, el uso de criptomonedas en Argentina sigue siendo desconocido para muchos. Sin embargo, su adopción se ha dado principalmente entre jóvenes, freelancers, inmigrantes y productores rurales. Estos grupos han encontrado en las criptomonedas una solución a problemas como la recepción de divisas del exterior, la compra de insumos agrarios y la necesidad de contar con una moneda estable en un contexto de alta inflación.
La reciente creación del Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV) busca regularizar el mercado de criptomonedas en Argentina y prevenir el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Si bien esta medida podría afectar el uso de criptomonedas en el corto plazo, se espera que contribuya a fortalecer la confianza en estas nuevas herramientas financieras a largo plazo.
¿Será este el fin del peso y el dólar en Argentina?
Sin duda, el crecimiento del uso de criptomonedas en Argentina se ha visto impulsado por una combinación de factores económicos y sociales, incluyendo la crisis económica, el «cepo» cambiario, la alta informalidad laboral y la inseguridad. A pesar de las regulaciones y desafíos que enfrenta el mercado cripto en Argentina, su adopción sigue en aumento, marcando al país como uno de los líderes en la industria cripto en América Latina.
Es importante tener en cuenta que las criptomonedas aún enfrentan desafíos regulatorios y de seguridad en Argentina, lo que limita su adopción masiva como medio de intercambio. Por lo tanto, si bien las criptomonedas están cambiando el panorama financiero en Argentina, el fin del peso y el dólar como monedas principales en el país aún parece estar lejos.
