El Ministerio de Defensa de Israel ha desatado una controversia internacional al hacer públicos los nombres y cargos de ocho empleados de la ONU (UNRWA) que participaron en la masacre perpetrada por Hamás en territorio israelí el pasado 7 de octubre.
Créditos: Caraota digital
Según la información proporcionada por el ministerio, estos empleados de la UNRWA habrían desempeñado roles clave en las actividades terroristas durante el ataque, desafiando así la neutralidad humanitaria que se espera de los trabajadores de la ONU.
Tras las acusaciones de Israel, el principal donante de la UNRWA, Estados Unidos, y un número creciente de países han suspendido la financiación a la organización, que emplea a unas 13.000 personas en Gaza, mientras se agrava la catástrofe humanitaria en el asediado enclave palestino.
¿Quiénes son los empleados de la ONU implicados?
Entre los señalados se encuentran Mousa El Qidra, consejero escolar de la UNRWA, quien supuestamente actuó como ayudante del comandante de la brigada de Hamás en Khan Yunis y colaboró en el secuestro de una mujer israelí.
Rami Ramadan, profesor de matemáticas empleado por la UNRWA, ocupaba un puesto logístico en el batallón Dir al-Balah de Hamás y se le acusa de participar en la recepción y retención de rehenes, así como de fotografiar a una secuestrada.
Faisal Al-Naami, trabajador social de la UNRWA, también es mencionado por el ministerio israelí por ocupar un cargo operativo en la rama de comunicaciones de Hamás y apoyar en el combate en el batallón Nusirat, siendo incluso captado en imágenes retirando un cuerpo sin vida del lugar del ataque.
Otro empleado de la UNRWA, Abd Abu Awad, subdirector de una escuela, habría compaginado sus actividades en la agencia de la ONU con el comando del batallón Nuseirat de Hamás, recibiendo instrucciones en tiempo real durante la infiltración.
Mohammad El Ghafari, profesor de árabe contratado por la ONU. Según los informes, El 7 de octubre recibió un SMS instándole a presentarse en el punto de encuentro previo a la infiltración, participando en los preparativos logísticos.
Ali Isa Hamuda Matar, también profesor contratado, es señalado por el ministerio de Defensa de Israel como comandante de escuadrón en el batallón Nuseirat. Ali también habría recibido mensajes de texto para presentarse en el punto de encuentro previo a la infiltración del 7 de octubre.
Shadi Mohammad Jamal Razak Darabiah, asistente de escuela en una instalación de la UNRWA, se habría desempeñado simultáneamente como miembro del Batallón Jabalia Oriental de Hamás.
Ala Abd Al-Hamid Qassem Jouda, otro profesor contratado por la UNRWA, fungía como comandante de una compañía de Hamás en el batallón Nuseirat y fue detenido en territorio israelí.
Estas revelaciones han generado un profundo debate sobre la presunta infiltración de organizaciones terroristas en instituciones humanitarias internacionales como la ONU. Israel no es el único en señalar estos vínculos; documentos revelados por The Wall Street Journal indican que el 10% del personal de la UNRWA en Gaza está vinculado con Hamás o la Yihad Islámica Palestina, y que la mitad de los empleados tiene un pariente cercano con membresía activa en alguno de estos grupos.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aseguró que: «todo empleado de la ONU implicado en actos de terror deberá responder de sus actos, incluso mediante acciones penales».