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Don Miguel Torres: destacado empresario del vino, pionero en la implementación de prácticas sostenibles en la industria vitivinícola. Su compromiso con la acción climática, visión eco-friendly, y legado trasciende generaciones. Descubre cómo está transformando el panorama del vino hacia un futuro más verde, mientras nos revela proyectos innovadores.
Don Miguel Agustín Torres, Presidente y Consejero Delegado de Bodegas Torres, pertenece a la cuarta generación del negocio familiar. El gran empresario del vino y del brandy en España, es mi gran amigo, y me da mucho gusto verlo de nuevo. ¡Ya son casi 18 años desde el primer encuentro que tuvimos!
En esta ocasión, te invito a ver la entrevista completa con Don Miguel, siempre tan amable, cálido y humano:
Don Miguel Torres: líder de la acción climática a nivel mundial
Todo me une a la familia Torres. Me siento como un miembro más. Llevo el sello de la marca y porto la heráldica de la familia en mi corazón.
En esta nueva visita, Don Miguel me recibió en el Penedés; recorrimos los viñedos, la bodega, los pasillos, la destilería, mientras descubríamos la magia que se esconde a la hora de confeccionar el mejor brandy y grandes vinos, como Jean Leon, bajo la batura de Mireya, su hija.
Hablando de proyectos sostenibles, comencé conversando con Don Miguel, acerca de cómo ve que el cambio climático está afectando la industria vitivinicultora.
Aunque Don Miguel lleva diciendo desde hace 12 o 13 años que “veía venir” el peligro del calentamiento global. Ahora ve el cambio climático de una manera acelerada e intensa, y por supuesto, esto le preocupa a la viña de sobremanera.
Por eso, Bodegas Torres está invirtiendo de manera rápida en el riego de las viñas para asegurar el futuro del vino. Incluso, desde hace 10 años cambiaron las viñas a sitios más fríos, con más altura y mayor recurso hídrico, en un intento por huir de la devastación que genera este fenómeno.
En noviembre del año pasado, la revista TIME, en su lista TIME 100 Climate, eligió a Don Miguel como una de las 100 personas más influyentes que lideran la acción climática a nivel mundial. Es el único productor de vino que figura en el ranking.
Don Miguel creó la asociación International Wineries for Climate Action en un intento por impulsar la descarbonización del sector del vino, mediante el apoyo de proyectos de investigación como SmartCrops 5.1, que aplica la tecnología para adaptar la viticultura al contexto climático actual.
“Debemos dejar de depender de los combustibles fósiles”
Cuando la revista TIME le preguntó a Don Miguel hacia dónde debe dirigirse el activimo climático, no lo pensó dos veces: “debemos dejar de depender de los combustibles fósiles”.
Lo anterior va de la mano con cuidar y el trabajar la tierra de una manera distinta, prepararla para enfrentar el calentamiento global. Porque el calentamiento global no es un problema de las viñas, no es un problema de la gente ni del vino, es un problema del petróleo.
Hace más de una década, cuando nadie más lo hacía en la industria del vino, Don Miguel hablaba de viñas orgánicas, de la importancia de cuidar el medio ambiente, de no usar más contaminantes.
En un entrevista con el bodeguero Fernando Remírez de Ganuza, quien falleció hace un mes, afirmaba que todos los vinos eran orgánicos. Le decía que no, que lo que hacía Don Miguel Torres es diferente, porque él habla del cuidado y el trabajo de la tierra de una manera distinta, para enfrentar el calentamiento global.
Y es que el gran problema es que, en palabras de Don Miguel: “nos despachamos cada día100 millones de barriles de petróleo. Esto produce gases como metano, dióxido de carbono, entre otros, que retienen calor del sol e impiden que escape al espacio, provocando el calentamiento global.”
De ahí la importancia de que todas las industrias comiencen a utilizar energías renovables, como el uso de placas fotovoltaicas para generar electricidad, por ejemplo. De hecho, la industria automotriz cada vez más se une a la causa, produciendo coches híbridos y eléctricos.
Don Miguel ha sido un visionario, en todo lo que tiene que ver con las buenas prácticas sustentables en la industria del vino. En algún momento habló de screwcaps, de corcho sintéticos y de reciclaje de botellas, cuando nadie más lo hacía; en un intento por disminuir el impacto ambiental sin sacrificar en ningún momento la calidad del vino.
Bodegas Torres: También presente en Rueda y Galicia
Aunque “el fuerte” sigue siendo Cataluña, el Penedés, Priorato, Costers del Segre, Familia Torres está presente en Rueda, con una producción de unas 30.000 cajas. Resalto su verdejo sensacional que probé en un evento de chef con estrellas Michelin en México. También ha llegado a Galicia, a Rías Baixas, con el proyecto Pazo Torres Penelas.
Adquirido a principios del 2017, el pazo cuenta con un viñedo amurallado de seis hectáreas de albariño de entre 12 y 35 años y una bodega de pequeñas dimensiones con innovadores depósitos ovoides de granito gallego para la vinificación y crianza de los vinos.
Además de adaptar las técnicas de viticultura, Familia Torres está impulsando en Galicia el resctate de variedades de uva ancestrales que han caído en el olvido, y que sean resistentes a las altas temperaturas y a la sequía.
Son de gran potencial enológico, porque tienen la capacidad de convertirse en una solución para afrontar el cambio climático, además de contribuir a potenciar el patrimonio vitícola gallego.
En cuanto a la producción actual del pazo, hablamos de 40.000 cajas. Don Miguel nos cuenta que van comprando “de a poquito” minifundios, en tanto aseguran la uva.
Es tan relevante la fama y reputación del origen de los vinos de la Familia Torres, que un importador inglés y gran amigo de Don Miguel le decía que en el Reino Unido “se conocen cuatro denominaciones de origen de España: La Rioja, La Rivera del Duero, Jerez y Torres.
No podemos dejar de un lado Chile con Santa Digna, la primera. Aunque el vino más importante sigue siendo Marzo de Velasco, que el mismo Don Miguel bautizó, en honor al fundador de la ciudad de Curicó, a finales del siglo XVII.
Su gran orgullo, las antiguas viñas de Cabernet Sauvignon que cuentan con 100 años; además de las Carmenere, Chardonnay, Sauvignon Blanc, y País, la que trajeron los españoles, y que en México conocemos como Misión.
El legado de Don Miguel es un testimonio vivo de su visión innovadora y compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Su liderazgo en la acción climática está redefiniendo los estándares de excelencia en la industria. Esperamos seguir viendo más proyectos inspiradores, en donde la calidad y el cuidado del medio ambiente trascienden realidades.
